Una semana cumplieron este jueves las ocho vendedoras ambulantes que
mantienen una huelga de hambre para exigir que se elimine el veto que
les impide trabajar en el centro de Temuco. Este miércoles las protestas
se radicalizaron y una de ellas, incluso, se cosió la boca. Y si bien,
el gobierno regional ofreció distintas alternativas mientras se
construye un centro comercial que los albergue, los vendedores aseguran
que “no aceptarán limosnas” ni opciones que mermen sus ingresos.
En pie de guerra se mantienen más de 60 vendedores ambulantes de
Temuco luego que, durante este verano, entrara en vigencia una ordenanza
municipal que veta este tipo de comercio en las 12 cuadras que rodean
la Plaza Aníbal Pinto entre las calles Bello, Lautaro, Vicuña y General
Mackenna, sector donde desarrollaban su actividad hace más de 30 años.
Dentro de las razones que entregó el municipio – encabezado por el
alcalde RN Miguel Becker – para poner en funcionamiento este decreto se
incluía el impedimento del libre tránsito de personas por la zona más
céntrica de la ciudad. Sin embargo, los vendedores aseguran que también
se les culpaba del aumento de los delitos registrados en ese lugar.
La medida desató una serie de protestas que, en algunos casos,
terminaron con una decena de detenidos y con denuncias de uso excesivo
de la fuerza policial, como ocurrió en una manifestación de mujeres
comerciantes a principios de este mes. El Sindicato Histórico de
Vendedores Ambulantes de Temuco desarrolló una propuesta en la que se
comprometían a reducir su espacio de acción mientras se concretaba la
construcción de un centro comercial en donde podrían continuar
trabajando, proposición que fue descartada por el municipio.
Por lo mismo, el 17 de marzo ocho mujeres iniciaron una huelga de
hambre para exigir que les devolvieran sus puestos de trabajo hasta que
se concluya la edificación de las galerías. Sin embargo, con el paso de
los días las medidas de presión se han radicalizado y este miércoles una
de las manifestantes se cosió la boca para esperar los resultados de
una mesa de diálogo convocada por la intendencia.
De cara a la instancia de negociación con el gobierno regional, las
ayunantes depusieron momentáneamente la huelga, pero al no llegar a
acuerdo, retomaron la medida. “Nosotros no queremos limosnas, queremos
trabajar. Hemos vendido muchas cosas en la calle, pero no nuestra
consciencia. No estamos de acuerdo en que el municipio no nos quiera
ceder un lugar donde poder ganarnos la vida honradamente y por nuestro
propio esfuerzo, no queremos bonos para sobrevivir”, sentenció el
presidente del Sindicato Histórico de Vendedores Ambulantes, Hernán
Valdés.
Esto porque otro grupo de comerciantes aceptó relocalizarse y recibir
bonos de cerca de cien mil pesos de parte de la municipalidad, lo que
implicó en una gran merma en sus ingresos, dijo Vergara. “Hubo otro
sindicato que, en un principio, debido a la presión, se tuvo que ir
hacia los lugares donde les va muy mal. El gobierno les está ofreciendo
dinero para que se queden ahí y eso es lo que no queremos, queremos
trabajar”, explicó.
Sin embargo, el ambiente de negociaciones continúa tenso. A la mesa
de diálogo de la Intendencia no llegó el alcalde, pues según indicó a un
medio local su “prioridad está por otro lado y son 300 mil las personas
que viven en Temuco. Estoy mirando hacia adelante”. En su reemplazo
envió a un representante.
De todas formas, las autoridades regionales aseguraron que se
mantenían las condiciones para llegar a una solución: “Seguimos
optimistas de haber entregado alternativas que son una batería muy
potente, que muchas veces puede tener críticas, pero creo que van a
repensarlo. No hay razones para seguir adelante con la medida de presión
y creo que ellos van a meditar el gran esfuerzo que está haciendo el
gobierno”, dijo el Intendente de la Araucanía, Andrés Molina.
Dentro de las alternativas que se entregaron en la mesa se incluyen
arriendos en estacionamientos en lugares céntricos de la ciudad y
diversos planes de empleo de emergencia coordinadas por SERCOTEC.
“Lo que planteamos es que de aquí al año y medio en que esté
construido este centro comercial, se pueda apalancar a estos
microempresarios para que su paso hacia ese lugar no tenga un menoscabo
económico para ellos”, sostuvo el gobernador, Miguel Mellado.
Mellado afirmó que el diálogo continúa abierto, pero que la mesa de
negociación no se retomará hasta que los vendedores depongan la huelga.
Por su parte, el presidente del sindicato anunció una serie de
movilizaciones en la ciudad y confirmó que el ayuno era de carácter
indefinido.
Fuente, vìa :
http://radio.uchile.cl/noticias/107889/
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