La
humana ley chilena Nº16.282 dice que es delito sobrepasar los “precios
oficiales” en zona de catástrofe, pero un pie de página aclara que los
“precios oficiales” son “el justo precio entre la oferta y la demanda en
tiempos de normalidad”. ¿Qué normalidad sería? ¿La de Santiago? ¿La de
la Patagonia? ¿O la de la catástrofe?
Los especuladores están haciendo lo que
se espera de ellos en una economía de libre mercado. Lo mismo que los
dueños de colegios, universidades, clínicas, bancos, empresas de buses,
líneas aéreas o cadenas de farmacias: aprovechan la legítima oportunidad
de maximizar el lucro a costa de las necesidades urgentes de sus
clientes.
Los muchachos alternativos de nuestra
era convocan a los vecinos a comprar en el almacén de la esquina, para
mantener las tradiciones y evitar que las cadenas de supermercados se lo
traguen todo. Sólo que esos de la esquina son los que, cuando pueden,
venden una marraqueta salvadora a 1.500 pesos hoy en Arica, y la vendían
también así en Constitución en 2010.
Se olvidó ya que en los tres
años del Gobierno de Salvador Allende los principales acaparadores y
especuladores eran los mismos simpáticos y esforzados vecinos dueños del
almacén de la esquina.
En 1968 Fidel Castro cometió uno de los más graves errores de la Revolución Cubana: nacionalizó los comercios pequeños.
Asi garantizó la mala distribución de los alimentos por décadas. Pero
no lo hizo por capricho, sino por la misma causa que los iquiqueños y
ariqueños podrían comenzar a saquear almacenes o linchar Manolitos: la
pequeña propiedad privada -reflexionó Fidel- recrea la mentalidad
capitalista. Y lo estamos viendo.
El fiscal de Tarapacá ha pedido a las policías que detengan a los especuladores.
Posiblemente serían detenciones ilegales, porque cualquier abogado
tomaría la mentada ley 16.282 y citando el pie de página, el acusado se
convertiría probablemente en un acusador del Estado por violar su
derecho constitucional a lucrar con la desgracia ajena.
"La pequeña propiedad privada -reflexionó Fidel- recrea la mentalidad capitalista. Y lo estamos viendo"
En 1919, el líder de la Revolución Rusa, Vladimir Lenin, creó la Cheka, en plena guerra civil.
Cheka es el precedente de la KGB y el acrónimo de “Comisión
Extraordinaria para Toda Rusia”, cuyo primer cometido no fue encarcelar
disidentes ni perseguir aristócratas y curas, como se cree. Su única
misión era combatir la especulación y el acaparamiento.
Como había una hambruna rampante en
Rusia, la orden de los chekistas era perentoria: quien fuera sorprendido
acaparando y especulando con alimentos sería fusilado en el acto, en
presencia de la comunidad ofendida. La que, obviamente, aplaudía porque
la Cheka repartía los alimentos escondidos.
Michelle Bachelet no puede, y seguro no quiere hacer algo así, de manera que el Estado deberá comenzar a regalar agua y alimentos para reemplazar a los que están en las bodegas. Así bajarán los precios. Y cuando todo pase, los vecinos volverán al almacén a comentar con Manolito lo dura que está la vida.
Alvar I. Kokevía:
http://www.elciudadano.cl/2014/04/04/103782/marraqueta-a-1500/
No hay comentarios:
Publicar un comentario