Estánislao Beltrán (Papá Pitufo) e Hipólito Mora//Foto: Víctor Camacho, La Jornada |
La
terca insistencia de Enrique Peña Nieto y sus corifeos en ignorar a la
sociedad, amenazar a sus adversarios y pactar con personalidades
oscuras se encuentra hoy en un punto de quiebre. Los acontecimientos
recientes en Michoacán, en Tamaulipas y en las redes sociales revelan el
agotamiento de las anticuadas estrategias autoritarias de "plata o
plomo" y "ni los veo ni los oigo". Si no hay pronto un cambio de rumbo
en la conducción de la política nacional, es probable que México se
polarice hasta un punto sin retorno.
El
comisionado federal para Michoacán, Alfredo Castillo, ha fracasado
olímpicamente en llevar la paz y el estado de derecho a esta entidad
convulsionada. En lugar del "desarme" tan anunciado para el pasado 10 de
mayo, solamente se llevó a cabo una desairada ceremonia de entrega de
armas a un puñado de nuevos integrantes de la nueva Fuerza Rural
Estatal. Esta nueva corporación policial carece de la capacitación y el
equipamiento necesarios para resolver los graves problemas de seguridad
en el estado. Asimismo, han surgido fuertes cuestionamientos sobre
relaciones de los nuevos integrantes con oscuros personajes, como Juan
José Farías Álvarez, El Abuelo, y otros supuestamente relacionados con el narcotráfico.
Sin
embargo, en una muestra del cinismo más absoluto, Castillo deslindó a
las autoridades estatales y federales de cualquier responsabilidad con
respecto a la seguridad de Michoacán hacia el futuro. "Son ustedes hoy
los que tienen la responsabilidad de aquí en delante de defender a sus
hermanos, a sus familias, a sus vecinos". Y cuando los reporteros
preguntaron a Estanislao Beltrán, Papá Pitufo, quién sería el
mando de las fuerzas rurales y cuáles serían los mecanismos de
cooperación con el gobierno, el líder se negó a responder, señalando
"ahorita eso es lo que vamos a ver. Nosotros hemos estado trabajando
duro".
En
otras palabras, las autoridades públicas abdican de su responsabilidad
de garantizar la seguridad de los michoacanos y en su lugar entregan las
armas a un grupo de personas de dudosa procedencia con preparación y
recursos deficientes. Con razón, el doctor José Manuel Mireles ha
rechazado contundentemente formar parte de esta pantomima. Pero en lugar
de escuchar y tomar en cuenta a su antiguo aliado Mireles, el régimen
ha respondido a su interpelación con amenazas y ataques. La traición del
gobierno a Mireles, así como a Hipólito Mora, quien permanece en la
cárcel, envía una clara señal a la sociedad de que quien pacta con este
régimen será desechado a la primera oportunidad. Papá Pitufo puede desde ahora poner a remojar su abundante barba.
La
total sordera del gobierno ante los reclamos de la sociedad para un
debate directamente con Peña Nieto y su gabinete sobre las "reformas
estructurales", y en particular las reformas energética, de
telecomunicaciones y electoral, también revela el estado de
descomposición de la legitimidad del régimen. La ira aumenta cada día en
las redes sociales...
TEXTO COMPLETO DISPONIBLE EN LA JORNADA
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