Pastor de la Iglesia baptista
estadounidense y destacado líder de la defensa de los Derechos Civiles
en los Estados Unidos de América. Nació el 15 de enero de 1929, en
Atlanta (Georgia), y murió el 4 de abril de 1968, en Memphis
(Tennessee), asesinado por el ex presidiario y criminal profesional
James Earl Ray cuando se encontraba en el balcón del primer piso del
motel Lorraine.
Como paladín de la integración racial,
Martin se esforzó por encauzar la emancipación de sus hermanos de raza
(negros) a través de procedimientos pacíficos y de la filosofía de la
no-violencia, por lo que en el año 1964 recibió el premio Jawaharlal Nehru. Fue autor de los libros Stride toward freedom, en 1958 (La marcha hacia la libertad), y Why we can´t wait?, en 1964 (¿Por qué tenemos que esperar?).
Perteneciente a una familia humilde, su
padre era pastor baptista de la iglesia de Ebenezer de Atlanta y su
madre profesora. El padre de Martin le inculcó desde muy pequeño la
preocupación por la segregación racial existente en el país, testigo que
muy pronto recogería el joven participando de lleno en muchas de las
actividades que la iglesia realizaba para conseguir la igualdad de
razas.
A los seis años de edad, Martin ingresó
en una escuela pública para pasar después a un instituto privado para
negros de Washington donde, además de descubrir y sufrir en su propia
carne la dura realidad del racismo, realizó sus estudios de secundaria.
Al mismo tiempo, para ganarse la vida, Martin se dedicó a vender
periódicos, bebidas y todo tipo de artículos con los que poder pagarse
sus estudios y paliar un poco la exigua economía familiar.
A los quince años ingresó en el
Morehouse College de Atlanta, único centro de estudios superiores para
negros, en cuya institución descubrió su verdadera vocación teológica.
Dos años más tarde, Martin fue ordenado ministro baptista con tan sólo
diecisiete años. Una vez consagrado y nombrado asistente de la iglesia
de su padre, pasó los dos veranos siguientes trabajando como obrero
ferroviario y en una fábrica con el propósito de entrar en contacto con
los problemas sociales de la comunidad negra.
Martin maduró intelectualmente gracias a la lectura de autores de tanta importancia y relevancia como Platón, Aristóteles, Rousseau, Hobbes y Locke,
entre otros muchos, los cuales le ayudaron a ir conformando su
pensamiento sobre las cuestiones sociales de los hombres que luego él se
ocuparía en plasmar durante su ardua lucha contra la segregación y
marginación de que eran objeto él y sus hermanos de raza.
Pero, sin lugar a dudas, la influencia
más poderosa en su quehacer como líder del movimiento de los Derechos
Humanos la obtuvo de las enseñanzas vertidas en varios libros por Mahatma Gandhi, de quien quedó vivamente fascinado por sus ideas del satyagraha (la fuerza de la verdad) y la ahimsa (la no-violencia), en los que Martin se apoyó para sostener su cruzada humanitaria.
En el otoño de 1948, Martin se graduó en
el Crozer Theological Lenguary de Pennsylvania para cursar estudios de
Teología, y en 1951, tras obtener su licenciatura, ingresó en la
Universidad de Boston, donde se doctoró en Teología. En febrero del año
1952 conoció a una prometedora concertista de piano, Loretta Scott, con la que contrajo matrimonio el 18 de junio de 1953. Fruto de esa unión fueron: Yolanda Denisse, en 1955; Martin Luther III, en 1957; Dexter, en 1961; y Bernice Albertine, en 1963.
LA PRIMERA BATALLA: LOS DISTURBIOS DE MONTGOMERY
En enero de 1954, Martin aceptó el
puesto de pastor en la iglesia baptista de Dexter Avenue, en Montgomery
(Alabama), famosa por ser una de las ciudades más duras en la
segregación racial, con una población de 50.000 negros y 80.000 blancos.
Allí Martin trabó amistad con el que se convertiría en su mejor amigo y
más fiel seguidor y colaborador en la lucha contra la segregación, el
también pastor Ralph Abernathy.
A finales de agosto de 1955, una mujer de color de 42 años, Rosa Parks,
fue detenida por negarse a ceder su asiento en el autobús municipal a
un blanco que lo reclamaba, a pesar de que ese mismo año el Tribunal
Supremo había prohibido la educación pública segregacionista y leyes
sociales discriminatorias para la población de color.
