Lo que usted, posiblemente, no sabe de E.U.
El libro titulado “La otra
Historia de Estados Unidos”, de Howard Zinn, quizás sea el más
importante que el lector del solar ibérico pueda leer sobre el
nacimiento, transcurrir en la Historia y pasado inmediato, presente se
podría decir, de semejante país.
El autor declara su interés
por sacar a la luz todo aquello que pertenece a las gentes trabajadoras,
pasando de principio a fin por situaciones explosivas, luchas
declaradas, rebeliones generalizadas y locales, el mundo oculto tras la
imagen de libertad, poder y riqueza que han vendido las multinacionales.
Howard Zinn busca la verdad histórica observando la lucha de clases,
las razones objetivas, los hechos para el desarrollo social conforme se
ha venido dando desde Colón hasta nuestros días.
Frente a la concepción que
entraña el título que Kissinger dio a un libro: “La historia es la
memoria de los estados”, Howard Zinn declara: “Mi punto de vista, al
contar la historia de los EEUU, es diferente: no debemos aceptar la
memoria de los estados como cosa propia. Las naciones no son comunidades
y nunca lo fueron. La historia de cualquier país, si se presenta como
si fuera la de una familia, disimula terribles conflictos de intereses
(algo explosivo, casi siempre reprimido) entre conquistadores y
conquistados, amos y esclavos, capitalistas y trabajadores, dominadores y
dominados por razones de raza y sexo. Y en un mundo de conflictos, en
un mundo de víctimas y verdugos, la tarea de la gente pensante debe ser
–como sugirió Albert Camus- no situarse en el bando de los verdugos”.
Howard Zinn nos trae, como
él mismo dice, la historia vista por los arawaks, por los esclavos, por
los cherokees, por los desertores, por las obreras y los obreros, por
los cubanos de la guerra de Cuba, por los soldados rasos filipinos, por
los socialistas, por los pacifistas, por los negros de Harlem, por los
peones de Latinoamérica, … Si usted quiere saber lo que pasó y pasa en
la Historia de Estados Unidos escuche el grito de los pobres, viene a
decir, y es que un poco más allá, en el libro entero, se oye como una
alarma la voz de los que no han tenido voz, Howard Zinn expurgan
documentos, trae declaraciones, hace transparente la motivación de los
cambios y EEUU aparece tal cual es.
Desde los primeros colonos
vemos pasar una especie de torrente imparable que se revuelca, se
transforma, lo nuevo y lo viejo, un modelo que una vez y otra se ve
sobrepasado, pero al que le vemos operar a sangre fría y reponerse
alimentado por las mil contradicciones que a su vez también a el se lo
comen. Se alzan indios, esclavos, campesinos, jornaleros, obreros,
negros, blancos,… y el ejército mercenario responde defendiendo las
posesiones de las élites, que sólo ceden al empuje imparable de los de
abajo. Los enfrentamientos y su desarrollo impulsan cambios políticos
sociales y económicos, y las élites del poder ponen en marcha una
fórmula que denominan “democracia” cuya base está constituida por un
acuerdo entre los dueños de todos los bienes en su búsqueda de
afianzamiento en el poder, viendo claramente la contradicción que todo
lo quiebra: “el problema de la democracia…, era la división de la
sociedad en ricos y pobres. Si algunas personas tenían mucha riqueza e
influencia, si tenían las tierras, el dinero, los periódicos, la
iglesia, el sistema educativo, ¿cómo podrían las votaciones, por muy
amplias que fueran, incidir en este poder? Todavía quedaba otro
problema: ¿no era natural que un gobierno representativo, incluso
teniendo la más amplia base posible, fuera conservador, para prevenir el
cambio tumultuoso?”.
