Basta que me diga nuevo y lo soy, así parecen creer que suceden las
cosas algunos en la derecha. Casi, como juego de niños, que se salta
condiciones y procesos confíando que a su sola mención aparecerán los
dinosaurios y las princesas.
O quizás, este es un nuevo
ejercicio del poder que hoy reúnen, porque ya era hora de
autodenominarse y anunciar su mutación: la Nueva Derecha (ND) está aquí y
llega para quedarse, en palabras de su adelantado Hinzpeter. Ese cambio
de pelo busca enterrar la mala fama de matón del barrio, pero a la vez
quiere traducir una voluntad de verse distintos y se asume que es el
gobierno la locomotora que debe tirar los carros. E inmediatamente se
arma el foro y se disparan entre ellos como balacera de “Los
Intocables”. Porque todo indica que quién logre acreditar la paternidad
sobre el concepto, estará hegemonizando a todo el resto en el futuro y
marcando con sus sellos esa nueva piel del mismo lagarto de siempre. Por
ello la UDI se preocupa, porque si aceptar a Piñera es forzado y no
tuvo opciones en su momento, cosa muy distinta es que otros se apropien
de la guagua e incluso le pongan sus dos apellidos.
Pero no
nos confundamos, esta ND no hace cálculos en el agua, porque si algo
sabe es de oportunidades y negocios, de evaluar el mejor momento, de
rentabilizar inversiones y todas esas que aprecia como virtudes está
dispuesto a aplicarlas sin remilgos a la política de todos los días. Y
más aún ahora desde el gobierno, con una exacta proporción en la pócima
de pragmatismo y personalismo que ya tiene tantas manifestaciones en la
cotidianeidad de estos meses.
La nueva “forma de gobernar” y
los cuatro años que tiene serán el tiempo político para parir
efectivamente esto que hoy se anuncia como la ND. Porque más allá del
presente este concepto quiere ser el puerto para la carta de navegación
que inicia, esta vez desde el ejecutivo. Porque este gobierno requiere
urgentemente dotarse de norte, porque sino se extraviara en el
aprendizaje de conducir los destinos públicos desde una condición
distinta a la dictadura, que es lo que conoce como experiencia cercana.
Es evidente que transcurridos los primeros nueve meses, el gobierno de
Piñera no consigue resolver en forma simultánea: las promesas por las
que fue elegido, las tareas de reconstrucción del 27/F y los
imponderables-oportunidades que se le presentan como el accidente y
luego exitoso rescate de los 33 mineros.
Su negocio es el
corto plazo, los escenarios en que tiene o logra el máximo dominio de
los factores, porque la negociación y los acuerdos no son lo suyo,
aunque muchas veces se vea en la obligación de ceder. Siempre que pueda
elegir apostara a lo que le signifique más efecto y renta de imagen y
por ello en su momento quedaron postergadas las otras dos tareas, por el
rescate de los 33 mineros, en un riesgoso juego del todo o nada. Una
emergencia puede asumirse con sello gerencial, concentrando recursos
humanos y materiales y proyectando escenarios de costo/oportunidad. No
es el caso de un programa de gobierno o las tareas de reconstrucción,
allí se requiere ser gobierno, construir acuerdos, actuar conjugando
intereses muy diversos.
Así, el gobierno de Piñera aún se
debate entre inventar el día a día desde la agenda mediática o impulsar
sus propias tareas. Necesita la segurización de las encuestas, necesita
medir el posicionamiento televisivo de sus acciones, porque eso es como
medir la fluctuación de sus acciones en este otro mercado bursátil, que
es la opinión pública.
