Las gigantescas manifestaciones de protesta del
pueblo griego contra la política del Gobierno del Partido Socialista
(PASOK) y las medidas impuestas al país por la Unión Europea y el FMI
iluminan en estos días la amplitud y complejidad de una crisis sin
precedentes.
La gran mayoría de la Humanidad no
toma aún conciencia de que su futuro es inseparable de la lucha de
clases en desarrollo en la tierra que fue el origen de la civilización
europea y del concepto de la democracia política.
Un
sistema mediático controlado por el imperialismo insiste en presentar
los acontecimientos de Grecia como episodio de una crisis financiera
mundial pronta a ser superada.
Se trata de una
falsedad. La Humanidad enfrenta una crisis global y estructural del
capitalismo que se agrava cada semana que pasa en los frentes
económico, financiero, cultural, energético, ambiental, militar, social
y político.
EL MITO OBAMA
La crisis se inicio en los EEUU, el principal
baluarte del imperialismo. La potencia que los media portugueses
insisten en presentar como la “mayor economía del mundo” entro en un
proceso de decadencia irreversible. Los EEUU son hoy el país más
endeudado del mundo. Su deuda externa en el final del 2008 alcanzaba
los 13,77 millones de millones de dólares, el equivalente al PIB del
país; actualmente ya lo excede. Es actualmente superior a todas las
deudas externas sumadas de Europa, Asia, África y América Latina. Una
deuda impagable, anunciadora de un estruendo que sacudirá al mundo. Por
si sola, China es poseedora de más de 900 mil millones de dólares en
reservas de dólares y títulos del Tesoro norteamericano.
¿Por qué se mantiene entonces la hegemonía de los EEUU?
Dos factores la garantizan. El primero es su
inmenso poderío militar. El otro la permanencia del dólar como moneda
de referencia en el comercio internacional, principalmente como divisa
utilizada en las transacciones del petróleo. Y no hay control para la
emisión del billete verde.
Pero como los EEUU se
transformaron en una sociedad parasitaria que consume mucho más de lo
que produce, el país avanza para un desastre, sin fecha en el
calendario, de proporciones colosales.
El gigante
tiene pies de barro. Su déficit comercial rebaso el millón de millones
de dólares en el año pasado. Este año será superior.
Como la acumulación capitalista no funciona más de
acuerdo con la lógica del sistema, Washington, en la fidelidad a una
estrategia de dominación universal, saquea los recursos naturales de
decenas de países y desencadena guerras de agresión llamadas
“preventivas” con la complicidad de sus aliados de la Unión Europea.
En este contexto el presidente Barack Obama,
presentado por la propaganda como político progresista y humanista,
desenvuelve una política que es indispensable y urgente desmitificar
porque configura una amenaza a la Humanidad.
La
falsificación de la Historia no puede apagar la realidad. El hombre
distinguido con el Nóbel de la Paz amplió la política belicista de
Bush. Mantuvo la ocupación a Iraq, intensificó la guerra de agresión en
Afganistán, inició los bombardeos en el Noroeste de Pakistán, mantiene
la alianza con el sionismo neofascista israelita.
Crímenes monstruosos, sobretodo en Afganistán,
comparables a los de los SS nazis en la II Guerra Mundial, son
cometidos rutinariamente por las Fuerzas Armadas de los EEUU. La
barbarie militar tiene además por complemento una ola de barbarie
cultural. Ese es, sin embargo, asunto al que los grandes media solo
dedican una mínima atención. Seria incomodo recordar la destrucción y
el saqueo de patrimonios de la Humanidad en la antigua Mesopotamia.
Informar por ejemplo que en las ruinas de Babilonia se estacionan
tanques del US ARMY, que la mayor base norteamericana en Afganistán,
Begram, está instalada en el espacio arqueológico de Kapisa, la antigua
capital de la desaparecida civilización Kuchana.
El
Nóbel de la Paz de los EEUU es el primer responsable por el golpe de
Estado en Honduras (ver odiario.info
del 26 de Julio y del 1 de Diciembre del 2009), retoma la política de
hostilidad a la Revolución Cubana, vuelve a enviar la IV Flota para
las aguas de América Latina, amenaza a Venezuela Bolivariana, Ecuador y
Bolivia, crea 7 nuevas bases militares norteamericanas en Colombia,
instala en África el AFRICOM, un ejército permanente de los EEUU en
aquel continente, bombardea Somalia y el Yemen.
El
Presidente de los EEUU es elogiado como defensor de un mundo sin armas
nucleares. Pero en la reciente Conferencia sobre Desnuclearización
amenazó con usarlas contra Irán, si su gobierno no se somete a las
exigencias de Washington.
