1. “Acorralado tras cuatro días de masivas protestas contra su
gobierno –publican los medios- el presidente egipcio, Hosni Mubarak,
anunció ayer viernes 28, pasada la medianoche que reemplazará la
totalidad de su gobierno por otro que asuma nuevas funciones. Mubarak
hizo el anuncio en un mensaje por televisión, en su primera intervención
desde las protestas contra su régimen que estallaron el pasado martes y
que se intensificaron ayer, jornada en la que enfrentamientos con la
policía dejó 29 muertos, 800 heridos y al menos mil personas detenidas. A
pesar del anuncio de Mubarak, decenas de personas han desafiado el
toque de queda”. Las movilizaciones revolucionarias de Egipto son la
continuidad de las batallas del pueblo de Túnez que logró en unos días
derrocar a su gobierno. Pero debemos concluir que las condiciones
materiales entre Egipto y México son diferentes y el nivel de conciencia
también.
2. ¿Qué tan diferentes? Egipto ha tenido tres gobiernos: en los
cincuenta y sesenta Gamal Abdel Nasser, que en los hechos encabezó una
revolución independista, agraria y petrolera, asimismo mantuvo un
gobierno de izquierda no alineada; Anwar el-Sadat que gobierna en los
setenta alineándose con los EEUU y tirando muchas reformas anteriores y
el actual, Mubarak, que asciende al gobierno después del asesinato en
1981 y da continuidad a la política entreguista de su antecesor. Posee
una extensión territorial que es la mitad de la de México, pero su
número de habitantes es mayor a los 80 millones. Por el predominio del
desierto la gran concentración se da en El Cairo y sus alrededores. El
nivel de conciencia de lucha ha sido desarrollado por las diferentes
guerras entre países de la región, además del fuerte nacionalismo que
viven esos países en los que las guerras económicas y religiosas entre
EEUU, Israel y países árabes han tenido mucha presencia.
3. México es una historia muy diferente. Nasser tomó el gobierno en
Egipto en 1952, mismo año que Ruiz Cortines asumió la Presidencia en
México. En aquel país han habido tres gobiernos en México 10; la
diferencia en número no es importante porque los 10 son parte de una
dictadura de clase social que sólo ha cambiado de caras pero los 10
gobiernos sólo han favorecido a los empresarios y a la misma clase
política. Pero en Egipto las elecciones no son importantes ni muy
representativas, no crean las esperanzas e ilusiones que se crean en
México. Nasser asumió el poder por rebelión, el-Sadat por muerte y
Mubarak por asesinato; es posible que este se derrumbe por movimiento de
masas. En la República mexicana cada seis años se ha entregado
puntualmente el gobierno a una “nueva camarilla” que viene siendo
exactamente igual a la anterior, que incluso parece corresponder al
mismo escalafón político construido de padres a hijos y parientes.
4. Los miles o decenas de miles de jóvenes que hemos visto en
televisión y prensa escrita, encabezando las batallas contra la
represión de ejércitos y policías en el norte de África, no pertenecen a
partidos políticos ni organizaciones anquilosadas controladas por los
gobiernos. Según ha publicado la prensa extranjera esas batallas, tanto
en Europa como en Túnez y El Cairo, son encabezadas por jóvenes de
diferentes tendencias políticas -esencialmente anarquistas, socialistas
radicales y libertarios- que no buscan sustituir a un funesto gobernante
con políticos de otro tipo, sino que luchan contra el capitalismo, las
guerras y el imperialismo de los EEUU. La realidad es que en toda esa
región de países árabes, en los que ejercen un dominio total los
multimillonarios petroleros, resulta casi imposible encontrar gobiernos
independientes, aunque sí populares que mediante su religión, movilizan
masas.
5. ¿Qué papel han jugado los EEUU ante estas movilizaciones? En
primer lugar buscando usarlas como instrumento de presión contra los
gobiernos; estas acciones no están al servicio de los EEUU, pero no debe
olvidarse que en cada país ha decenas de miles de agentes espías al
servicio de la CIA, del Pentágono, del ejército yanqui, están totalmente
enterados de los resortes que dan vida a estos movimientos. EEUU actúa
como consejero y a la vez fuerza de apoyo del gobierno establecido, le
vende la cantidad de armas que necesita para frenar cualquier
levantamiento, pero al mismo tiempo busca atizar los conflictos para
ganar más presencia en el poder. El mismo Obama, rindiendo informe a la
clase económica y política norteamericana, decía ayer que su gobierno ha
recuperado la confianza en el mundo y que ya está listo para seguir
avanzando. Como si esa haya sido la primera tarea: “recuperar la
confianza perdida”.
6. Aunque aún no estemos enterados del movimiento de armas, no debe
olvidarse que el negocio de los EEUU ha sido siempre vender armamento a
ambos bandos en pugna en cada país. Como sucedió en la primera y segunda
guerra, los yanquis no tienen control de sus enormes producciones de
armamento ni en un principio definen sus fuerzas por alguno de los
bandos porque lo importante es siempre el negocio. En México vendían
armas al dictador Díaz y a los revolucionarios y actualmente venden
armas a Calderón y a los narcotraficantes, como dirían los católicos:
“están bien siempre con dios y con el diablo”. ¿O acaso los grandes
ricos como Slim, Azcárraga, Salinas Pliego, cuando reparten dineros para
campañas no dan dinero a PRI, por un lado y a PAN por otro, así como a
otros partidos? Para ellos no es problema de moral o de convicciones
sino de negocios. Y la venta de armas para EEUU representa uno de los
ingresos más grandes.
7. La realidad es que nadie, a no ser que estuviera loco o fuera un
buen negociante de armas, puede estar a favor de las ventas de armas, de
las guerras, de los secuestros, de las acciones violentas, de la
muerte. Pero tampoco nadie debería estar a favor de una paz que descansa
en la explotación, la opresión y la miseria. Esa paz, que le han
llamado en México “la paz de los sepulcros”, sólo conviene a quienes
tienen el poder, el dinero, el gobierno, ¿cómo pueden los pueblos
transformar sus condiciones de vida en países donde llevan décadas y
siglos luchando para obtener condiciones humanas de vida y la respuesta
ha sido siempre ¡NO!? Sólo mediante los levantamientos, las rebeliones,
las revoluciones. Por eso el ejemplo que cunde en África del Norte y
puede extenderse a Asia, Europa y América es muy importante en estos
momentos. Pero también hay que estar vigilantes para que el imperio
yanqui no aproveche estas coyunturas para fortalecerse.
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