Si el primer corte de la
historia nos presenta el exterminio de los nativos, no habrá nadie como
ellos que nos diga de qué manera descubrieron el terror del mundo que se
les venía encima. Cambiamos de momento y oímos a esclavos y esclavas en
sus explicaciones, y detrás, como tras las voces de los indios, se oye
el murmullo de las oraciones de los brujos cristianos dando su bendición
a los dominadores, y sabemos de la esclavitud justificada en libros y
más libros, así eran los intelectuales, y de los esclavos elegidos por
sus diferentes idiomas para mezclarlos y que no pudiesen entenderse, y
el castigo del hambre, del hierro ardiente, del fuego y las armas, pero
también, no olvidemos un elemento que alienta el libro, de las
rebeliones, de las luchas que se extienden y crean su mitología y sus
dirigentes.
Saltemos unos cuantos siglos
para situarnos en un mundo más cercano, nunca se han dejado de oír las
oraciones cristianas bendiciendo la utilización de las mujeres como
perros caseros, bendiciendo la fuerza hasta hacerlas sumisas, útiles
para el macho; una luchadora feminista declaraba en 1819 sobre la
educación de las mujeres: “… ha estado exclusivamente dirigida hacia una
mejor exhibición de sus encantos de juventud y belleza”. El problema,
declaraba, es “el gusto de los hombres, sea cual sea, se ha convertido
en un estándar para la formación del carácter femenino”.
Casi cien años después, el
ánimo invasor de los explotadores estadounidenses les llevaría a mandar
su ejército a asaltar México, sus discursos a la población sometida son
brutales, escuchemos tan sólo cómo terminan: “Espero que alteréis
vuestros hábitos,…” “Os vigilaremos” “Cuidado con la sedición,…, el
ejército… sabe castigar”
Pero llegará la crisis
capitalista del 29, el país se hunde, se divide, se diluye, el hambre,
las movilizaciones, hacen que el estado ponga en marcha el denominado
“nuevo día”, una campaña de recuperación del sentido de unidad como país
que habían instaurado y un cambio de política para conseguirlo: ayudas
sociales y leyes de protección frente al enriquecimiento de las
minorías, eso permitió el restablecimiento que apuntaba ciertos aires de
justicia; superado el peligro, sin que pasase mucho tiempo anularían
todo aquello que había puesto un mínimo de orden en la sociedad y los
capitalistas se lanzaron con renovadas fuerzas a la conquista de las
plusvalías. ¿Crisis capitalista? Conviene leer con atención lo ocurrido
por entonces. Entre los documentos mostrados aparece uno en el que
declaran su principio más brutal por medio de un Juez del Tribunal
Supremo en 1893: “Es una ley invariable que la riqueza de la comunidad
esté en manos de unos pocos”. Y es que mucho antes las primeras
redacciones sobre la Constitución dejaban sentado: “Es tan grande la
consideración que tiene la ley por la propiedad privada, que no
permitirá la menor violación de esta; no, ni siquiera por el bien de
toda la comunidad”. Siglos y siglos de matanzas para aseverar por
escrito que el fruto del trabajo es de unos pocos, de esa élite
violentísima, terrorista, que no ha parado de matar en ningún momento de
la Historia.
Este sistema de gobierno,
que sí guarda sus experiencias y saca conclusiones, llega al siglo XX
porque sus responsables aprenden. Por ejemplo, dan siempre información
falsa al pueblo y a otros pueblos, el primer ejemplo lo encontramos en
sus contactos con los indios, o en sus maniobras ocultas para derribar
gobiernos, su financiación de bandas de mercenarios, su compra de
informadores en los medios de comunicación para que difundan noticias
sesgadas, ahí tenemos Latinoamérica entera, con Cuba indominable,
recuérdese aquél principio en el que hundieron un barco suyo para entrar
en guerra con la monarquía española; Howard Zinn nos lo cuenta, y
también cómo contra el triunfo de la revolución cubana han financiado
invasiones, atentados, envenenamientos agrícolas y ganaderos, y aprietan
cuanto pueden la garganta de los cubanos con el bloqueo mundial
impuesto bajo presiones de todo tipo al resto de los países; y también
la intervención del gran capital en la guerra del Vietnam la llevaron a
cabo sobre una información falsa que se hizo difundir por esos
mercenarios de la información que tanto abundan, y que en tantas
ocasiones han encontrado respuesta desde las clases trabajadoras
conscientes de su situación en el mundo, aquí vemos esas respuestas.