Rosa Park denunció el atropello a la
National Association for the Advancement of Colored People, la
N.A.A.C.P. (Asociación Nacional para el Progreso de las Gentes de
Color), cuyos dirigentes, entre ellos el propio Martin, acordaron el
boicot total a todos los autobuses urbanos de la ciudad, medida que se
prolongó durante 382 días. Martin Luther fue elegido por unanimidad
presidente del movimiento negro Montgomery Improvement Association,
organismo encargado de coordinar la protesta contra la segregación en la
ciudad, circunstancia que le permitió poner en práctica sus creencias y
teorías de lucha aprendidas en sus múltiples lecturas.
El lema elegido por Martin para
protestar no era “huelga” ni “boicot”, sino la palabra gandhiana de “no
colaboración”. El resultado de la protesta fue un éxito rotundo: Rosa
Parks salió de la prisión mientras que el Tribunal Supremo del país dio
orden de prohibir la segregación racial en todo tipo de transportes
públicos a nivel nacional.
EL LIDERAZGO DE MARTIN LUTHER KING EN EL MOVIMIENTO DE LOS DERECHOS CIVILES
Los
sucesos de Montgomery propiciaron a Martin la asunción del liderazgo de
la minoría negra de Georgia y posteriormente de todo el país, por lo
que muy pronto comenzó a sufrir las iras de los sectores blancos más
radicales y racistas. El 30 de enero de 1956 estalló una bomba en su
casa de Montgomery que por fortuna no produjo ninguna muerte. La
reacción de cólera por parte la comunidad negra al enterarse de lo
sucedido hubiera podido provocar un verdadero baño de sangre de no ser
por la habilidad de Martin para hacer valer su teoría de no-violencia y
no-colaboración.
En enero de 1957, Martin convocó una
reunión de todos los líderes negros del sur del país en la iglesia de
Ebenezer, en la que fundaron la Southern Christian Leadership
Conference, la S.C.L.C. (Conferencia de Dirigentes Cristianos del Sur).
La organización escogió como presidente a Martin, quien inició una
campaña frenética de conferencias y actos propagandísticos de la
organización por todo el Sur, en la que redefinió las directrices que
había de seguir en el futuro el movimiento de emancipación de los
negros. Sólo en ese mismo año Martin pronunció algo más de 200 discursos
en sitios diferentes. Con Martin como presidente, la S.C.L.C. emprendió
todo tipo de acciones destinadas a llamar la atención del Gobierno
Federal sobre el grave problema de la segregación, entre las que cabe
resaltar la impresionante marcha que lideró sobre Washington el 17 de
mayo de 1957, en la que participaron 30.000 negros y varios miles de
blancos.
Gracias al apoyo constante de su mujer, Martin siguió adelante con su línea de provocar y presionar a la presidencia de Eisenhower para
que éste dictara leyes antirracistas. En septiembre de 1958, Martin fue
detenido en Montgomery acusado de alterar el orden público, pero la
inmediata reacción de la comunidad negra determinó que éste saliera el
mismo día de su detención. Las autoridades no querían enfrentamientos ni
crear un panteón de mártires de la causa antisegregacionista.
El 19 de septiembre de 1958, Martin sufrió otro atentado cuando estaba firmando ejemplares de su libro Marcha hacia la libertad en los almacenes Blumstein de Harlem (Nueva York). El acto fue perpetrado por Izola Curry,
una mujer de color que sufría una esquizofrenia aguda, tal y como se
demostró posteriormente. Su acción no respondía a ningún plan
programado, pero a punto estuvo de matar a Martin cuando le hincó en el
pecho un estilete para abrir cartas. La herida le afectó a la vena
aorta, pero Martin no permitió que nadie le tocase, así que permaneció
inmóvil hasta que llegaron las asistencias médicas, decisión que sin
duda alguna le salvó la vida.
LA CONSOLIDACIÓN DEL LIDERAZGO
En marzo de 1959, Martin cumplió el
deseo de toda su vida al emprender con su esposa un viaje por varias
ciudades de la India siguiendo la huella y el espíritu de Gandhi. En ese
largo periplo llegó a la conclusión de que el método de lucha del
maestro era perfectamente aplicable en los Estados Unidos de América,
pero con una sustancial modificación: renunciar al progreso en un país
como Estados Unidos era prácticamente imposible, por no decir absurdo.
