Esta situación me mortifica personalmente y afecta mi
tradición de cumplimiento en compromisos de trabajos escritos de
diversa naturaleza. Desgraciadamente hoy es común que yo no cumpla con
la totalidad de los compromisos que he adquirido para la publicación de
textos escritos. Ruego a mis lectores tener un poco de paciencia, pues
acabo de cumplir el 22 de junio 89 años de edad y el tiempo para
trabajar se me va agotando muy rápidamente. Puedo decir, sin embargo,
que ese incumplimiento de mis compromisos para adelantar investigaciones
y publicar textos de importancia en lo que hago, es la guía fundamental
de mi actividad intelectual.
En Colombia
continúa la ola de crímenes y asesinatos contra líderes de izquierda,
dirigentes campesinos, sindicalistas, organizadores populares y muchos
otros que mantienen el empuje de centenares de escritores colombianos de
primera calidad. Por eso puedo decir que soy consciente de los
problemas que me crea esta situación, pero lo único que está amenazante
es no cumplir los compromisos adquiridos en los asuntos nacionales e
internacionales. Pero, de todos modos, seguiré incansablemente el
trabajo en esas materias hasta cuando se termine mi vida. Sólo que estoy
convencido que cumpliré el compromiso adquirido con mi abuela materna,
Leticia Ruiz, de superar los 109 años de edad que ella me dijo que iba a
mantener, para la alegría de todos sus nietos y familiares. Por eso
puedo decir ahora: “Bien, abuela Leticia Ruiz: Te alcanzaré en la edad
que tú vivirás y cumpliré mis profundos compromisos contigo de redondear
la obra que quiero dejar a los colombianos, especialmente a los
jóvenes, trabajadores y campesinos, para que no aflojen ni permitan que
desaparezca nuestro compromiso con los colombianos y sus juventudes de
dar la batalla por la sobrevivencia democrática de Colombia y por la
derrota política de los sectores retardatarios y agresivos que han
tratado de apoderarse del porvenir de Colombia”.
Volvamos,
pues, a la presentación de los problemas colombianos de la actualidad y
a denunciar las oscuras maniobras políticas y represivas que tratan de
impedir el progreso y democratización de Colombia y cerrar el paso a las
juventudes colombianas para tomar la dirección del desarrollo económico
y social de Colombia. Echemos, sin vacilaciones, por el rumbo de la
transformación social y política de Colombia y conquistemos un nuevo
futuro para el pueblo Colombiano.
Las
frustraciones que quieren hacer las clases retardatarias de Colombia.
Hoy
está a la vista de los colombianos y de nuestros vecinos
latinoamericanos que en Colombia las fuerzas retardatarias y de extrema
derecha quieren tomarse el poder político total y enrumbar a la nación
por caminos de retrocesos sociales y políticos que consoliden el poder
de la derecha colombiana, ya sometida totalmente a los propósitos del
nuevo presidente de los Estados Unidos, Barack Obama.
Pues
bien. Vamos al grano: El diario liberal El Espectador, de Bogotá del 14
de julio da cuenta de la investigación de 8 ex congresistas que fueron
condenados por su parapolítica, “y ahora investigados por delitos de
lesa humanidad”. Esos congresistas ya fueron condenados dentro del
llamado escándalo de la parapolítica y ahora serán nuevamente
investigados por “el delito de concierto para delinquir e incluso varios
de ellos ya se encuentran en libertad, pero ahora, igual que el ex
senador Álvaro Araujo Castro, podrán ser investigados por las conductas
en las que incurrieron los grupos paramilitares, tales como tortura,
desapariciones forzadas o desplazamientos forzados, todas ellas
consideradas delitos de lesa humanidad y ataques a la dignidad de las
personas”.
fuente, vìa :
http://www.argenpress.info/2010/07/en-colombia-continuan-los-crimenes-y-se.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario