Página 12
El criminal atentado contra la congresista demócrata Gabrielle Giffords y el puñado de gentes que la rodeaba –que hasta ahora se ha cobrado la vida de seis personas, incluyendo la de un juez federal, John M. Roll– pone de manifiesto los alcances del proceso de fascistización en curso en la sociedad estadounidense. Por supuesto, la explicación políticamente correcta que tanto la Casa Blanca como los medios se encargan de difundir rechaza esta interpretación. Lo sucedido es la obra de un “chiflado”, uno más de un venenoso linaje que ya mató a John F. y Robert Kennedy, Martin Luther King y Malcom X, para no citar sino a personalidades altamente significativas de la escena pública estadounidense.No existe la menor intención de vincular lo ocurrido en Tucson con las tendencias profundas de la sociedad estadounidense que periódicamente afloran cada vez con más virulencia e impacto masivo (McCarthy, Reagan, Bush Jr., ahora el Tea Party) y se cobran nuevas víctimas. Lo mismo ocurrió con los casos anteriores: para prueba ahí está el siniestro Informe Warren –así llamado por el nombre del presidente de la Corte Suprema de Estados Unidos que presidió la comisión investigadora del asesinato de John F. Kennedy– en donde se sostiene que una sola persona, Lee Harvey Oswald, fue el responsable del magnicidio y que no hubo conspiración para perpetrarlo. No es un dato anecdótico recordar que uno de los integrantes de esa comisión era el ex director de la CIA Alan Dulles. Se encargó al zorro el cuidado del gallinero.
Gabrielle Giffords, que aún lucha desesperadamente por su vida, representa una corriente progresista dentro de los demócratas, algo sumamente peligroso en un estado como Arizona cuya gobernadora, la racista republicana Jan Brewer, promulgó en mayo de 2010 una ley que autoriza a la policía a detener y exigir documentos personales que acrediten su legal condición de residencia a cualquier persona de sospechosa apariencia, léase “latinos”. Giffords se opuso valientemente a esa iniciativa y no sólo eso: en el Congreso apoyó la Ley de Reforma del Sistema de Salud y se manifestó a favor de la reforma migratoria, la investigación con células madres y las energías alternativas. Es decir, se constituyó en un blanco perfecto para la creciente legión de fascistas estadounidenses.
Hay algunas claves que será preciso explorar para comprender lo ocurrido. En primer lugar lo más elemental: un país embarcado en una desorbitada militarización internacional requiere el cultivo de actitudes patrioteras, fanáticas y violentas para sostener ideológicamente desde adentro sus planes de conquista militar. El problema es que luego es imposible evitar que esas cualidades se trasladen al espacio doméstico, lo que imposibilita establecer un ámbito de debate sereno y racional en la política nacional. Esto lo advirtió Tocqueville hace más de un siglo y medio, y es más cierto hoy que ayer. No es casual que Kelly haya propuesto vaciar el cargador de su M16 sobre Giffords. Alguien tomó nota de ese mensaje y lo hizo.
Segundo: el papel de los medios en Estados Unidos –y en especial de la cadena Fox– que, salvo contadas excepciones, permanentemente alimentan el racismo, el fanatismo, la intolerancia y la violencia ante la indiferencia de las instituciones, que deberían regular el ejercicio de la libertad de prensa y que no lo hacen so pretexto de defender la sacrosanta propiedad privada y la libertad de expresión, aunque ésta se utilice para incitar al magnicidio.
Tercero, la crisis económica que, como es sabido, estimula toda clase de conductas antisociales tendientes a criminalizar e incluso satanizar al otro, al diferente. Un país en donde los pobres se empobrecen cada día más y los sectores medios bajos sienten que se hunden en la pobreza, mientras contemplan que una minoría se enriquece escandalosamente, crea un caldo de cultivo inigualable para la aparición de comportamientos y actitudes aberrantes que, rápidamente, se juzgarán como normales. Por ejemplo, vaciar simbólicamente un cargador de un M16 en un adversario político. Las consecuencias están a la vista.
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/subnotas/160182-51360-2011-01-10.html
Vìa :
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=120099
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