A su regreso, Martin tomó la decisión de
abandonar su cargo de pastor en Montgomery por consejo de Abernathy ya
que dada su total dedicación a la lucha contra el segregacionismo había
dejado en un segundo plano sus obligaciones como pastor. Nombrado
coadjutor de su padre en la iglesia de Ebenezer, Martin pasó a disponer
de mucho más tiempo libre para realizar su gran sueño y objetivo: llevar
la lucha por los Derechos Civiles a todos los rincones del país.
El primer escollo que tuvo que solventar
fue la oposición a sus métodos pacíficos por parte de otros grupos
negros mucho más radicales, como el Black Power o los Musulmanes Negros
de Malcolm X, enfrentamiento que se saldó en favor de las tesis de martin por su prestigio y éxito conseguidos hasta la fecha.
En octubre de 1960, Martin volvió a ser
arrestado en Atlanta en el transcurso de una de las múltiples sentadas
que el S.C.L.C. promovía por todo el país. Días después de la detención,
el senador y candidato demócrata a la presidencia, John Fitzgerald Kennedy,
intervino en su favor apoyando públicamente su lucha, tras de lo cual
se produjo su liberación. A finales de ese mismo mes, Kennedy se alzó
con la victoria por un escaso margen de votos al candidato republicano Richard Nixon,
prometiendo en los últimos días de su campaña luchar por los derechos
de todos los ciudadanos, blancos, negros, hispanos, etc., y contra todo
tipo de marginación.
Con Kennedy en la Casa Blanca, el
movimiento de los Derechos Civiles discurrió por cauces mucho más
positivos en sus resultados, con medidas aperturistas que, no obstante,
no pudieron evitar periódicos brotes de violencia por ambas partes. En
octubre de 1962, Martin se entrevistó con el presidente para presionarle
en su decisión de enviar al Congreso el prometido proyecto de ley que
definitivamente acabase con el vacío legal que existía en multitud de
cuestiones que provocaban desigualdades sociales y políticas entre los
blancos y los negros. La reunión surtió efecto, ya que el 19 de junio de
1963 el Gobierno de Kennedy envió a la Cámara de Representantes el
primer proyecto de ley serio en dicha materia.
LA CAMPAÑA DE BIRMINGHAM Y LA MARCHA DE WASHINGTON
El año 1963 fue crucial para el
movimiento de los Derechos Civiles. El primer suceso de relieve fue la
campaña de Birmingham (Alabama), en la que, tras varios días de
manifestaciones continuas y protestas, todas ellas violentamente
reprimidas por la policía local y su jefe, el tristemente famoso
comisario Eugene Connor (llegó a echar a los perros de
la policía contra una manifestación de adolescentes negros), y en la que
el propio Martin fue arrestado, se logró un amplio acuerdo según el
cual quedaba abolida la segregación racial en el estado de Alabama. La
consecuencia de estos hechos fue que el presidente estuvo más dispuesto a
que un nuevo paquete de leyes contra el racismo se discutiera en el
Congreso.
La culminación de la lucha encabezada
por Martin Luther King se produjo el 28 de agosto del mismo año, con la
marcha sobre Washington que congregó a más de 250.000 personas, 60.000
de las cuales eran blancas. La manifestación acabó ante el monumento a Abraham Lincoln,
en donde Martin se erigió como el líder moral de la nación y pronunció
el más emotivo discurso salido de sus labios, que comenzaba diciendo…”I
have a dream”… (He tenido un sueño).
Pocos meses después de su apoteosis en
Washington, el asesinato de Kennedy, fallecido en el profundo Sur sin
ser aprobada la Ley de Derechos Civiles, que ampliaba considerablemente
lo ya dispuesto sobre la materia, justo cuando más arreciaban los nuevos
brotes de violencia por parte de la comunidad blanca más reaccionaria,
proporcionó un duro golpe al movimiento y al propio Martin, quien se
sintió hundido y desolado. A pesar de que el nuevo presidente, Lyndon B. Johnson,
recogió el testigo dejado por Kennedy aprobando inmediatamente la ley y
varias resoluciones más, Martin se mostró muy reservado y bastante
escéptico ante la nueva perspectiva que se abría al movimiento y a su
propia persona. Por él, para que la situación mejorara no sólo debían
cambiar las leyes, sino también las conciencias de todos los hombres,
propósito del todo punto imposible.