La documentación que cuenta
la historia no conocida, la que hace bajar el plato de la balanza que
siempre nos han enseñado, nos lleva a fortalecer el punto de vista que
se nos niega de manera permanente, nos lleva a levantar la conciencia
colectiva, de clase, nos pone en guardia ante el discurso y el hacer
cotidiano de ese poder desarrollado siglo tras siglo por la minoría
explotadora, nos muestra su carácter agresivo.
El libro termina en la era
de Clinton; nos deja un gran tesoro de conocimiento, un gran tesoro de
Memoria Histórica sobre EEUU, tan necesario.
La Historia de cualquier
país, nos ha dicho más arriba, no se puede presentar como la historia de
una familia, eso oculta terribles conflictos de intereses entre
dominadores y dominados.
Cada capítulo se merecería aquí una lectura detallada.
Ramón Pedregal Casanova – Rebelión.org
2. Estableciendo la barrera racial. En las colonias inglesas
la esclavitud pasó a ser una institución importante, siendo los esclavos
africanos traídos a América, los que constituyeron la mayor parte del sistema
esclavista. Sin embargo, las rebeliones a raíz de la creciente
explotación infrahumana no se hicieron esperar, abarcando numerosas
revueltan entre blancos y negros.
3. Gente de la peor calaña. En 1676, la colonia se enfrentaba a
una rebelión tan amenazante formada por fronterizos blancos, esclavos y
criados. Esta fue la rebelión de Bacon. “La declaración del Pueblo”,
redactada por Bacon, muestra el resentimiento populista contra los ricos
y de odio fronterizo hacia los indios. En los siglos XVII y XVIII, los
pobres de Europa que buscaban una vida mejor en América se convirtieron
en fuente de ingresos para los comerciantes, negociantes, capitanes de
barco y finalmente para sus amos en América. El racismo se estaba
convirtiendo en algo cada vez más práctico, resulta beneficioso para el
control de la élite dominante, la cual encontró un engaño tremendamente
útil para hacerse del suficiente apoyo para afrontar una revolución
contra Inglaterra sin acabar con la esclavitud ni la desigualdad: era el
lenguaje de la libertad y la igualdad.
4. La tiranía es la tiranía. La Revolución norteamericana
surgió a raíz de los crecientes desencantos de los estadounidenses con
el mando inglés. En el “Motín del té” de Boston de 1773, se echaron el
té de los navíos a las aguas del puerto, lo que provocó las Leyes de
Coercitivas del Parlamento, las cuáles establecían virtualmente ley
marcial en Massachusetts. Al aumentar la dureza de cada medida de
control británico –la Proclamación de 1763, el Stamp Act, la masacre de
Boston, etc.- hizo que la rebelión colonial creciera hasta desembocar en
la revolución. Organizaron un pequeño comité para redactar la
Declaración de Independencia, que escribió Thomas Jefferson
y que finalmente fue proclamada solemnemente el día 4 de julio, de
1776. Algunos estadounidenses fueron claramente excluidos de este
círculo de intereses que significaba la Declaración de Independencia,
como es el caso de los indios, los esclavos negros y las mujeres. La
realidad de la Declaración de Independencia era que una clase de gente
importante necesitaba alistar a suficientes estadounidenses como para
vencer a Inglaterra, sin perturbar las relaciones entre riqueza y poder
que se había desarrollado durante 150 años de la historia colonial.
5.Casi una revolución. Para los nativos de América, la
revolución significo la perdida total de sus territorios donde vivían.