La
complicidad con la Finanza
Diariamente
leemos en los periódicos portugueses y escuchamos en programas
televisivos en que pontifican politólogos del sistema que la recesión
terminó en la mayoría de los países de la Unión Europea, que la
recuperación es una realidad y que en los EEUU la economía creció en el
último trimestre más de lo que era previsto. Grecia, Portugal, España,
Irlanda e Italia serian excepciones. La “turbulencia” de los mercados
se mantiene con bruscas oscilaciones en las bolsas, pero resultaría de
la acción de los especuladores.
Los gobernantes
y la comunicación social se esfuerzan en persuadir a los pueblos de
que todo volverá en breve a la normalidad gracias a sabias políticas
financieras –se insinúa- que salvaran a la banca y las medidas de
austeridad impuestas por la necesidad de reducir los déficits
presupuestales. En Portugal el PEC seria la solución salvadora. Con
costos, es un hecho, más ahora exigirían sacrificios de “todos” por el
bien de la patria.
El discurso de la mentira y
de la hipocresía puede cambiar de forma, pero su contenido es
fundamentalmente el mismo de Washington a Paris, de Tokio a Londres.
El objetivo es engañar a los pueblos para impedir
que la intensificación de las luchas sociales quebrante las bases del
sistema.
Una vez más son los EEUU quienes
comandan la campaña de desinformación.
En
realidad, muy poca cosa cambio allí en el mundo corrupto de las
finanzas. Centenas de millones dólares fueron inyectados en el
“mercado” por la Administración Obama, pero no para ayudar a las
grandes victimas de la crisis, las capas más pobres del pueblo
norteamericano. Las medidas tomadas por el Gobierno Federal pretenden
salvar de la quiebra a los responsables por las acciones criminales que
desencadenaron la crisis, sobretodo la gran banca, las aseguradoras,
los gigantes de la industria automotriz.
Los
dueños de la Finanza con los mismos que continúan atribuyéndose
salarios y premios milionarios (en Portugal pasa lo mismo) y retoman
los métodos fraudulentos que están en el origen del tsunami financiero.
Premios Nóbel de Economía como Joseph Stiglitz y
Paul Krugman y académicos de prestigio mundial como Noam Chomsky
arrancan la mascara al gobierno federal desmontando la mentira de la
recuperación. Acusan frontalmente a Obama de, al revés de castigar a
los cardenales de la Finanza haber colocado a muchos de ellos en
puestos clave de la Administración. Es el caso del secretario del
Tesoro Thimoty Geithner, un ex-magnate de Wall Street, hoy responsable
por la política monetaria del país. Más expresivo aún es el caso de
Larry Summers. Ese hombre fue, durante el gobierno de Clinton el autor
intelectual de la revocación de la ley que impedía la llamada
“desregulación”, esto es las políticas criminales que provocaron
quiebras en cadena. ¿Qué hizo Obama? Lo nombró su asesor económico.
En 1929, en el auge de la crisis iniciada con el crash
de Wall Street, John Kenneth Galbraith, el eminente economista
liberal, afirmó que “el sentido de la responsabilidad de la comunidad
financiera frente a la sociedad (…) es prácticamente nulo”.
Nada cambó desde entonces.
Obama
se comprometió a reformar profundamente el sistema financiero. Pero,
en vez de cumplir su promesa, mantuvo los privilegios de los cardenales
de la Finanza..
El desempleo, en tanto, crece.
La pobreza se esparce en ciudades como Detroit (antes pulmón de la
industria automotriz) y Pittsburgh (antigua capital del acero) donde
barrios enteros, deshabitados, ofrecen una imagen de decadencia que
niega los slogan del american way of life.
La canciller Merkel y el presidente Sarkozy gritan que
“es necesario refundar el capitalismo”. Pero, concientes de que el
capitalismo no es humanizable, todo hacen para recomponerlo.
El ejemplo de Grecia
Fue ilusorio cree que Europa escaparía a los efectos de
la crisis en los EEUU.
Se suceden las crisis en
Islandia, en España, en Irlanda, en Portugal, en Grecia.
El euro se desvaloriza en ritmo alarmante. La tasa de
desempleo alcanza ya el 20% en España. En Alemania y en Gran Bretaña la
gravedad de la crisis será evidente después de las elecciones. En
Francia, Sarkozy intenta en vano ocultar el profundo descontento del
pueblo que se expresa en al amplitud asumida por la contestación
social.
