- Foto: Rafael Cavalcante
El 29 de abril del 2009 se debatía en
el Congreso de los Diputados un informe
presentado por el Tribunal
de Cuentas sobre los procedimientos
de contratación de las mutuas
de accidentes de trabajo y enfermedades
profesionales de la seguridad
social (MATEPSS).
El informe
denunciaba irregularidades en las
mutuas, lo que llevó al representante
del PP en el debate, Ramón
Aguirre, a calificarlo de “relato de
una estafa”. El más sonado era el
fraude protagonizado por la Mutua
Universal, que utilizó a siete empresas
satélite para facturar servicios
inexistentes a la Seguridad
Social. La cantidad defraudada fue,
supuestamente, de 219 millones de
euros entre 1990 y 2007. En el citado
informe del Tribunal de Cuentas
demuestra que el de la Mutua
Universal no es un caso aislado.
A pesar de los informes que denuncian
la actividad fraudulenta de
estas “asociaciones empresariales
sin ánimo de lucro”, los cambios legislativos
las han ido dotando de
competencias que superan sus primitivas
funciones de cobertura de
bajas por accidente y que las convierten
en un elemento clave en el
proceso de privatización de la sanidad.
Pero ¿qué son las MATEPSS?
Las actuales mutuas tienen su origen
a comienzos del siglo XX como
asociaciones de patronos con el objetivo
de hacer frente a la nueva legislación
que obligaba a pagar indemnizaciones
a los trabajadores
por accidentes laborales y a cubrir
su salario durante el período de baja.
En 1963, el régimen puso los cimientos
del sistema de sanidad pública
con la Ley de Bases de la
Seguridad Social que excluye a las
compañías privadas de seguros de
la cobertura sanitaria, quedando
fuera de esta categoría las mutuas
al ser organizaciones sin ánimo de
lucro. A partir de ese momento, la
cobertura sanitaria quedó en manos
de la entidad gestora de la
Seguridad Social y de las mutuas
patronales, que se han convertido
en entidades colaboradoras encargadas
de cubrir las bajas derivadas
de contingencias laborales.
En las últimas décadas se ha dado
un proceso de concentración que
ha provocando la creación de macromutuas
(actualmente existen 20,
en contraste con las 253 que llegó a
haber registradas en 1959).
Hoy, las
mutuas funcionan como entes de
gestión de la sanidad y presentan
un sospechoso apetito de crecimiento
hacia áreas dominadas por la
Seguridad Social, a pesar de ser empresas
sin ánimo de lucro.
Más allá de una cuestión de beneficios
económicos, el interés para el
empresariado en el fortalecimiento
de las mutuas está, en palabras de
Jesús Uzkudun, secretario de Salud
Laboral y Medio Ambiente de
CC OO de Euskadi, en que “realizan
el trabajo sucio de la patronal”
derivando casos de accidentes o enfermedades
profesionales a la sanidad
pública, rechazando su origen
laboral y eximiendo de responsabilidades
a la empresa.
Gestión de las bajas
La última reforma laboral, aprobada
por el Gobierno del PSOE, equiparó
por primera vez a los hasta
ahora médicos evaluadores de las
mutuas con los médicos del servicio
público de Sanidad lo que posiblemente
provocará la generalización
de una práctica habitual: el alta prematura
a los trabajadores de baja
por accidente laboral.
La abogada laboralista Esperanza
de Lorenzo ha descrito, en declaraciones
a DIAGONAL, el caso de uno
de sus clientes que se encontraba
en una situación de incapacidad
temporal debido a una enfermedad
psiquiátrica y percibía la pertinente
prestación económica por parte de
la mutua.
La mutua aprovechó una
ausencia a un control médico por
parte del paciente para retirar la
prestación que finalmente tuvo que
abonar tras una sentencia favorable
al trabajador después de un largo
proceso. Uzkudun aporta datos sobre Mutualia,
que en 2011 ha dado
184 altas por incomparecencia al
control de la mutua frente a 19 el
año pasado. Los datos más llamativos
aparecen en el terreno de las enfermedades
profesionales: las mutuas
registraron tan sólo nueve casos
entre 2000 y 2008.
El futuro del sistema sanitario
La CEOE se ha puesto entre sus objetivos
para la nueva legislatura
aumentar todo lo posible las competencias
de las mutuas. Para
Uzkudun “el objetivo de la patronal
es controlar la enfermedad común y
que los trabajadores acudan a la mutua
tanto para las contingencias profesionales
como para las comunes”
lo que este responsable de CC OO
califica de “barbaridad social y
sanitaria”.
Desde la Federación de
Asociaciones para la Defensa de la
Sanidad Pública, Marciano Sánchez
Bayle tiene una visión pesimista del
futuro, en el que prevé que “se favorezcan
las competencias de las entidades
empresariales sobre las mutuas
y la gestión de las bajas, lo que
a la postre supondrá lesionar más
los derechos de los trabajadores”.
Los sindicatos de concertación,
por su parte, se han planteado la
meta de que las mutuas sean cogestionadas
por las organizaciones sindicales,
empresariales y las Administraciones
públicas. Todo ello
estará en la mesa de negociación
presidida por el ejecutivo de Rajoy.
Vìa, fuente :
http://diagonalperiodico.net/Mutuas-un-atajo-para-tumbar-la.html
http://diagonalperiodico.net/Mutuas-un-atajo-para-tumbar-la.html
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