Con la expulsión de los británicos, los blancos podían empezar el
proceso inexorable de desplazar a los indios de sus tierras, matándolos
si mostraban resistencia. Se había firmado una paz en que los británicos
acordaron establecer una línea en los montes Apalaches. Esta fue la
Proclamación Real de 1763 y enfureció a los estadounidenses. Es por eso
que la mayoría de los indios lucharon en el bando inglés durante la
revolución. Una vez ganada la guerra, sólo quedaba recoger y legalizar
en documentos el orden establecido en la Constitución de los Estados
Unidos. Cuando se entrevé el interés económico que yace en las cláusulas
políticas de la Constitución, se convierte en el trabajo de ciertos
grupos que intentaban mantener sus privilegios, a la vez que concedían
“migajas económicas” para asegurarse el apoyo popular.
6. Los íntimamente oprimidos. Las mujeres en las colonias tenían derechos prácticamente nulos, para las esclavas inmigrantes y pobres resultaba ser una opresión doble. Muchas mujeres se rebelaron ante el sistema
impuesto y la forma de vida que no las contemplaba, como Mary
Dyer,Catharine Beecher, Elizabeth Blackwell, Elizabeth Cady Stanton,
Margaret Fuller, Sarah Grimké, Angelina
Grimké, Frances Wright y Sojourner Truth, entre otras. La historia
nunca ha tomado en cuenta a las mujeres de clase trabajadora en la
Revolución Norteamericana., siendo imprescindibles para el desarrollo de
aquella nueva sociedad americana. Las mujeres, que al monopolizar las
profesiones de maestras, leían más, se comunicaban más y su educación
llegó a ser un elemento subversivo respecto al pensamiento conservador.
7. Mientras crezca la hierba y corra el agua. Una vez expuesto
el indio nativo a la “amenaza blanca”, resultaba innecesario, incluso
era un obstáculo para la expansión estadounidense. La “mudanza” de los
indios era necesaria para abrir el vasto territorio americano a la
agricultura, al comercio, a los mercados, al dinero… al desarrollo de la
economía capitalista. Fue Andrew Jackson quien emprendió la conquista
de las tierras indias a base de mentiras y matanzas indiscriminadas,
encontrando fuerte resistencia en algunos poblados creeks en Alabamay
seminoles en Florida. La guerra
contra los indios duró 8 años, costó 20 millones y 1500 vidas de
estadounidenses. El 1 de octubre salió el primer grupo de indios, lo que
se conoce como El Camino de las Lágrimas.
8. No tomamos nada por conquista, gracias a dios. Después de
la independencia de Texas de México, se anexo como nuevo estado de la
Unión. Se enviaron tropas estadounidenses a Rio Grande, se inició lo que
se conoce como la Intervención estadounidense en México. En la batalla
final por la Ciudad de México, las tropas estadounidenses tomaron el
Castillo de Chapultepec y entraron a la ciudad cuando el general Santa
Anna se había desplazado hacia el norte. México se rindió. Con el
Tratado de Guadalupe-Hidalgo, firmado en febrero de 1848, se quedaron
con la mitad, la frontera de México se estableció en Rio Grande, se les
cedió Nuevo México y California. Por todo ello, los Estados Unidos
pagaron a México 15 millones de dólares.
9. Esclavitud sin sumisión, emancipación sin libertad. Luego
de la Guerra contra México, se da una serie de rebeliones de esclavos,
el movimiento abolicionista y la Guerra Civil Zinn describe que la
violencia a gran escala de la guerra se utilizó para acabar con la
esclavitud en lugar de la violencia a pequeña escala de las rebeliones
ya que este último pudo haber haber llegado más allá de la lucha contra
la esclavitud, dando lugar a un movimiento en contra del sistema
capitalista. Él escribe que la guerra podría limitar la libertad
concedida a los afroamericanos, al permitir el control del gobierno
sobre la forma en que la libertad ha sido ganada.