En Grecia la economía se desmoronó. La
alarma fue tan grande en Bruselas que los grandes de la Unión Europea,
temiendo el contagio, aprobaron con el FMI después de tumultuosos
debates, marcados por contradicciones y vacilaciones, un plan llamado
de “ayuda” que en realidad impone al país medidas que, de ser
aplicadas, lo reduciría a condición de colonia administrada por la
Finanza internacional.
Subestimaron el espíritu
de lucha del pueblo griego, su firmeza en el combate en defensa de
derechos históricos adquiridos hace muchas décadas.
Siete huelgas generales en los últimos cinco meses
expresaron el rechazo de los trabajadores griegos a someterse al
llamado “programa de austeridad”, eufemismo que encubre las exigencias
impuestas por el gran capital, violadoras de la soberanía nacional.
La huelga del día 5 de Mayo, gigantesca, paralizó
el país. Centenas de millares de trabajadores protestaron en Atenas y
otras 68 ciudades contra la agresión exterior disfrazada de “ayuda”.
Como era de esperarse, los media internacionales
desinformaron en Europa y en los EEUU. Redujeron las dimensiones de la
protesta y deformaron el significado de la gran jornada de lucha.
Pero el objetivo de calumniar al pueblo griego no fue
alcanzado. Era imposible ocultar que el país paró. Transportes,
escuelas, hospitales, fábricas, puertos, aeropuertos, comercio; Los
trabajadores del sector privado se juntaron a los del sector público en
la huelga
Elementos de la extrema derecha
provocaron disturbios en la manifestación en frente del Parlamento.
Entre ellos había policías de civil. Pero la tentativa de
responsabilizar al PAME (Frente Militante de todos los Trabajadores)
–el Frente Sindical que movilizó a los trabajadores- fracaso porque la
protesta fue pacifica, excluyendo todas las formas de violencia.
Los gobernantes y banqueros de la UE insisten en
hablar del “caos griego”, critican a los huelguistas que se oponen a
medidas de austeridad concebidas para “salvar al país”. Mienten
conscientemente. Grecia proyecta en estas semanas la imagen de una
lucha de clases ejemplar en la cual su pueblo, en confrontación con el
capital, asume el papel del sujeto histórico. El mundo del trabajo no
está dispuesto a pagar la factura de Maastricht: eliminación de los
13º y 14º salarios (aguinaldo), reducción de pensiones de reforma,
corte brutal en los salarios, congelamiento de los mismos, etc.
El día 4 de Mayo, rechazando la estrategia de Bruselas,
el Partido Comunista de Grecia –KKE-, ocupo simbólicamente la
Acrópolis, en Atenas, y desplegó en aquella colina milenaria banderas y
pancartas con una consigna desafiante: “¡Pueblos de Europa
levántense!”.
El KKE está consciente de que
Europa no se encuentra en el umbral de una situación
prerrevolucionaria. En la propia Grecia no están reunidas las
condiciones para el asalto al poder.
No por eso
el clamor revolucionario del KKE es menos conmovedor y oportuno.
También en 1848 Marx sabia, cuando redacó con Engels el Manifiesto del
Partido Comunista, que la Revolución Socialista en Europa no se
concretaría en el futuro próximo. Pero la consigna ¡Proletarios
de todos los países, uníos! resonó en el Continente como
incentivo a la lucha de clases, desencadenando un vendaval de
esperanza en las masas oprimidas.
Las grandes
revoluciones no se forjan en días, ni siquiera en meses o años. No
existe para ellas fecha previsible porque resultan de una suma de
pequeñas y grandes luchas inserta en contextos históricos favorables.
Los comunistas de Grecia no ignoran que la derrota
del capitalismo va a tardar. Pero adquirieron hace mucho la convicción
inclaudicable de que debe ser frontal y sin concesiones el combate al
sistema que invoca la necesidad de “reformas” y de “políticas de
austeridad” para reforzar la opresión social.
Una
certeza: la crisis, en Grecia y en el mundo, se va a agravar con
pesado costo para el proletariado de nuevo tipo que engloba a nivel
planetario centenas de millones de trabajadores.
Y no será de los Parlamentos transformados en
instrumentos de dominación de las clases dominantes que vendrá la
salida para la crisis global que vivimos y amenaza a la humanidad.
Por eso mismo, la ejemplar lección de combatividad
de los trabajadores griegos y de su heroico partido, vanguardia
revolucionaria en la mejor tradición leninista, es tan importante,
bella y simbólica.
En esta Primavera europea
del año 2010, los hijos de la Hellada vuelven a luchar por la
humanidad.
V.N.de Gaia, 9 de Mayo de 2010
El originl portugues de este articulo se encuentra
en
Traduccion de Pablo Blanco Cabrera
fuente, vìa :
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