Prisión preventiva
Tras la detención Nahuel pasa directamente a prisión bajo régimen FIES 3BA, un régimen especial dentro de prisión que se caracteriza por un mayor control y vigilancia que se suele combinar con el aislamiento de la persona presa, como ha sucedido en el caso de Nahuel que ha estado meses en aislamiento, aunque actualmente no lo está. A esto hay que sumarle que en un solo año Nahuel haya pasado por hasta 5 cárceles distintas: Soto del Real, Navalcarnero, Estremera, Morón de la Frontera (Sevilla) y Aranjuez. Desde la cárcel le han tratado de poner todas las dificultades posibles. Al aislamiento hay que sumarle la aleatoria interrupción de comunicaciones con el exterior o negarle la asistencia médica cuando lo solicitaba. El hecho de llevarlo lejos de Madrid, su lugar de residencia, hasta Sevilla constituye una de las formas de maltrato en prisión más severas, pues es un castigo para su familia y seres queridos que deben realizar viajes de cientos de kilómetros para poder visitarle. Sin embargo uno de los castigos más significativos ha estado en la cuestión de la alimentación. Nahuel es vegano y si la alimentación en prisión ya es de por si insuficiente, se han encargado de hacérselo más difícil negándole una alimentación acorde a su dieta. Aun así, una campaña solidaria consiguió que desde el 3 de febrero el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria accediera a darle una alimentación vegana. El problema es que con cada traslado de prisión la historia se repite y se deja de respetar el mandato.
Racismo institucional
Legalmente una persona no puede estar más de 24 meses, prorrogables hasta los 48, en prisión preventiva a espera de juicio. Además, las razones para estar de forma preventiva son la alarma social o el riesgo de fuga. Ambos son términos bastante ambiguos, lo que da lugar a todo tipo de abusos. Por alarma social podemos entender sucesos que crean conmoción pública, desde asesinatos, violaciones o atentados de grandes proporciones. En el caso del riesgo de fuga se suele tener en cuenta el arraigo de la persona presa con el lugar de la detención. Es decir, se considera que una persona tiene arraigo en un lugar si en el habitan sus familiares o amigos, si lleva años viviendo en el mismo entorno, si trabaja o estudia. Nahuel cumple con todos los requisitos, entonces ¿Donde está el problema? Pues resulta que Nahuel es de origen peruano, aunque lleva viviendo en Madrid desde hace casi 10 años. A este hecho se agarran las autoridades para mantenerle preso, lo que refleja un claro sesgo racista por su parte. Además, desde los medios de comunicación se aseguró que era chileno, en un intento de vincularle con la actividad anarquista de dicho país.
Manipulación y miedo
El de Nahuel no es un caso aislado, pero probablemente sea uno de los casos más injustos a los que nos hayamos enfrentado en los últimos tiempos. Los cuerpos policiales especializados en cuestiones políticas y antiterroristas deben justificar su existencia de alguna forma tras el fin de la lucha armada de ETA. De esta forma, desde los despachos de la Brigada de Información, se gestan algunos de los informes más absurdos que podamos ver ¿Un grupo antidrogas organización terrorista? ¿Que será lo siguiente? Estos cuerpos policiales están realizando una huida hacia adelante en vista de que su trabajo pierde sentido, creando así fantasmas como el recurrente “anarquismo insurreccionalista internacional”, que al parecer son un grupo que llevan siendo unos pocos cientos desde hace años y que se dedican a viajar de ciudad en ciudad por todo el mundo armando disturbios. Un argumentario pobre y absurdo que los medios de comunicación se encargan de difundir para generar sensación de miedo y peligrosidad en la población para que así todas las medidas y leyes represivas logren aceptación.
Desde estas líneas animamos a participar en todas las acciones en solidaridad con la causa de Nahuel, desde escribirle cartas a prisión a acudir a los actos por su causa. Lo más importante es romper con el aislamiento que tratan de inculcar por medio del encierro en prisión. Porque Nahuel no está solo si todos/as estamos con él. Libertad y absolución para los/as compañeros/as de Straight Edge Madrid.
Dirección actual (23/10/16): Juan Manuel Bustamante Vergara. Carretera nacional 400, Madrid-Toledo km.28 CP 28300. Centro Penitenciario Madrid VI, Aranjuez (Madrid).

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