10. La otra Guerra Civil. A raíz del acelerado crecimiento
económico e industrial de Estados Unidos, la situación empeoró para la
clase trabajadora del país. Durante las décadas previas a la Guerra
Civil, se estaban formando la conciencia obrera, a través del activismo
social, las huelgas, los sindicatos. Hubo importantes movimientos en
defensa de los derechos de los trabajadores, como la Revuelta de Harina
de 1937, la Guerra Helderberg, agravados todavía por el Pánico de 1837,
provocando una serie de huelgas en las fábricas textiles, de armas y en
diversas compañías ferroviarias.
11. Los barones ladrones y los rebeldes. En la época
comprendida entre la Guerra Civil y 1900, crecieron enormemente las
empresas industriales, los ferrocarriles y los bancos y se convirtieron
en las instituciones dominantes de la nación. Se habla de cómo los
magnates poderosos se hicieron de su fortuna a través de fraudes o
negocios ilícitos, citando a J.P. Morgan, John D. Rockefeller, Andrew
Carnegie, Jay Gould. Tuvieron lugar grandes manifestaciones a favor de
mejores salarios y condiciones de trabajo, jornada laboral de 8 horas e
igualdad de derechos.
12. El imperio y el pueblo. La severa depresión que comenzó en
1893, fortaleció la idea que los mercados extranjeros evitarían las
crisis económicas que producía la lucha de clases. Cabe resaltar la idea
de “una puerta abierta” de los mercados internacionales a las
mercancías estadounidenses. Era una forma de ver el imperialismo más
sofisticado que los tradicionales imperios europeos. Zinn habla sobre la
Guerra Hispano-Estadounidense y la Guerra_Filipino-Estadounidense,
reconociendo a las guerras como racistas e imperialistas, al margen de
la oposición de amplios sectores del pueblo estadounidense.
13. El reto socialista. A raíz de las crecientes inconformidades de
las clases sociales mas oprimidas de Estados Unidos surgieron ideologías
políticas de tipo socialistas y anarquistas. Se habla principalmente
activistas como Emma Goldman, W. E. B. Du Bois, Joe Hill, las ideas del
líder del Partido Socialista de América Eugene V. Debs, la historia de
asociaciones sindicales como American Federation of Labor e Industrial
Workers of the World, así como de famosas figuras literarias de Estados
Unidos como Upton Sinclair, Jack London, Theodore Dreiser y Frank
Norris.
14. La guerra es la salud del Estado. La expresión, “La Guerra
es la Salud del Estado” se refiere a la estabilidad política y social
que sufría el gobierno estadounidense en sus épocas de guerra, al crear
una falsa unidad nacional en contra del “enemigo”, estableciendo el
patriotismo y aplacando la lucha de clases. En efecto, se habla sobre el
papel de Estados Unidos en la primera guerra mundial, así como los
pocos pero subversivos movimientos en contra de la guerra. Se deja ver
el trasfondo económico de la intervención en la guerra, así como las
artimañas utilizadas para contener a sus enemigos interiores
(socialistas, opositores de la guerra, etc.), como la “Ley de espionaje
de 1917”.
15. Autoayuda en tiempos difíciles. Los años 20 dieron lugar a
grandes movimientos obreros en los Estados Unidos. El gobierno
implementó campañas para destruir al Industrial Workers of the World y
al Partido Socialista. La quiebra de la bolsa en 1929, dio origen a la
gran depresión, siendo un reflejo de que “la economía estaba
esencialmente enferma”. La política del ´´New Deal’’ hacían frente a las
necesidades mas urgentes, pero no resolvían el problema de fondo, por
lo que la gente se empezó a organizar para ayudarse a sí misma en
Seattle y Pennsylvania.
