“Esclavos del Ladrillo"
Así llamaron a los 34 trabajadores que fueron encontrados en una fábrica de ladrillo en China. Los obreros eran obligados a trabajar 18 horas, y si paraban por un momento, eran golpeados, maltratados, encerrados y hasta cargas eléctricas eran descargaban sobre sus débiles y desnutridos cuerpos. La fábrica se encuentra ubicada en la ciudad de Hengshui de la provincia de Hebei, que ro-dea Pekín. La situación de esclavitud capitalista tan aberrante se pudo conocer gracias a que un obrero de apellido Song, se escapara de la fábrica y denunciara la situación a la policía. Lamentablemente este caso no es aislado hace parte de los descubiertos entre el año 2007 y 2008, donde varias fábricas de ladrillo emplean niños y personas discapacitadas mentalmente, con el fin de obtener mano de obra regalada, porque ni siquiera es barata. Para estos años fueron censados 1300 trabajadores entre niños y adultos. La forma de reclutar a estas personas eran mediante el secuestro y la venta posterior a fabricas, que los compran como una materia prima mas para elaborar sus mercancías. El imperialismo tienen ahora sus nuevos esclavos: esclavos “libres". Libres de los medios de producción y de propiedad privada, los esclavos de ahora son los esclavos de la actual crisis por la que atraviesa el sistema capitalista en su fase imperialista. Pero esos mismos esclavos, es decir, los proletarios no tienen nada que salvaguardar, por el contrario tienen que destruir este Estado de esclavos asalariados y construir el Estado de obreros y campesinos.
Ola de suicidios de obreros en Foxconn
En la empresa imperialista asiática Foxconn con sede en China, que produce una cuota de ganancia hasta del 98% en cada producto tecnológico elaborado para las principales marcas imperialistas del ramo, como Apple, Sony, Dell, Nokia y Hewlett-Packard, el proletariado no soporta más la superexplotación y se suicida masivamente. Al finalizar Mayo se reportan, 13 intentos de suicidios de obreros en edades entre los 18 y 25 años, dentro de las instalaciones, que hasta el momento dejan 10 muertos y tres heridos.
Fenómeno en respuesta espontánea a la bestial opresión que ejercen los capitalistas Chinos en la fábrica, los bajos salarios que pagan y la interminable e infernal jornada de trabajo a que los someten. Todo para arrebatar una plusvalía inimaginable, representada por ejemplo, en lo que tiene que pagar una marca como la imperialista gringa Apple, que paga 11,2 dólares a Foxconn empresa intermediaria- por el ensamblaje de cada IPad, lo que supone el 2 por ciento de su costo de venta al público de 499 dólares. Ante esta respuesta desesperada del proletariado y para evitar escándalos, los represen-tantes de la empresa responden con migajas, anunciando una elevación del salario para supuestamente elevar la moral de los obreros. El capitalismo lleva la explotación del trabajo asalariado hasta el límite de la degeneración y exterminio físico de los obreros si estos no resisten. Ocho cientos mil proletarios industriales que componen la planta de producción de esta empresa sólo en China, con salarios peor que miserables, y con una presión que no les da siquiera tiempo libre de vida a sus esclavos, y con un régimen reaccionario como parte y al servicio del capital imperialista, requiere de la solidaridad y la lucha del proletariado internacional. Con el acabose del capitalismo, y la derrota de la máquina trituradora de la superexplotación que se cierne sobre el proletariado internacional, volverá la tranquilidad para los obreros y las ganas de vivir primarán, como lo fue la china socialista hasta 1976, reduciendo los suicidios sólo para los que han servido a los explotadores y no ven sentido a su vida. Se requiere de la solidaridad y la lucha internacional del proletariado contra la superexplotación, así como organizar la lucha de resistencia del proletariado, haciendo del desespero de los obreros el combustible para incendiar la lucha revolucionaria contra todo el orden burgués imperialista en China, que ha puesto toda la infraestructura levantada por el Estado de obreros y campesinos en épocas de la dictadura del proletariado, y las nuevas generaciones de proletarios a la más brutal y sanguinaria explotación del trabajo asalariado. Episodios como estos confirman además la necesidad de la Internacional Comunista que actúe como el Partido Mundial de la Clase Obrera que organice esta ofensiva y disponga del enorme ejército de los sepultureros del capitalismo internacional.
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