¿Que podemos hacer?
Si hay algo que caracteriza la
situación actual, tanto a nivel local como mundial, es la refinada
perversión con que se manipula la realidad dando gato por liebre en
envoltura de diseño. Gracias a las nuevas tecnologías, a través de la
electrónica, de la informática y la publicidad, los poderes fácticos,
ayudados por toda suerte de personajes corruptos - otrora "defensores"
de la causa popular - han creado toda una suerte de intereses, de
entramado mafioso, de corruptelas, que han destruido completamente la
"ilusión democrática" para los ingenuos que aún creían en una clase
dominante justa, equilibrada y benevolente (el amito bueno), con una
reglas de juego iguales para todos y una justicia imparcial. Sin
embargo, la amarga verdad, la cruda realidad que algunos se niegan a
aceptar, la de que para mantenerse en el poder hay que ser implacable y
despiadado va tomando forma.
La
premisa de las doctrinas socialistas originales (aunque este término
haya sido deformado y desnaturalizado por sus suplantadores y su
propaganda) de que el poder corrompe y es por naturaleza corrupto, así
como el que las clases dominantes, por su propia supervivencia tienen la
obligación no sólo de matar y robar sino siempre que les sea posible,
ocultar la realidad y adormecer y engañar a los dominados haciéndoles
creer que viven en un "mundo feliz" sin conflictos es ahora
perfectamente evidente para los que no estén ciegos de sectarismo y
ofuscación. Véase por ejemplo los innumerables escándalos que jalonaron
la época felipista como Filesa, Ibercorp, Gal, Roldán, Sarasola, Rubio y
un largo etc., y en la era Aznarista con Ger-Cartera, BBVA, y otros
muchos que tiene montado el PP. Mas otros que iremos viendo, que
muestran la verdadera faz de toda esa camarilla. Por no hablar de la
sumisión al imperialismo yanqui, a las multinacionales, a los centros
económicos de decisión mundial y a la desastrosa política económica,
social industrial agrícola pesquera ,forestal, etc., que han destruido
el tejido productivo , la organización de las clases trabajadoras y nos
han entregado atados de pies y manos a los designios del gran capital
internacional.
Creer que esta sociedad, el
capitalismo, es lo mejor, no solo revela ignorancia política, sino que
además se tiene espíritu de esclavo. Ignorancia que ellos se encargan de
propiciar a toda costa con toda suerte de mecanismos, haciendo creer
que los "malos" son solo los que ellos dicen, o sea los que no aceptan
el "orden" y la "paz social", convirtiendo los conflictos sociales en
meros "sucesos" para consumo de morbosos.
El
grado de perversión y manipulación de la realidad es tal que si Goebbels
se levantara de su tumba, se quedaría impresionado de hasta qué punto
el maquiavelismo político, aliado con la perversión semántica del
lenguaje, le convertían de maestro en aprendiz de estos nuevos señores
de la propaganda e intoxicación de masas.
Ciertamente,
desde que los poderes fácticos del nuevo orden y sus cónsules locales
han logrado aunar el aparato del estado (parlamento, gobierno o, jueces,
ejército y policía) - al que ahora hay que incorporar también a los
sindicatos - con los medios de comunicación (el llamado "cuarto poder":
radio, prensa y TV) y los corifeos del pesebre cortesano
(pseudo-intelectuales, "periodistas" y plumíferos mediáticos de todo
pelaje y condición, pseudos-científicos, tertulianos, y “expertos”
varios en “esto” y lo “otro”, pseudo-lideres de la pseudo-izquierda, -
ya sean políticos ó sindicales, etc. Desde que esto es ya una realidad,
con matices según latitudes, el tecno-fascismo es ya un hecho.
Una vez aunado todo esto en un arma de
guerra psicológica, en un instrumento de propaganda unánime, totalitario
y totalizador, en el que no se mueve una hoja sin permiso del jefe, el
que solo se oye la voz de su amo; en una situación mediática en la que
no se alza una voz discrepante, nada que sea "políticamente incorrecto",
que las protestas son acalladas por la barahúnda del sonido que emite
el poder y el exceso deliberado de información tendenciosa y manipulada.