Hay que considerar que en un
gobierno de características radiales como este, es el jefe-centro quien
define el rumbo, mientras las delegaciones y autonomías están
constreñidas al máximo. Si se considera que la emergencia y
reconstrucción había ya postergado el programa de gobierno, con la
coyuntura de los 33, este viviría su segunda postergación. Incluso los
anuncios más rimbombantes del 21 de mayo hoy aparecen desdibujados en
este escenario de superposiciones para un gobierno inhábil y altamente
centralizado. Pero, no hay que cantar victoria, están enredados, pero
tienen los meses estivales para ordenarse, a menos se les cruce la
movilización social de los afectados y que por estos días tan crudamente
simbolizan las 33 mujeres enterradas voluntariamente en Lota, para
exigir volver a tener un trabajo con sueldo mínimo. O una activa,
consistente e inteligente oposición política en el parlamento o muchos
municipios perdiendo la paciencia.
Que es inculto, que
tiene escasa inteligencia emocional, que le quedan cortas las mangas de
sus chaquetas, que confunde el canelo con el laurel, que se sobreactúa
hasta saturar los temas, que no empatiza con las personas, que no cuida
la investidura presidencial, etc. Son demasiados y diversos los juicios
centrados en los aspectos formales de Piñera en tanto presidente, y esos
árboles son los que no están dejando ver el verdadero bosque.
Porque
todo ello que se le critica machaconamente al millonario mandatario hay
que evaluarlo no desde las alturas y los cenáculos de la política con
twiteros y cafecitos fragantes sino desde los y las chilenas de a pié,
esperando el Transantiago o girando cinco lucas en el Banco Falabella
para llegar a fin de mes. ¿Cómo son recepcionadas las imágenes y relatos
de esta “nueva forma de gobernar”? porque finalmente a este gobierno de
derecha lo estarán evaluando los ciudadanos por lo que efectivamente
haga en relación a sus percepciones y vida material concreta y en ese
momento quizás muy poco importe el papelito de los 33 o la última
torpeza que se le atribuya al gobernante.
Para todos
quienes queremos que este gobierno dure sólo los cuatro años y ni un día
más, resulta mucho más sustancial detectar aquellos rasgos de este
gobierno que incuba esta ND y que son verdaderas bombas de tiempo, en la
medida se acentúen. Por ejemplo la falta de límites y ponderación, el
buscar hacer un ejercicio del poder omnímodo, sin cuidar procesos ni
formas cuando de resultados se trata. Como evidencia por ejemplo el tema
de las elecciones en el fútbol, al ser capaz de favorecer y propiciar
un cambio tan audaz y de tanta repercusión, sólo para responder a sus
intereses múltiples como ND. Unir al dominio y poder en el ámbito de los
negocios, a la mayor parte de las universidades, a lo sustancial de los
medios de comunicación…entre otros significativos sectores con el mundo
de la industria del futbol, resulta importante y estratégico, sobretodo
si ello ocurre en este periodo, o sea, cuando se busca sentar las bases
de a lo menos dos periodos más de gobierno hasta totalizar doce años y
en este tiempo conseguir la madurez de su refundación y donde la apuesta
sea una ND consolidada.
Esa falta de escrúpulos, esa sed
de poder total, eso de no considerar al resto si que es un rasgo del ADN
que esta derecha gobernante no logra disimular ni contener. Y si Piñera
es su exponente exacerbado, ya se acumulan demasiados ejemplos que no
se puede creer en sus anuncios por más envueltos en celofán vengan.
Porque “los nuevos derechistas” no trepidan en buscar asfixiar al Museo
de la Memoria en la propuesta presupuestaria igual que al Plan
Araucanía. Porque los jubilados y la rebaja del 7% solo fueron un
voladero y el fuero maternal también. Y que más allá de efectismos las
condiciones laborales de la inmensa mayoría de los y las trabajadoras no
tienen expectativas de cambio como gracia o autoconciencia
gubernamental. La promesa de más empleos, siempre significara trabajo
precario como los revelados por la huelga de Farmacias Ahumada, la
minera Collahuasi o los trabajadores de los rutilantes Casinos Enjoy. O
las promesas de no despido a los trabajadores del sector fiscal
incumplidas de inmediato. Luces, challa, promesas, instalaciones
mediáticas, cuentos, relatos, mentiras…que “de nuevo” no tienen nada.
