sábado, 1 de enero de 2011

Chile : El 2010 en los ojos de CIPER


Este fue el año de los grandes desastres en Chile y el mundo. Si durante 2009 nuestra pauta estuvo cargada hacia la política por las elecciones presidenciales, en el año del bicentenario la agenda estuvo marcada por el terremoto y maremoto, el rescate de los mineros, los escándalos por abusos en la Iglesia Católica y el infierno que se vive en las cárceles de nuestro país. Los invitamos a revisar los temas preferidos este 2010 por los lectores de CIPER y a ponerse al día si se perdieron alguno.
El verano de 2010 prometía ser agitado. Partía con la segunda vuelta de unas elecciones presidenciales que marcarían el fin de un ciclo político: tras 20 años la Concertación era desplazada del poder y, por primera vez desde el regreso a la democracia, se instalaba una coalición de derecha, liderada por el empresario y ex senador Sebastián Piñera.
Luego, el calendario era más o menos previsible. Febrero sería el mes de los flamantes ministros y sus pendrives. Marzo, cambio de mando e instalación. Pero el terremoto del 27-F remeció y transformó todo, hasta la asunción presidencial. Y copó la agenda de los medios. CIPER no fue la excepción y nuestra cobertura –enfocada más allá del día del desastre– se convirtió en el tema más leído del año en nuestro sitio web y el más utilizado por nuestros lectores que a partir de ese día de febrero se convirtieron intempestivamente en damnificados.
“La nueva forma de gobernar”, el slogan de la administración Piñera, trajo una avalancha de funcionarios con fuertes lazos con el sector privado, muchos de ellos ligados a la construcción y el mundo inmobiliario. Por eso les contamos quiénes eran los hombres del presidente responsables de edificios dañados por el terremoto y cómo los nuevos directivos del Ministerio de Obras Públicas venían directamente del mundo de las empresas concesionarias.
Quisimos saber quiénes eran las constructoras de los edificios más dañados de Santiago, las inmobiliarias que los vendieron, los arquitectos que los proyectaron y los calculistas detrás de cada torre. En esos días, miles de familias habían tenido que dejar sus hogares y sabíamos que era sólo el comienzo. Se venía la batalla por las responsabilidades.
Las temperatura de las negociaciones entre los propietarios y las empresas subió rápidamente y las constructoras e inmobiliarias reaccionaron de manera muy diferente. El desastre que quedó en una exclusiva torre construida por Penta en Ñuñoa se convirtió en emblemático y en ella descubrimos una falla estructural que se repetía en muchos de los edificios dañados.
Aunque muchos celebraban la calidad de las construcciones chilenas y que los edificios colapsados hayan sido pocos, lo cierto es que los daños dejaron en evidencia que existían graves falencias en las normas vigentes. Seis meses después del sismo el Ministerio de Vivienda y Urbanismo ya preparaba cambios en las normas de construcción, pero los damnificados seguían siendo los olvidados y a pesar del tiempo transcurrido, muchas de las negociaciones seguían estancadas. Decidimos entonces actualizar el mapa de los edificios más dañados para mostrar cómo estaban respondiendo las empresas.

Los pecados de la Iglesia Católica

Si hiciéramos un ránking que sumara impacto y lectoría en CIPER, nuestras investigaciones sobre el caso Karadima arrasarían con el primer lugar. Luego de la denuncia de Informe Especial, revelamos los silencios y omisiones que comprometen a la cúpula eclesiástica e hicimos una larga investigación hasta dar con los secretos del imperio financiero de Karadima. Por la relevancia del caso, hemos seguido investigando y publicando nuevos antecedentes. Sin duda, uno de los capítulos más decidores de la historia fue el que incluyó la entrevista a tres sacerdotes que habían conocido anteriormente las denuncias, en particular el primer investigador eclesiástico, quien reconoció que el caso le daba asco.
Porque remeció a la elite chilena, las denuncias contra el sacerdote Fernando Karadima son las que han tenido más cobertura en la prensa, pero el 2010 fueron varios los escándalos de abusos sexuales en la Iglesia Católica. Gracias a una investigación de estudiantes de la Universidad Diego Portales, CIPER reveló, por ejemplo, los testimonios que acusan de abusos al diácono y Premio Nacional de Educación Hugo Montes.
Un desenlace dramático fue el que tuvo la denuncia de un menor contra el ex vicario de la Educación René Aguilera, quien se suicidó antes de que se pusieran los antecedentes en manos de la justicia. Se trata del mismo sacerdote que había hecho noticia al exonerar a una profesora de religión por ser lesbiana.
No son los únicos colegios que han sido remecidos por las acusaciones de abusos sexuales. En tribunales se ventiló el caso de Liceo Alemán, donde la Congregación del Verbo divino facilitó el ocultamiento de un religioso filipino buscado por la justicia.

El papel de CIPER

Nuestra alianza con revista Qué Pasa fue muy fructífera este año y nos permitió llegar a nuevos lectores. Fue en sus páginas que publicamos una larga investigación sobre la falta de control y los abusos en el cumplimiento de los horarios de los médicos de la atención pública, los verdaderos dueños de la salud.
En papel debutaron también nuestro mapa del fracaso policial, que mostró gráficamente dónde y cómo se roba en Santiago, y el reportaje que desnudó a los chilenos que saquearon en los días post terremoto.
Al cumplir tres años de vida nos pusimos pantalón largo y junto a la Universidad Diego Portales publicamos nuestros mejores reportajes en papel: “El periodismo que remece a Chile”. En él se incluyen nuevas versiones de varias investigaciones de este 2010, como el texto que funde les reportajes “Los pobre que la Casen se niega a contar” y “Errores y aciertos para no seguir contando pobres”.
Son muchos más los reportajes que nos habría gustado incluir en ese libro, pero cuya fecha de publicación los dejó fuera. Uno de los que estuvo entre los más leídos de 2010 relata la historia de Manuel Vega Martínez, un minero que no tuvo la suerte de los 33 de Atacama y lleva dos años sepultado en un yacimiento de Antofagasta, sin que las autoridades se hayan movilizado para rescatar su cuerpo.
Otro tema que es importante para CIPER y que no pudo ir en el libro es el de la protección de los niños y jóvenes. Este años le contamos que el rostro invisible del bicentenario era la crisis del sistema de protección de menores, las miserias que viven al alero del Sename y el secreto desastre de las cárceles para jóvenes.

Fuente, vìa :


http://ciperchile.cl/2010/12/30/el-2010-en-los-ojos-de-ciper/

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