Una situación en la que el proletariado, lo que esta al otro lado del
poder, más bien frente a el objetivamente, debajo de él en realidad. Lo
que antes se llamaba clases desposeídas y que ahora son un ente
inexistente por arte de magia de la comunicación. Y son inexistentes
porque la voz y la única voz no nos habla de su existencia.
La única voz que existe es una voz que utiliza la
semántica para desvirtuar la realidad, para "nombrarla" de otra forma,
para dar otras categorías y otros contenidos a la realidad según
intereses del poder. Crear un rebaño dócil y unánime que repita como
loros lo que le predican desde el nuevo púlpito electrónico de los
mass-medias, la nueva iglesia.
Se
pervierte el lenguaje y se oculta la realidad objetiva material tras
una mascara ó corteza de realidad virtual expresada mediante un lenguaje
falaz que solo interpreta los deseos de los poderosos y sus fieles
perrillos falderos. El poder de la oligarquía y los plutócratas frente a
los mas débiles, no existen posibilidades de defensa, inermes ante la
avalancha de los "medios", sin cultura, sin medios económicos, sin poder
político real, enfrentados a una ilusión "democrática" de paz y armonía
social que no existe más que los medios de comunicación de masas y se
repite hasta en el arte y todas las manifestaciones ¿culturales?.
No hay más que ver los telediarios de
cualquier cadena de T.V. (todas tanto públicas como privadas están
controladas por el entramado monopolista) la tele-basura alienante en
general y los telefilmes yanquis colonizantes de apología de la
violencia fascista y el darwinismo social calvinista.
Las mal llamadas "tertulias" de la
radio (todas las radios están controladas por el capital o la iglesia
que viene a ser lo mismo) de la prensa burguesa. No hay mas que observar
lo anterior, digo para comprobar que solo hay una sola voz: la del
régimen monárquico neofranquista, capitalista, burgués y
pro-imperialista. Abiertamente anticomunista, anti popular y anti
cualquier filosofía colectivista e igualitaria, es decir opuesta a todo
discurso que represente los intereses de los sin voz, los sin patria,
los proletarios, los trabajadores. En suma los no propietarios ó
desposeídos ó como queramos llamarlos; si estos términos os suenan
trasnochados como dice la propaganda capitalista, pero se da la
circunstancia de que esta clase, que en unos países será mas homogénea,
en otros esta subdividida en estratos escalonados de diferente entidad
que harán creer a algunos que no son pobres porque posean algunos
objetos de consumo, a pesar de estas diferencias más aparente que
reales, esta clase que tiene en común en todo el orbe que no poseen los
medios de producción de riqueza, y por tanto el poder político real y
los medios de decisión sobre su suerte sobre el futuro, en definitiva el
control sobre sus vidas.
Esta clase
globalmente considerada sigue siendo el 99% de la humanidad. Es la clase
que engorda, mantiene y hace posible el lujo, el despilfarro y la
depredación del planeta por harte del 1 % restante que nos quiere
convencer que hemos llegado al cenit de la civilización y que seguir
hablando de lucha de clases, de transformación social, de revolución y
todo eso es un anacronismo. Porque según ellos con la caída del muro de
Berlín y los países del Este de Europa ¡se demostraba "matemáticamente "
las bondades del sistema capitalista y la inviabilidad y quimera de las
utopías socialistas! Si no fuera porque han ocultado toda posibilidad
de debate público mediante los trileros y tahúres que colaboran con los
ideólogos del poder en los "media" esta falacia descomunal hubiera sido
desmontada rápidamente.
Pero
resulta que la mayoría de los que otrora defendían la causa de los
proletarios, los "cuadros", líderes, liderillos, y simpatizantes de
nuestra causa se han transformado en sanguijuelas cómplices, se han
pasado con armas y bagajes al enemigo, unos porque siempre fueron
submarinos de la reacción, otros porque simplemente eran agentes
infiltrados en nuestras filas, unos por pusilánimes y cobardes y otros
porque sencillamente han puesto su alma en venta, lo cierto es que pocos
se enfrentan resueltamente a este estado de cosas y se atreven a llamar
las cosas por su verdadero nombre. Nadie quiere arriesgarse a ser
condenado a las tinieblas exteriores. Todos los que podrían alzar su voz
prefieren contemporizar, coger la limosna, las treinta monedas y hacer
de tripas corazón. Gozar del relativo confort de los aledaños del poder
antes que volver al frío de la verdadera oposición.