16. ¿Una guerra popular?. Zinn habla sobre el papel de Estados Unidos
en la segunda guerra mundial al mismo tiempo que pregunta: “¿era el
racismo, el imperialismo y el militarismo de la Alemania Nazi contra lo
que pelaba la “”democracia” de Estados Unidos? Lo que motivo la
incursión de Estados Unidos en la guerra fue el ataque a Pearl Harbor,
sin embargo, aquí Zinn nos cuenta una historia que difiere a la
tradicional, acerca de que era necesaria la agresión del enemigo - la
misma excusa de siempre - para la intervención militar, argumentando que
el gobierno no sólo sabía anticipadamente el ataque a la base naval,
sino que se tomaron las medidas que provocaron el ataque japonés, por lo
que resultaron totalmente innecesarios los bombardeos atómicos sobre
Hiroshima y Nagasaki para la rendición incondicional de Japón . Durante
la guerra, Inglaterra u Estados Unidos establecieron el Fondo Monetario
Internacional para asegurar el dominio norteamericano. En concreto, la
guerra resultó ser de lo más beneficiosa para el gobierno y las grandes
corporaciones estadounidenses: se había demostrado el devastador arsenal
que tenían, habían firmado acuerdos por toda Europa para
internacionalizar su mercado y la imagen de Hitler fue utilizada para
hacer creer al pueblo que los movimientos revolucionarios conllevarían a
lo mismo. También se habla de la Guerra de Corea como respuesta al
temor de “perder territorio” a manos de los comunistas ya que por todo
el mundo había movimientos comunistas que reflejaban una posición
antiimperialista, que Estados Unidos quería derrotar. Un ejemplo de esto
es la invasión de Bahía de Cochinos perpetrada por el gobierno de
Kennedy para incitar una revuelta en contra del régimen de Castro, pero
era un régimen popular y no hubo revuelta.
17. ¿O explota?. (Nombre de una línea del poema de Langston
Hughes, "Lenox Avenue Mural”) abarca el movimiento por los derechos
civiles en Estados Unidos. Zinn afirma que el gobierno comenzó a hacer
reformas contra la discriminación, aunque sin realizar cambios
fundamentales en aras de cambiar su imagen internacional, pero a menudo
no hizo cumplir las leyes que emitió. Zinn también argumenta que
mientras que la estrategia no violenta fue ciertamente efectiva por los
activistas de derechos civiles del Sur, se necesitaban las acciones de
militantes para resolver los problemas de los guetos negreros, como las
propuestas por Malcolm X. También se informa sobre la participación del
Partido Comunista en el movimiento, el Congreso de Igualdad Racial, el
Comité Coordinador No Violento de Estudiantes, los Jinetes de la
Libertad, COINTELPRO, y el Partido Panteras Negras.
18. La victoria imposible: Vietnam. Abarca la guerra de Vietnam, una
confrontación entre tecnología moderna organizada y seres humanos
organizados. Zinn afirma que Estados Unidos estaba librando una guerra
que no podía ganar, ya que el pueblo vietnamita se mostró a favor del
gobierno de Ho Chi Minh y se oponían al régimen de Ngo Dinh Diem
instalado por el gobierno norteamericano. Mientras tanto, la moral del
ejército estadounidense en la guerra era muy bajo, ya que muchos
soldados desertaron por las atrocidades que formaron parte, como la
masacre de My Lai . Zinn también trata de disipar la creencia popular de
que la oposición a la guerra fue principalmente entre los estudiantes
universitarios e intelectuales de clase media, a partir de estadísticas
de la época que muestran una mayor oposición por parte de la clase
obrera. Zinn afirma que las tropas mismas se opusieron también a la
guerra, citando las deserciones y las negativas a ir a la guerra, así
como los movimientos, como los Veteranos de Vietnam Contra la Guerra.
También nos habla sobre las invasiones de los EE.UU. a Laos y Camboya,
el agente naranja y los Papeles del Pentágono (the Pentagon Papers).
