martes, 18 de enero de 2011

Medicina Sociedad : Con Hipócrates desde los barrios de Cos hasta los barrios de Avenida Matta... La imagen de una profesional exitosa se vincula en los tiempos actuales con un personaje de alto consumo, individualista, en donde priman los valores económicos y la idea de lograr un alto status social empieza a presionar aquella cabecita llena de aforismos hipocráticos (afortunadamente Hipócrates no conoció el neoliberalismo). Por Dr. Álvaro Pizarro Quevedo

Cuando Hippócrates recorría la ciudad de Cos en la antigua Grecia, no alcanzaba a imaginar que una estudiante de medicina, en su tercer año de carrera, lograba pasar el examen de semiología en el Hospital San Borja Arriaran al describir e interpretar aquellos dedos en palillo de tambor que tenía su paciente. Hipocratismo digital dijo con certeza y enumeró varias causas que lo explicaban y sin saberlo se transformaba en una maga del tiempo que hacía borrar más de dos mil trescientos años de separación desde su descripción por el padre de la medicina y unía el barrio de avenida Matta, donde se ubicaba su nosocomio, con la isla natal del famoso médico griego. Una continuidad temporal existe en la enseñanza de la medicina, pero claramente las sociedades y su entorno han cambiado y los textos médicos del hijo de Heraclides han evolucionado a un complejo e inmenso conocimiento con grandes desafíos para la formación y desarrollo de los médicos del siglo veintiuno. Desde los aforismos hipocráticos se ha enseñado la importancia del ambiente en la génesis de las enfermedades y es el primer conflicto al que se enfrentan nuestros alumnos al atender pacientes inmersos en una sociedad injusta y desigual, el tema de la inequidad en Salud largamente debatido y poco solucionado. Algunos determinantes sociales en salud han sido identificados como el nivel socioeconómico y educacional estableciendo su relación con claras diferencias en la expectativa de vida. La distribución de la población en sistemas público y privado ha generado una brecha que se separa como las placas tectónicas. Los médicos que se forman y aprenden en los hospitales públicos o adquieren una conciencia social y un actuar comprometido con las necesidades de la comunidad y su sistema público de salud, escuchando los gritos desesperados de los pacientes que ameritan una atención digna y de calidad o se entregan a las luces de neón de las clínicas privadas en donde recibirán probablemente una mejor retribución económica al atender al 20 % mas pudiente de la sociedad, pero se alejarán del palpitar de las trincheras en donde se atiende cerca del 80 % de la población chilena incluyendo a los de menores recursos. Un círculo vicioso se genera en aquellos estudiantes de pre y post grado que aprenden medicina y practican sus múltiples procedimientos en los pacientes beneficiarios del sistema público para luego entregarlos con maestría en su práctica privada bastante bien remunerada. Difícil decisión para maestros y estudiantes ¿Es posible un equilibrio? La pregunta esta lanzada y como siempre faltan o no existen las respuestas únicas y definitivas.
El segundo conflicto que irá tomando cuerpo en nuestra estudiante, mientras vayan pasando los años y continúe aprobando los exámenes de los cursos reglamentarios y finalmente su practica de internado para convertirse en una flamante médica, tiene que ver con la expectativa que tiene ella y sus familiares sobre su carrera, considerando que el éxito puede ser tan peligroso como el fracaso. La imagen de una profesional exitosa se vincula en los tiempos actuales con un personaje de alto consumo, individualista, en donde priman los valores económicos y la idea de lograr un alto status social empieza a presionar aquella cabecita llena de aforismos hipocráticos (afortunadamente Hipócrates no conoció el neoliberalismo). El dilema instalado tiene que ser clarificado, todos queremos un bienestar pero hay que tener cuidado con el sobre consumo y el trabajo alienante para conseguir bienes económicos no puede ser nuestro único objetivo en la vida. ¿Qué herramientas le dio la academia para resolver esta duda que perfora su delantal blanco al igual que su piocha de Dra.? En este aspecto casi tan difícil como el anterior algunas luces podemos encontrar en los modelos de médicos que han desarrollado su vida profesional con altos niveles de exigencia y calidad, muchos con múltiples trabajos de investigación, desarrollando equipos de trabajo de reconocimiento nacional e internacional, en fin destacados profesionales que han transitado gran parte de su tiempo en el servicio publico de salud. Otros lo han entregado a la docencia e incluso algunos se han trasladado a lejanos lugares cumpliendo labores humanitarias, es decir, existe otro camino y todavía podemos elegir. ¿Qué dirección tomaran nuestros estudiantes? No lo sabemos con exactitud pero vaya para ellos un regalo, que puede servir como un GPS para orientarse en los caóticos tiempos actuales y por venir, el primer aforismo hipocrático: La vida es breve; el arte, largo; la ocasión, fugaz; la experiencia, engañosa; el juicio, difícil.
Dr. Álvaro Pizarro Quevedo
Peñalolén, 15 de Enero 2011
Bruno Sommer

Vìa :
http://www.elciudadano.cl/2011/01/17/con-hippocrates-desde-los-barrios-de-cos-hasta-los-barrios-de-avenida-matta/

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