Pero a pesar de todas las milongas que nos quieran
vender y por mucho que se llenen la boca de democracia esta la mayoría
de una clase que sigue existiendo, sin conciencia de si, dividida,
desorientada, enfrentada, confusa, perdida y asustada más que nunca.
Pero dando la vida y la existencia a sus patrones, a los que parásitan
sobre ella, es decir a la burguesía y a la legión de sanguijuelas y
vampiros cómplices de la misma, todos aquellos que estaban a nuestro
lado cuando había esperanza de victoria y ahora cuando alguien
diagnostico la derrota final y el fin de la historia han perdido el culo
para pedir trabajo como mamporreros del poder.
Lacayos
y cipayos de la peor especie que vendieron su alma al diablo, renegados
que hoy se ufanan de sus prebendas, conseguidas por su traición. Esta
desbandada dejó huérfana a una clase acostumbrada a ser dirigida y
pastoreada desde antiguo, menor de edad, con la psicología del siervo,
incapaz de pensar por si misma y en nuestro país arrastra además una
larga historia de derrotas, de terror desatado sobre ella y de cuarenta
años de dictadura militar. Todo hace pues muy difícil el despertar
soberano y libre, el momento de erguirse sobre la inmundicia y el sopor
reinante para organizar un frente común consistente y organizado.
¿A quien le extraña, pues que
la desesperanza y el derrotismo sean la tónica dominante? Solo
se alzan los pocos grupúsculos voluntaristas, resto del naufragio, que
han abandonado toda ideología social y se dedican a prácticas
reformistas cuando no a aparentar un radicalismo que solo lo es en las
formas. Arrastran todos los vicios de lo anterior y nadie presta
atención a la elaboración de una teoría y una base unitaria que dé
respuesta a los problemas de hoy entre otras cosas porque ellos también
aceptan la teoría de que no hay salida estratégica y su práctica lo
demuestra.
¿Cómo
competir por otra parte con el formidable poder de los "mas medias"
actuales?. De los políticos vendidos que usan su prestigio y
popularidad para su función de hipnotizadores, domadores de circo,
trileros ó bufones. De los sindicatos vendidos a la patronal e
incorporados al sistema. convertidos en nuevos verticales: de toda
suerte oportunistas, corruptos y mal nacidos que sólo buscan su
enriquecimiento personal mientras predican sacrificios, prudencia,
mansedumbre para los trabajadores y clases populares que se empobrecen a
ojos vistas mientras aumentan sus posesiones los nuevos ricos y los de
siempre no tienen ya sitio para su riqueza, mientras falta hasta el
agua, pronto lo hará el aire que respiramos hasta que nos achicharremos
por el efecto invernadero mientras ellos se irán a expoliar otro planeta
en alguna nave que por supuesto construiremos nosotros.
¿Seremos capaces de auto-organizarnos
sin luchas intestinas, de vertebrar una contestación social que ponga
freno a los abusos del poder?. No se trata de lograr solo
mejoras coyunturales; de perfeccionar el sistema de nuevo. Hay que
acabar con el de una vez. Pero para eso hace falta salir de la situación
de inferioridad y de pereza mental, de dependencia psicológica y
emocional de líderes, padres y poderes diversos, influencias del pasado
recuerdos de malas experiencias y derrotismo. Hay que perder el miedo y
la fascinación por los amos. Hace falta en una palabra, ser adultos,
mayores de edad, soberanos, libres, tener dignidad,
dejar de jugar a crear capillas, a ser cabezas de ratón y
ver diferencias en lo que sólo son matices y diversidad.