19. Sorpresas. En el movimiento de derechos civiles de los
años sesenta, comenzaron a aparecer señales de un despertar colectivo.
Se había agudizado los movimientos por derechos de los trabajadores, las
mujeres, los negros, los presos, como la segunda ola del feminismo, el
movimiento de abolición de prisión, el movimiento por los derechos de
los nativos americanos, y la contracultura. En los años sesenta y
setenta no sólo hubo un movimiento de mujeres, un movimiento de presos y
un movimiento de indios. Hubo una revuelta general contra los hasta
entonces opresivos, artificiales e incuestionados modos de vida. Esta
revuelta se veía reflejada en la música, las artes, los deportes, la
literatura, etc. nunca en la historia de Estados Unidos había habido
tantos movimientos por el cambio en tan corto espacio de tiempo, pero se
empezaban a implementar maneras mas sutiles de controlar a la gente.
20. Los años setenta: ¿bajo control?. Con la desilusión del pueblo
con el gobierno estadounidense durante la década de 1970 y la corrupción
política que se vio expuesta durante la década, Zinn afirma que la
dimisión de Richard Nixon y la exposición de los crímenes cometidos por
la CIA y el FBI durante la década fueron hechas por el gobierno,
haciéndole creer al pueblo que el sistema estaba ejerciendo la
autocrítica y que todo se iba a corregir, con el fin de recuperar el
apoyo para el gobierno del pueblo norteamericano sin realizar cambios
fundamentales en el sistema. De acuerdo al autor, la presidencia de
Gerald Ford siguió las mismas políticas básicas de la administración
Nixon. Otros temas cubiertos incluyen protestas contra la Corporación
Honeywell, el papel de Angela Davis, el escándalo [[Watergate],] la
participación de ITT Corporation en el Golpe de Estado en Chile de 1973,
el incidente del Mayagüez, la Operación MK Ultra, el Comité Church, el
Comité Pike, la Comisión Trilateral de la Gobernabilidad de las
Democracias y Bi-Centenario de la Declaración de Independencia, en el
que no parecía que hubiera demasiado entusiasmo por parte de la gente,
en cambio, en el bicentenario del "Motín del té” de Boston de 1773
fueron lanzados unos paquetes con las etiquetas Gulf Oil y Exxon al
puerto de Boston como símbolo de la oposición al poder corporativo de
Estados Unidos.
21. Carter-Reagan-Bush: El consenso bipartidista. Las
presidencias de Jimmy Carter, Ronald Reagan y George H. W. Bush parecían
intentos de la clase dirigente para reconquistar a los ciudadanos
desilusionados, ya que los partidos Demócrata y Republicano mantuvieron
políticas que eran esencialmente las mismas, es decir, que se manejó el
gobierno en una forma favorable para las empresas y no para el pueblo, y
continuaron con una política exterior militante, sin importar qué
partido estaba en el poder, utilizando similitudes entre los métodos de
las tres administraciones como prueba de ello. Otros temas cubiertos
son: la Doctrina de Imparcialidad, la invasión indonesia de Timor
Oriental, Noam Chomsky, el calentamiento global, Roy Benavidez, el
submarino Trident (Clase Ohio), el programa “Star Wars” (Iniciativa de
Defensa Estratégica), el Frente Sandinista de Liberación Nacional, el
caso Irán-Contra, la Guerra de la Ley de Poderes, invasión de EE.UU. del
Líbano durante la Guerra Civil Libanesa, la invasión de Granada, Óscar
Romero, la masacre del Mozote, el bombardeo de Libia, la disolución de
la URSS, la Invasión estadounidense de Panamá de 1989 y la Guerra del
Golfo.