Este
gobierno descuida el presente porque esta embriagado por su futuro, o
como diría de nuevo un sabio lolo: está en otra, pariendo
presidenciables como coneja. Por eso ya cuenta con cuatro postulantes en
el gabinete a menos de un año de gobierno. Y decimos cuatro, porque el
presidente seguramente tampoco descarta serlo y para ello ya se prueba
la temperatura del agua al anunciar la posibilidad de un proyecto de ley
de reelección. Y los medios- particularmente escritos- hacen el coro y
la elección del 2014 busca ser la zanahoria tres años antes, pero sin
duda el juego implícito es el copamiento de la agenda, el instalar
tempranamente en la opinión pública no sólo el deseo de perpetuarse en
el poder, sino además que eso tiene rankeados personajes esperando en
fila, más o menos como la opción de comprar Fanta o Coca Cola, o sea,
todos de la misma empresa.
Porque lo adelantado de la
carrera presidencial puede evidenciar dos situaciones muy disímiles. O
se tiene un dominio absoluto del espacio y los tiempos políticos, y es
ello lo que permite colocar temas “internos” como si fuera necesario
responder a un clamor ciudadano de perpetuación o es expresión de un
escenario desordenado, donde cada quien juega sus intereses y una
temprana pugna se instala en el corazón del gobierno distrayéndolo de
tareas postergadas, cada vez más urgentes.
Lo cierto, es
que cada participante en la carrera de esta ND alista su agenda.
Hinzpeter ve seguridad, drogas y policías rudos por todas partes (da lo
mismo si buscan drogas o es el partido de fútbol de despedida a Bielsa),
mientras habla sin mover un músculo, como oráculo que conoce su libreto
de memoria, seguro de ser el heredero favorito. Golborne, en tanto
juega a estrella, luego que ni en la más audaz de sus cimarras en el
Instituto Nacional pudiera imaginar esta situación, pero es inexperto e
impaciente y por más charlas, viajes y lagrimas, el tiempo es el tiempo.
Y Lavín, que es el heredero por fuera, el verdadero y legitimo y el
único que de verdad sabe, ahora intenta su jugada maestra: cambiar la
educación sin el Colegio de Profesores y en tiempos de desmovilización
natural del estudiantado (por el receso veraniego), revelando sus
propósitos al mover horitas para allá y para acá. Reduciendo la incomoda
Historia y censurando cuentos de determinados autores de las
sugerencias de lecturas o externalizando funciones del Simce. Todo para
apostar a tener en marzo un nuevo rostro del sector.
Esta
ND ya es conocida en otros sitios. En Francia e Inglaterra se ha
traducido en recortes presupuestarios y debilitamiento del Estado en
áreas como la salud y la educación, cambios en la previsión social y
endurecimiento de las políticas frente a los emigrantes. Esta ND puede
incluso conceder aspectos significativos y efectistas en lo valórico,
pero no renunciará nunca, nunca a acrecentar la velocidad de circulación
del capital para beneficio de los grandes negocios, porque de allí
provienen y a esos intereses sirven. Menos sociedad civil y ciudadanía y
mayor multiplicación de consumidores activos y desprotegidos.
Debilitamiento del Estado por la vía de externalizar recursos hacia los
grandes privados, porque las PYMES tampoco son su prioridad.
Pero, una gran pregunta ronda el análisis de la entronización y escenarios proclives para esta Nueva Derecha.
¿Dónde
está esa Nueva Izquierda (NI) que le salga al paso? ¿Dónde está esa NI y
demás sectores progresistas y democráticos dispuestos a desenmascarar
esta ND envalentonada? ¿Dónde esta esa NI más allá de los partidos de la
Concertación y del PC, esa NI integradora de fuerzas en constitución o
regionales, esa NI más allá de la franja de los y las que militan?