Hay que recuperar el discurso de clase
como discurso unificador y unitario. Como base organizativa. Pero sin
repetir como loros viejos esquemas doctrinales. Olvidando las miserias
del pasado y basándonos en la realidad actual. Sigue existiendo la clase
proletaria frente a la burguesía y si hace falta definirlo de otra
forma para combatir el desprestigio del lenguaje crítico revolucionario
no debe ser un obstáculo.
Lo importante es la
esencia. De nada sirve una fraseología ortodoxa que no llega a nadie y
si además ha perdido de vista los contenidos y el método materialista de
análisis. La dialéctica no es "adaptarse" a los tiempos pasándose de
bando de los posibilitas reformistas ó mantener una actitud cerrada en
dogmas apolíticos y en fraseologías incomprensibles para la población
actual, que la mitad por su juventud e incultura les es ajena y a la
otra mitad ha sido "tratada" con la "democratitis" comunicacional y les
suena absolutamente marginal.
La cuestión es
adaptarse a las nuevas reglas del juego manteniendo nuestra capacidad de
análisis de la realidad, y nuestra independencia de clase, defendiendo
lo material lo objetivo, sabiéndolo diferenciar de lo subjetivo de
nuestros deseos y teniendo la habilidad de transmitirlo en un lenguaje
popular accesible, extendiendo la comprensión de la realidad y generando
confianza y autoestima colectiva, es decir, lo que siempre se llamó
conciencia de clase. Que quiere decir conciencia del poder real, la
capacidad y el futuro histórico y conciencia de las relaciones sociales,
de los conflictos sociales y su adecuada interpretación.
Saber distinguir los amigos de los enemigos y cuáles
son los verdaderos intereses que cada uno como individuo tiene en el
seno de su clase. No el falso interés que le han hecho creer sino el que
le beneficia estratégicamente. Y eso no es difícil demostrarlo siempre
que previamente estemos convencidos, claro.
Hay que recuperar el sentido de la manoseada palabra democracia; esto
es, el poder del pueblo, el gobierno del pueblo por el pueblo, es decir
el autogobierno, autogestión ó auto-administración sin intermediarios de
nuestra propia vida. Todo lo que no sea coger las riendas de nuestro
destino sin dejarlo en manos de nadie y organizarnos junto a los que
están en nuestra misma situación sea los que como nosotros, la mayoría
no tienen para sobrevivir más que su fuerza de trabajo, no será más que
seguir siendo esclavos enajenados. Aunque unos tengan coches y otros no.
Aunque unos tengan vivienda (unos más grandes que otros) y otros no.
Aunque unos estemos en el paro y otros tengan empleo fijo incluso de por
vida en el estado. Incluso aunque unos se sientan privilegiados frente a
los inmigrantes ó a los más pobres y desesperados de la periferia; no
hay que olvidar que en África, Asia, América Latina, y países del este
de Europa sigue habiendo ricos y pobres. Y todos independientemente de
nuestra situación, personal y familiar relativa tenemos en común que
somos la mayoría de la población del mundo. Una mayoría de desposeídos
(aunque en diferente grado) por el capital depredador mundial la
contradicción principal sigue siendo los que viven de su
trabajo frente a los poseedores del capital
privado.
Los pequeños
propietarios que han acumulado un pequeño capital con su trabajo y el de
sus familiares ó la explotación de algún asalariado que se creen a
salvo de esa fatídica ecuación tendrán que elegir de qué lado están,
cual es su futuro y qué sociedad desean.
Es
nuestra responsabilidad diseñar un modelo de sociedad que entusiasme,
que convenza y que haga deseable incluso dar la vida por que se haga
realidad para la mayoría antes que agonizar lentamente en un mundo sin
esperanza. Si no somos capaces de construir alternativas, de diseñar un
futuro digno y creíble que compita con ventaja con el discurso
conformista reinante, no habrá ningún futuro ni para nosotros ni para
nuestros hijos, ni siquiera para la vida sobre el planeta. Esa es la
única solución.
Quienes estén de
acuerdo con todo ó con parte de lo dicho más arriba se puede poner
en contacto con nosotros.
langostinosynavazosrebeldes@gmail.com
Salud ...y poder popular
vìa, fuente:
No hay comentarios:
Publicar un comentario