Si bien todos los Estados han hecho de
la seducción una parte constitutiva de sus políticas, se dan casos
extremos, en que el Estado se identifica con la figura de un líder.
Cuando el Estado se confunde con un liderazgo singular, irrumpe el
llamado “culto a la personalidad”, un fenómeno que
suele acompañar a los regímenes autocráticos. En cambio, cuando una
determinada personalidad adquiere preeminencia como fenómeno de públicos
masivos, estamos más bien ante formas populistas.
En una “democracia de baja intensidad”,
como en el Chile actual, el poder estatal se encuentra devaluado por
una orientación neoliberal que lo ha hecho funcional al mercado. Este
debilitamiento del Estado no significa, de buenas a primeras, una
ausencia simbólica. Muy por el contrario, la constante se mantiene por
una hipertrofia del fasto mediático. El actual gobierno de derecha, ha
mostrado sus mejores armas, precisamente, en el manejo mediático que ha
hecho de sus políticas articuladas desde el Estado, fortaleciendo la
figura presidencial y la de sus colaboradores más próximos.
Es interesante advertir cómo el
espectáculo mediático y el Estado, han adquirido formas nuevas de
relación. Ya no se trata tan sólo de publicitar una política pública o
un evento cultural. El horizonte, hoy, es reinventar la tradición,
instituyendo una visión del Bicentenario a través de la prensa y la
televisión, y construir, además, la imagen de un gobierno a partir de la
figura presidencial. La presencia del actual presidente queda asegurada
cada noche mediante distintos dispositivos que ocupan su lugar ya sea
como noticia o como entrevista.
La derecha en nuestro país conoce muy
bien las estrategias mediáticas para asegurar o derrumbar gobiernos. La
propiedad de los medios en pocas manos le ha permitido administrar con
relativa facilidad el imaginario de nuestra sociedad. El actual gobierno
de derecha sólo extiende este poder mediático al ámbito del Estado,
legitimando todas y cada una de sus actuaciones, justificando sus
dificultades y yerros.
El Estado Seductor de la
derecha chilena se va a fortalecer a través de estrategias mediáticas en
los próximos años, en la justa medida en que las condiciones que
permiten su hegemonía comiencen a deteriorarse. De este modo, la
ecuación entre Poder y Comunicación permanece constante en cada “performance videopolítica”, sea que se trate de una gira por el continente asiático o de una treintena de mineros atrapados en las entrañas de la tierra.
Álvaro Cuadra
Investigador y docente de la Escuela Latinoamericana de Postgrados. Elap. Universidad Arcis
Vìa , fuente:
http://www.elciudadano.cl/2010/11/25/el-poder-y-la-comunicacion/
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