Soy ateo. Sin desmedro de mi ateismo me gusta Jesús. Si existió o no existió es un tema irrelevante. La personalidad de Jesús es arrolladora, es enorme y es simpático. Me cae bien cuando era un niño preguntón y contestón. Me cae bien el joven amigo de las fiestas y de regarlas con buen vino. Me cae bien el hombre que va con publicanos y prostitutas. Me cae bien por ser pequeño (o mediano) burgués. (En su época y en su pueblo, el carpintero era como el cura, el boticario o el cabo de la Guardia Civil en cualquier pueblo pequeño de la España de hoy).
Pero
lo que más me gusta de Jesús es su habilidad para rallar la cancha.
Siempre puso las cosas muy claras, aunque habló con parábolas, no dejó
dudas. No se si sus frases son suyas o es el pueblo que se las atribuye,
pero da igual. El personaje queda bordado con ellas. "El que tenga
ojos, que vea, y el que tenga oídos, que oiga". Y si aún así no quiere
entender, pues que se joda.
Me gusta cuando
dejó clarísimo eso de ’Dar al César lo que es del César y a Dios lo que
es de Dios’. Esta totalmente en contra del Poder Temporal de las
religiones, lo digo, para el que no haya entendido el mensaje.
Me
gusta cuando dijo: "El que esté libre de culpa, que lance la primera
piedra". No me gustan los curas pederastas que lanzan piedras (o
anatemas o dicen misa) y estoy seguro de que a Jesús tampoco le
gustarían.
Me gusta cuando dijo que los árboles
se conocen por sus frutos, Y aunque creo que no lo dijo, a las personas
también se las conoce por sus obras o por sus palabras. Y eso me trae
al tema del tal Errázuriz, que dijo: "Justicia, si, pero no excesiva".
Ahí
se retrató el hombrecillo. Clase alta, convencido de que hay más de una
Justicia, lo que es verdad. La Justicia de ellos y para ellos y otra
para el pueblo. Esta última seguramente es excesiva si se aplica a ellos
o a sus servidores, pero aplicada al pueblo mapuche, por ejemplo, es
insuficiente. ¡Que claro dejó la doble moral de la clase gobernante con
su fracesita! Se le escapó, como una palabra fallida sobre la que los
sicólogos freudianos tendrían mucho que decir. La gente común, como un
servidor, sin ser sicólogos ni haber leído a Freud, cacha la onda y ve
clarito el retrato del funesto personaje.
Este
mismo hombrecito le dio la extremaunción, en un acto de caridad
cristiana, al Innombrable Genocida Daniel López, alias Ramón Ugarte
Pinochet o Augusto Pinochet Ugarte. Con tantos alias ya no recuerdo como
era su nombre verdadero. Un acto de caridad cristiana con el perjuro
que manchó para siempre el uniforme militar del Ejército de Chile; un
cobarde que dirigió desde un bunker el asalto al Palacio de La Moneda,
con aviones y con tanques, contra civiles armados con un bazooka y
algunas metralletas; un mentiroso que dijo: "En Chile no se mueve una
hoja sin que yo lo sepa", y también dijo: "No me acuerdo y si me
acuerdo, no es verdad". A ese ’muerto de mierda’, como lo llamó el gran
Benedetti, fue a darle la extremaunción. ¿A cuantos mapuches les ha dado
la extremaunción? ¿A cuantos en Villa Francia, en La Victoria o en
cualquier población?
Es el mismo hombrecito que
ahora con la excusa de un falso Bicentenario propone cristianamente la
libertad para los genocidas. ¡Que canallada!
¡Que
falta de tino! No tiene idea de lo que significa la asimetría. El
Genocidio fue una Política de Estado, implantada por las Fuerzas Armadas
y Carabineros de Chile en contra de los chilenos que no estuviesen de
acuerdo o que pensaran diferente. Los jóvenes civiles que tomaron las
armas para defender la Democracia y la dignidad de Chile, lo hicieron
amparados por todos los tratadistas del Derecho Internacional, desde
Francisco de Vitoria (1483-86), hasta hoy, pasando entre otros por Juan
Luis Vives (1492-1540), Francisco Suárez (1548-1617), Hugo Grocio
(1583-1645) y por una buen cantidad de Padres de la Iglesia, que
sostuvieron el derecho de los pueblos a oponerse (incluso por las armas)
a las dictaduras.
No es lo mismo, aunque el
tal Errázuriz lo crea así, el que toma las armas para defender su vida y
su dignidad, que el que las toma para abrir cuentas en el Banco Riggs.
No
es lo mismo combatir contra un Ejército, que secuestrar personas
indefensas, como mujeres y niños, violar, robar, torturar, asesinar,
ocultar cadáveres, lanzarlos al mar, dinamitar a los muertos y otras
heroicidades por las que están condenados algunos genocidas de las
Fuerzas Armadas y de Carabineros de Chile.
Como
no es lo mismo, aunque el Cardenal no las conozca, la Cárcel de Alta
Seguridad, o el penal de Colina I y Colina II, que el resort exclusivo
de Punta Peuco. Ni este último tiene ningún parecido con Villa Grimaldi o
con los otros centros de detención de la Dictadura.
Pero
en Chile estamos acostumbrados a comulgar con ruedas de carreta, como
el absurdo Bicentenario que sirve de excusa para la propuesta.
¿Bicentenario de que...? Hace doscientos años, los más ricos de Chile se
juntaron en Cabildo Abierto para ver la mejor forma de seguir chupando
del bote y para "defender este jirón de la Corona de nuestro amado
soberano, Fernando VII". La verdadera Independencia de Chile se firmó en
1818, posiblemente el 12 de Octubre, por el documento firmado en Talca
por O’Higgins y San Martín, aunque por esas fechas hubo varios
documentos similares.
fuente, vìa :
http://www.argenpress.info/2010/07/chile-errazuriz-y-su-amnistia.html
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