22. La resistencia ignorada. Durante los años de Carter había comenzado a tomar cuerpo un pequeño pero activo movimiento contra la existencia del armamento nuclear. Durante los años de Carter, Reagan y Bush, los medios de comunicación habían ignorado casi todos los movimientos de oposición al gobierno estadounidense. Pronto los mítines crecieron a gran magnitud que se tuvieron que tomar medidas, como el recorte del presupuesto para la gran parte del servicio público, lo que desencadenó huelgas y manifestaciones en todo el país. Dimisiones de empleados del gobierno produjeron fuertes críticas a las actividades del gobierno. Durante la guerra del Golfo nació una red de información que contaba lo que se reservaban los medios de comunicación más importantes. Había periódicos alternativos en muchas ciudades y más de 100 emisoras de radio. En los años 90, el país estaba totalmente dividido en clases de extrema riqueza y extrema pobreza, separados por una clase media insegura y amenazada, sin embargo, continuaba una “cultura de oposición permanente”, la cual se negaba a renunciar a la posibilidad de una sociedad más igualitaria y más humana.
22. La resistencia ignorada. Durante los años de Carter había comenzado a tomar cuerpo un pequeño pero activo movimiento contra la existencia del armamento nuclear. Durante los años de Carter, Reagan y Bush, los medios de comunicación habían ignorado casi todos los movimientos de oposición al gobierno estadounidense. Pronto los mítines crecieron a gran magnitud que se tuvieron que tomar medidas, como el recorte del presupuesto para la gran parte del servicio público, lo que desencadenó huelgas y manifestaciones en todo el país. Dimisiones de empleados del gobierno produjeron fuertes críticas a las actividades del gobierno. Durante la guerra del Golfo nació una red de información que contaba lo que se reservaban los medios de comunicación más importantes. Había periódicos alternativos en muchas ciudades y más de 100 emisoras de radio. En los años 90, el país estaba totalmente dividido en clases de extrema riqueza y extrema pobreza, separados por una clase media insegura y amenazada, sin embargo, continuaba una “cultura de oposición permanente”, la cual se negaba a renunciar a la posibilidad de una sociedad más igualitaria y más humana.
23. La inminente revuelta de los guardianes. En este capítulo,
Zinn nos habla sobre un posible futuro movimiento radical contra la
desigualdad en América. Zinn afirma que al final habrá un movimiento
compuesto no sólo de los grupos anteriores que fueron involucrados en el
cambio radical como sindicalistas, afroamericanos, nativos americanos,
las feministas, sino también miembros de la clase media que están
empezando a mostrar descontento con el eEstado de la nación. Zinn hace
un llamado a utilizar las manifestaciones, marchas, desobediencia civil y
huelgas generales, en aras de redistribuir la riqueza, para reconstruir
las instituciones, para renovar las relaciones y crear un sistema más
justo y equitativo.
Epílogo. Sobre la presidencia de Clinton. El capítulo final abarca
los efectos de la administración de Bill Clinton en los EE.UU. y el
mundo. Zinn afirma que, pese a las afirmaciones de Clinton de que
traería cambios en el país, su presidencia mantuvo las cosas de la misma
forma que en la era Reagan-Bush.Los temas tratados son: el asedio de
Waco, el atentado de Oklahoma City, la Ley de Control del Crimen
Violento y Cumplimiento de la Ley, en antiterrorismo y Pena de Muerte
Efectiva de 1996, la Ley de Responsabilidad Personal y Oportunidad
Laboral, los ataques con misiles en Irak, la Operación Serpiente Gótica,
el Genocidio de Ruanda, la guerra de Bosnia, el Banco Mundial, el Fondo
Monetario Internacional, el Tratado de Libre Comercio, los bombardeos
en Afganistán y Sudán, el juicio político de Bill Clinton, la
Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Ley de
Telecomunicaciones de 1996 (Telecommunications Act), las campañas y
mítines de anti-globalización y las manifestaciones contra la cumbre de
la OMC en Seattle.
Vìa :
http://libros.gratisespanol.info/la-otra-historia-de-los-estados-unidos-howard-zinn
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