El juicio, al que asistieron decenas de vecinos de Lavapiés para apoyar a Javier, estuvo marcado por las repetidas contradicciones de los funcionarios, que rozaron el esperpento en numerosas ocasiones.
* Por ejemplo, uno de los agentes aseguró
que nuestro compañero estaba manoteando con las dos manos en el momento
de su detención, mientras que el agente que declaró inmediatamente
después afirmó que Javier estaba sujetando su cámara.
* El agente que reclamaba una indemnización
de 7.400 euros por haberse hecho supuestamente una rotura parcial en el
extensor de un dedo aquella noche declaró que había un gran tumulto en
la plaza de la Corrala cuando Javier fue detenido y después dijo que, en
medio de aquel tumulto, sugirió al acusado “reiteradamente” que le
soltase el dedo del que le estaba sujetando “porque le estaba haciendo
daño”.
* Además, ni la acusación ni la fiscalía
presentaron como prueba la grabación registrada en la cámara de Javier
durante su detención, a pesar de que dicha cámara le había sido
confiscada y nunca se le devolvió alegando que iba a ser utilizada como
prueba judicial.
* Y lo más grave: el juez Ignacio González
Vega no permitió hablar a los dos testigos presentados por la defensa,
dos personas que se encontraban en la Plaza de la Corrala en el momento
de la detención de Javier y que contemplaron cómo fue inmovilizado en el
suelo sin mediar palabra y posteriormente agredido por agentes de
paisano y antidisturbios con patadas y puñetazos por todo el cuerpo.
Esta negativa del portavoz de Jueces para la Democracia nos resulta
insultante, y más teniendo en cuenta que la incomparecencia de uno de
los testigos policiales el día 26 de mayo fue considerada por el mismo
juez como motivo suficiente para aplazar la vista oral más de cinco
meses.
La condena a seis meses de pena de multa por un delito de resistencia
a la autoridad, más otros seis meses de pena de multa por un delito de
lesiones, más dos multas de 7.400 y 200 euros como indemnización a dos
de los policías que le agredieron aquella noche, nos parece una burla y
una vergüenza.Desde la Asamblea Antirrepresiva de Lavapiés queremos recordar que este juez es el mismo que ya condenó a Sandra en diciembre de 2014, en un caso especialmente sangrante para los colectivos que luchamos por los derechos de las personas migrantes. Sin embargo, en los medios masivos se puede encontrar habitualmente al señor Ignacio González concediendo entrevistas en las que se manifiesta en contra del TTIP, contra la discriminación de género en las instituciones públicas, o incluso, en el colmo de la hipocresía, contra las devoluciones en caliente en el Muro de la Vergüenza de Melilla. Consideramos que, tanto en el caso de Sandra como en el de Javier, el portavoz de Jueces para la Democracia ha dictado sentencias que avalan, de facto, montajes que fomentarán más impunidad policial, más represión contra la población migrante y más persecución, cárcel y miseria para quienes se opongan a este estado de coerción en el que vivimos. No entendemos cómo esto puede ser compatible con los principios de imparcialidad, equidad y derechos fundamentales de los que luego se llenan las notas de prensa de la Asociación Jueces para la Democracia que él representa.
Además, esta asociación de jueces es una de las canteras de la que el partido político Podemos obtiene sus candidatos estrella últimamente, y no nos extrañaría ver al juez Ignacio González Vega encabezando próximamente alguna lista electoral de esas que prometen regenerar nuestra democracia y devolver al pueblo lo robado por los corruptos.
Desde nuestra asamblea queremos recordarles que el pueblo tiene memoria y que, si no la tiene, para combatir su impostura siempre nos quedarán las bases de datos donde se recogen las sentencias que sus asociados han venido dictando durante años al frente de diferentes juzgados. Recordamos las actuaciones contra presos víctimas de la represión política de una de las fundadoras de dicha asociación, Manuela Carmena, mientras era titular del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria nº 1 de Madrid, y por eso no nos extraña ver la crueldad con la que ahora ella y su policía, con y sin Plan Integral contra la Venta Ambulante, se emplean contra nuestros compañeros manteros cuando intentan ganarse la vida en nuestras calles.
Habrá gente que nos pueda decir aquello de “os equivocáis de enemigo” por señalar públicamente a jueces supuestamente progresistas. Pero son ellos también los directamente culpables de la oleada represiva que estamos viviendo. Nuestros enemigos son los que nos condenan y nos persiguen, ya sean del PPSOE o de los nuevos partidos ciudadanistas, pues nos seguirán dando puñaladas por la espalda a la menor oportunidad que encuentren.
Por otra parte, tenemos que pedir de nuevo la solidaridad económica con nuestra Caja de Resistencia. Después de los eventos que esta asamblea ha organizado desde que conocimos la ridícula petición de la fiscalía contra nuestro compañero, hemos logrado recaudar cerca de 4.000 euros, pero todavía nos falta más del doble para poder asegurar su libertad. Así que os recordamos el número de cuenta que hemos abierto a tal efecto:
Triodos Bank: ES4014910001212188457028
Además, os invitamos al evento que haremos el próximo sábado 12 de noviembre a partir de las 20:30 en el C.S.O.A. La Quimera de Lavapiés, en el que lo recaudado irá destinado a esta causa.
Finalmente, hacemos un llamamiento a colectivos y asambleas afines para difundir nuestra denuncia pública del juez Ignacio González Vega y la hipócrita asociación a la que representa.
@JpDemocracia #Juecesparalademagogia
CONTRA EL RACISMO Y LA REPRESIÓN, SOLIDARIDAD VECINAL.
¡Basta de redadas y de montajes!
¡Ningún ser humano es ilegal!
Asamblea Antirrepresiva de Lavapiés
vía:
Portal Libertario OACA.
Portal Libertario OACA.
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