¿Dónde se encuentra, para de verdad conectarse con los ciudadanos que
sólo consumen televisión? De los abusados por la letra chica de las
instituciones generadoras de endeudamiento mediante tarjetas. De todas
las formas de subempleaos con o sin corbata o cartón universitario.
¿Dónde esta esa Nueva Izquierda que no sabe o no quiere deslindar
intereses con los privados, que antes fiscalizo como autoridad? ¿Dónde
esta esa Nueva Izquierda capaz de asumir con audacia e imaginación las
relaciones con nuestros pueblos vecinos como Bolivia, sin esperar que
Longueira recuerde el tema?
Y la lista es larga, pero posible…
¿Dónde
está esa NI capaz de experimentar convocatorias ciudadanas a través de
las redes sociales de Internet para llamar a boicotear una compañía y
sus productos, o hacer moratoria de pagos o desafiliaciones masivas?
¿Dónde esta esa NI que asuma un nuevo trato constitucional de verdad con
el pueblo mapuche? ¿Dónde está esa NI que apuesta decididamente a
profundizar la democracia, posibilitando nuevas condiciones para
interesar a miles de nuevos votantes hoy desinteresados? ¿Donde esta esa
NI capaz de asumir la legalización del consumo de la marihuana sin
criminalizar a los jóvenes? ¿Dónde esta esa que se atreve a realizar
opciones de nuevas opciones de matriz energética, descartando el
cortoplacismo de energías contaminantes y peligrosas? ¿Dónde está esa NI
que asume familias y opciones sexuales diversas, todas requeridas de
tener derechos constitucionales? ¿Dónde esta esa NI que rompa la lógica
clientelistica de relación con sus bases sociales y retome-incluso a
contracorriente- la educación política, apostando de nuevo a despertar
el viejo Topo de la historia? ¿Dónde esta esa NI, exenta de
personalismos trasnochados y verborreas irresponsables? ¿Dónde está esa
NI capaz de construir unidad desde la diferencia, con la paciencia de
las causas importantes? ¿Dónde esta esa Nueva Izquierda que no pide
permiso para construir paso a paso la verdadera felicidad para las
familias, aunque no tengan permiso, como cantaría Benedetti? ¿Dónde esa
NI que promueve la cultura y las artes porque sabe que es alimento para
los espíritus y conciencias y que ello proviene de la raíz de sus
orígenes e historia? ¿Dónde está esa NI sencilla que le pierde el temor a
ir a dialogar de verdad con quienes les votaron y hoy critican,
partiendo por escucharlos, simplemente escucharlos?
Muy
seguramente, algo tendrá que ver en la audacia de la ND lo desdibujado y
tardío del proceso de construir o re-construir esa Nueva Izquierda como
parte de un frente de mayorías. Seguramente las autocríticas y análisis
en espacios cerrados que hoy ocurren, son un camino demasiado
conservador para las energías que es preciso poner en movimiento. Porque
esperar pasivamente el 2014 confiados en la mantención del
posicionamiento en las encuestas de la ex presidenta Bachelet es un
flaco favor a la trascendencia de ese liderazgo y además una renuncia
anticipada a volver a la política. Volver a realizar la tarea de
recuperar influencias en las bases sociales de todo tipo, volver a
librar la lucha ideológica que revelará “todo lo nuevo de esta derecha”.
Volver a convocar nuevas y mejores ideas mucho antes de los desafíos
electorales del 2012 en adelante. Porque mientras gobierne esta derecha
travestista será necesario ser oposición activa en lo cotidiano más allá
del parlamento.
Posiblemente no es la fortaleza de ellos
sino esencialmente la debilidad nuestra (léase así de amplio: la de
todos y todas quienes no queremos más Piñera ni nueva ni vieja derecha
para Chile) lo que hoy posibilita que pese a los autogoles e
insuficiencias de un gobierno como el de Piñera, la ND pueda ya pensar
en proyectarse doce años, en un exitismo que da escalofrío…y también
vergüenza.
Fuente, vìa :
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=117130&titular=la-mutaci%F3n-de-la-derecha-
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