Movilh sostiene que Medina “promueve el odio hacia la diferencia,
atentando contra la armonía y la paz social, con dichos homofóbicos que
rayan en la demencia”. Esto demuestra que “la Iglesia no está
habilitada para hablar de derechos humanos, ni para dar consejos sobre
como respetarlos”.
El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) demandó hoy a la Conferencia Episcopal de Chile (CECH) resolver sus “contradicciones éticas y morales” con el respeto a los derechos humanos que dice promover, luego de que el cardenal Jorge Medina afirmara que la homosexualidad es un “hecho ingrato” y un “defecto, como si a una persona le faltara un ojo, una mano o un pie”.
En carta dirigida al presidente de la CECH, Alejandro Goic, el Movilh exigió que “las recientes declaraciones sean abordadas y discutidas por su Conferencia, de manera que la ciudadanía sepa sin dobles lecturas si estos brutales dichos son compartidos o no por la Iglesia católica chilena como conjunto y si la misericordia que dicen promover se agota a la hora de tratarse de lesbianas, gays, bisexuales o transexuales”.
Añadió que “al mismo tiempo que la Iglesia dice estar a favor de los derechos humanos, y entrega propuestas para indultar con excepciones a personas que cometieron crímenes en la Dictadura, legitima la violación a los derechos humanos de un sector de la población, lo que refleja contradicciones éticas morales que apelamos a usted corregir por el bien de la sociedad en su conjunto”.
Para el Movilh las declaraciones de Medina “son claramente ofensivas y dañan la dignidad de personas inocentes sólo por amar a otras de su mismo sexo, además de promover la ignorancia por sustentarse en falsedades respecto a lo que dice la ciencia sobre la diversidad sexual, lo cual constituye un engaño a nuestra sociedad”.
“Ya es común”, puntualizó la misiva “que representantes de la Iglesia Católica chilena promuevan la ignorancia sobre la diversidad sexual y el odio hacia la diferencia, atentando contra la armonía y la paz social entre los seres humanos”.
Medina señaló ayer en la parroquia Nuestra Señora de los Dolores en Viña del Mar que “científicamente no está aclarado de donde proviene este hecho ingrato de la homosexualidad. La iglesia distingue la tendencia homosexual y la práctica homosexualidad. Si una persona tiene una tendencia homosexual es un defecto como si le faltara un ojo, una mano, un pie o que sé yo. Pero cuando ya estamos en la práctica en la vida sexual entre personas del mismo eso ya no es aceptable”.
En declaraciones difundidas por Radio Bío Bío añadió que “yo en mi vida de sacerdote he atendido a muchas personas con este problema. Y he conocido algunos que se han corregido, por ejemplo personas que son alcohólicos por medio de una disciplina, educación o re-educación se corrigen. Y he conocido alguno también que teniendo esta tendencia nunca en su vida ha cedido a este tendencia, lo que costó un esfuerzo muy grande porque su naturaleza lo impulsaba a otra cosa”.
Por último, y en relación al matrimonio entre personas del mismo sexo, apuntó que ello “es algo contrario a le ley de Dios y ninguna ley humana puede ir contra la ley de Dios. Si una ley humana va contra la ley de Dios esa ley humana no existe, es un atropello, una cosa que no va tampoco con el bien de la sociedad. Espero que acá en Chile no vaya a pasar una cosa semejante. Si acá en Chile se propusiera, los obispos vamos a levantar la voz duro y fuerte”.
Sobre la materia el Movilh puntualizó que estos dichos “son claramente homofóbicos y rayan en la demencia. Nadie puede asociar una orientación sexual natural con un defecto o con un hecho ingrato y menos definir arbitraria y dictatorialmente cuál debe ser la ley humana”.
“Además de homofóbicas, estas declaraciones son peligrosas para el respeto a los derechos humanos, pues hablan de correcciones de una orientación sexual mediante procedimientos que la Organización de la Mundial de la Salud (OMS) considera inaceptables, pues la homosexualidad no es una enfermedad y por cuanto se ha demostrado que cualquier intento por modificarla atenta contra la dignidad humana”, dijo el Movilh.
Puntualizó que "claramente, en estos momentos, la Iglesia no está habilitada para hablar de derechos humanos, ni menos para dar consejos como deben respetarse. Mientras no resuelva sus contradicciones en estas materia y pida perdón a todos los sectores a los que ha violentado su dignidad, lo más sano es que guarde silencio".