AMPLIACIÓN DE MIRAS
Al regresar a los Estados Unidos, en
octubre de 1964, tras una larga gira por varios países de Europa en los
que se entrevistó con Willy Brandt y el papa Pablo VI, entre otros, Martin tuvo que guardar reposo afectado
de un agotamiento extremo, tiempo en el que se enteró de la concesión
del Premio Nobel de la Paz concedido por la Academia Sueca. La
retribución del premio (54.123 dólares) la destinó íntegramente a la
financiación de las actividades por los Derechos Civiles del S.C.L.C.
Tras el reconocimiento de la igualdad de
derechos, Martin se propuso conseguir el derecho efectivo al voto de
los negros, para lo cual se entrevistó con el presidente Johnson el 9 de
febrero de 1965. En agosto del mismo año, el presidente firmó una ley
que anulaba todas las trabas legales inventadas por los racistas para
entorpecer la inscripción de los negros en las listas de votantes.
Martin no se conformó con lo obtenido, sino que siguió más alerta si
cabe para que las leyes se llevaran a cabo sin obstáculo alguno.
Aparecieron grupos negros radicales que
rechazaban las tácticas de Martin y que fomentaron serios disturbios en
las principales ciudades de la nación, el deterioro progresivo de las
relaciones entre la administración de Johnson y Martin por el espinoso
tema del Vietnam (Martin hizo pública su repulsa a la intervención
estadounidense en la zona asiática), y el constante acoso del que era
objeto por parte del poderoso FBI de Edgar Hoover,
provocaron en Martin un replanteamiento no sólo de su táctica de
protesta, sino también de los objetivos por los que luchar. A su
tradicional lucha contra la segregación racial, Martin agregó la
preocupación por las clases más marginadas e indigentes del país,
independientemente de la raza. Sus intenciones no eran otras que dejar
de ser el líder exclusivo de la comunidad negra para pasar a abanderar
los derechos de los pobres en general, de los desheredados.
EL ASESINATO
El 3 de abril de 1968, antes de dar
comienzo la “marcha de los pobres”, como Martin la había bautizado, éste
pronunció un discurso profético en Memphis, en el que afirmaba que
…”vendrán días difíciles… pero no me preocupan, porque he llegado a la
cima del monte”… Al día siguiente, Martin cayó mortalmente herido tras
ser alcanzado por una bala procedente del rifle Remington disparada por
el asesino a sueldo James Ray. Los testigos presenciales de tan horrendo crimen fueron su colaborador y amigo Abernathy, y el joven pastor baptista Jesse Jackson.
Abernathy tomó el relevo del movimiento negro emprendido por Martin. Su
esposa Loretta King tampoco abandonó nunca la tarea comenzada por su
marido.
Martin Luther King fue enterrado en el
cementerio de Atlanta, cuya tumba fue declarada por el Congreso lugar
histórico nacional. El tercer lunes de enero también se constituyó
fiesta nacional en conmemoración de los Derechos Civiles de los negros
por los que él luchó hasta con su propia vida. En su lápida rezan las
palabras que él mismo pronunció ante el monumento de Lincoln: “Libre al
fin, libre al fin. Gracias, Dios Omnipotente, soy libre al fin”.
Para concluir, podemos afirmar que la
verdadera trascendencia de la figura y obra de Martin Luther King no
reside solamente en los innegables e importantes éxitos que consiguió
para erradicar la segregación de los negros de su país y paliar la
situación de las clases menos favorecidas en general, sino en que tuvo
la facultad de convertirse en un modelo a seguir a nivel mundial, es
decir, por todas las razas, convirtiéndose en uno de los íconos más
relevantes de este siglo. Eso, ciertamente, sólo está al alcance de unos
pocos elegidos.
BIBLIOGRAFÍA
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tiempo: Estados Unidos de América desde 1954 a 1963. Buenos Aires: Grupo
Editor Latinoamericano, 1992.
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Fuente: www.enciclonet.com
Vìa :
http://www.elciudadano.cl/2010/01/16/hace-81-anos-nacio-martin-luther-king-uno-de-los-grandes-del-siglo-xx/
http://www.elciudadano.cl/2010/01/16/hace-81-anos-nacio-martin-luther-king-uno-de-los-grandes-del-siglo-xx/
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