Masivo éxodo aéreo desde Carriel Sur

Tras el terremoto grado 8.8 que afectó a nuestra Región, viajar hacia o desde Concepción se transformó en una verdadera odisea. Durante las primeras horas, un boleto en autobús desde Santiago a Chillán podía costar $15 mil y quienes buscaron la alternativa aérea, simplemente perdieron su tiempo. Los aeropuertos estaban cerrados o demasiado dañados.

Afortunadamente, el puente aéreo establecido por la Fach logró entregar una alternativa a los más desesperados. Así, los aviones Hércules que llegaban cargados con toneladas de comida, agua u otros enceres, comenzaron a llevarse a cientos de personas.

"La política institucional ha sido ofrecer esta opción a aquellos que los necesiten, por diversos motivos. De todas formas esto se realiza previa evaluación y por orden de prioridad. De todas maneras, la orden es evacuar al máximo de gente, no sólo a Santiago, también a Puerto Montt", aseguró el general Leopoldo Moya.

El proceso para abordar uno de los aviones militares es corto y sin mayores complicaciones. La mayoría simplemente llega, se inscribe y espera, hasta que logra abordar uno de los gigantes del aire. Por eso, lo mejor es llegar temprano al aeropuerto, para así evitar aglomeraciones.

SALEN EN MASA

Apenas se supo la noticia, las instalaciones del aeropuerto Carriel Sur se repletaron de personas que pretendían salir. Algunos para ver a sus familiares, realizar trámites o trabajar. Otros, definitivamente, escaparon.

"Nosotros somos de Calama y estamos hace tres años en Concepción. Tenemos una pequeña de seis días y de hecho, yo estaba en la Clínica Alemana cuando ocurrió el terremoto. Ahora tenemos que velar por la vida de mi hijita y por eso decidimos irnos", afirmó Marcela Sarria.

Contrariamente a lo que se pensó, la mayor parte de los pasajeros sólo realizan escala en Santiago, desde donde luego parten a otras ciudades del norte. Otros viajan para obtener alimentos y enseres que ya casi no se localizan en las comunas de la provincia.

"Yo soy de Concepción pero trabajo en Antofagasta, por lo que sólo estoy de visita por acá. Ahora tengo que volver a trabajar al norte y ando con mi pololo. Así que vamos a estar unos días en Santiago y luego volvemos al norte", dijo Colomba Machiavello, mientras esperaba que el avión estuviese listo.

Las mismas personas que usaron el servicio aseguran que obtener una oportunidad es cuestión de suerte.

"Esta es primera vez que vengo y tuve suerte. Ahora me voy para Santiago, de ahí tomo un bus y me voy para Coquimbo, donde tengo a mis padres", señaló Christian Moyano, quien trabaja en Concepción y no tenía forma de viajar al norte.

POCOS PERO SEGUROS

Aunque la Fuerza Aérea no precisó la frecuencia de los viajes, pues ésta depende de la cantidad de vuelos que realizan los aviones Hércules, las salidas de los colosos se producen a intervalos de tiempo regulares.

Ayer, por ejemplo, la espera de una persona no superaba las cinco horas y el centro de espera jamás colapsó.

Mientras tanto y a pesar de que el aeropuerto Carriel Sur está completamente habilitado, las aerolíneas comerciales mantienen suspendidos sus servicios en la zona. Esto se corroboró cuando el único vuelo Lan que estaba confirmado para las 16 horas de ayer fue suspendido por una falsa alerta de tsunami. Luego que la alarma decayó, los pasajeros quedaron sin respuesta, pues las dependencias del aeropuerto fueron evacuadas y cerraron sus puertas.
fuente, vìa:
http://www.elsur.cl/base_elsur/site/artic/20100304/pags/20100304053637.html