El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) demandó hoy a la Conferencia Episcopal de Chile (CECH) resolver sus “contradicciones éticas y morales” con el respeto a los derechos humanos que dice promover, luego de que el cardenal Jorge Medina afirmara que la homosexualidad es un “hecho ingrato” y un “defecto, como si a una persona le faltara un ojo, una mano o un pie”.
En carta dirigida al presidente de la CECH, Alejandro Goic, el Movilh exigió que “las recientes declaraciones sean abordadas y discutidas por su Conferencia, de manera que la ciudadanía sepa sin dobles lecturas si estos brutales dichos son compartidos o no por la Iglesia católica chilena como conjunto y si la misericordia que dicen promover se agota a la hora de tratarse de lesbianas, gays, bisexuales o transexuales”.
Añadió que “al mismo tiempo que la Iglesia dice estar a favor de los derechos humanos, y entrega propuestas para indultar con excepciones a personas que cometieron crímenes en la Dictadura, legitima la violación a los derechos humanos de un sector de la población, lo que refleja contradicciones éticas morales que apelamos a usted corregir por el bien de la sociedad en su conjunto”.
Para el Movilh las declaraciones de Medina “son claramente ofensivas y dañan la dignidad de personas inocentes sólo por amar a otras de su mismo sexo, además de promover la ignorancia por sustentarse en falsedades respecto a lo que dice la ciencia sobre la diversidad sexual, lo cual constituye un engaño a nuestra sociedad”.
“Ya es común”, puntualizó la misiva “que representantes de la Iglesia Católica chilena promuevan la ignorancia sobre la diversidad sexual y el odio hacia la diferencia, atentando contra la armonía y la paz social entre los seres humanos”.
Medina señaló ayer en la parroquia Nuestra Señora de los Dolores en Viña del Mar que “científicamente no está aclarado de donde proviene este hecho ingrato de la homosexualidad. La iglesia distingue la tendencia homosexual y la práctica homosexualidad. Si una persona tiene una tendencia homosexual es un defecto como si le faltara un ojo, una mano, un pie o que sé yo. Pero cuando ya estamos en la práctica en la vida sexual entre personas del mismo eso ya no es aceptable”.
En declaraciones difundidas por Radio Bío Bío añadió que “yo en mi vida de sacerdote he atendido a muchas personas con este problema. Y he conocido algunos que se han corregido, por ejemplo personas que son alcohólicos por medio de una disciplina, educación o re-educación se corrigen. Y he conocido alguno también que teniendo esta tendencia nunca en su vida ha cedido a este tendencia, lo que costó un esfuerzo muy grande porque su naturaleza lo impulsaba a otra cosa”.
Por último, y en relación al matrimonio entre personas del mismo sexo, apuntó que ello “es algo contrario a le ley de Dios y ninguna ley humana puede ir contra la ley de Dios. Si una ley humana va contra la ley de Dios esa ley humana no existe, es un atropello, una cosa que no va tampoco con el bien de la sociedad. Espero que acá en Chile no vaya a pasar una cosa semejante. Si acá en Chile se propusiera, los obispos vamos a levantar la voz duro y fuerte”.
Sobre la materia el Movilh puntualizó que estos dichos “son claramente homofóbicos y rayan en la demencia. Nadie puede asociar una orientación sexual natural con un defecto o con un hecho ingrato y menos definir arbitraria y dictatorialmente cuál debe ser la ley humana”.
“Además de homofóbicas, estas declaraciones son peligrosas para el respeto a los derechos humanos, pues hablan de correcciones de una orientación sexual mediante procedimientos que la Organización de la Mundial de la Salud (OMS) considera inaceptables, pues la homosexualidad no es una enfermedad y por cuanto se ha demostrado que cualquier intento por modificarla atenta contra la dignidad humana”, dijo el Movilh.
Puntualizó que "claramente, en estos momentos, la Iglesia no está habilitada para hablar de derechos humanos, ni menos para dar consejos como deben respetarse. Mientras no resuelva sus contradicciones en estas materia y pida perdón a todos los sectores a los que ha violentado su dignidad, lo más sano es que guarde silencio".
fuente,vìa : http://www.elrepuertero.cl/admin/render/noticia/22360
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