martes, 22 de marzo de 2011

Chile: controversia nuclear Francisco Marín

http://t2.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcSYUME14yEpRDs07F6glprMChQJwidEwq2iqUP9JPJVr0513eZH&t=1(apro).- La firma de un acuerdo de cooperación nuclear entre Chile y Estados Unidos está desatando un enorme rechazo en Chile. Esto, por la conmoción provocada por el desastre nuclear en Japón y ante la evidencia de que Chile –país altamente sísmico-- podría sufrir similares horrores en caso de contar con centrales nucleares.
Este convenio se materializó en el “Memorándum de entendimiento sobre cooperación en energía nuclear”, firmado en la sede de la Cancillería la mañana del viernes 18 por el canciller Alfredo Moreno y el embajador estadunidense Alejandro Wolff.
Aunque el texto del acuerdo no ha sido dado a conocer, hay claras muestras que éste implica un paso más en la adopción de la energía nuclear por parte de Chile. En entrevista con El Mercurio, el 14 de marzo, Wolff dio claras luces respecto de esto. “(Este acuerdo promoverá el) entrenamiento de ingenieros y profesionales del área, en la perspectivas de establecer las bases de una nueva institucionalidad (…) con miras a un eventual proceso de construcción de centrales nucleares en Chile”.
En un principio estaba planificado que el acuerdo lo firmaran los presidentes Barack Obama y Sebastián Piñera. Pero, en consideración de los gravísimos acontecimientos en Japón, y del incremento explosivo del rechazo a la energía nuclear que ha habido en Chile, el embajador Wolff solicitó al canciller que el pacto se firmara sin la participación de los presidentes.
Según informó La Tercera en su edición del 16 de marzo, el ministro de Energía y de Minería, de Chile, Laurence Golborne, acordó con el canciller Moreno “que, pese a las críticas y dudas internas, se debía defender públicamente el convenio con Washington, enfatizando que no apuntaba a la instalación de plantas nucleares para la generación eléctrica, sino sólo a cooperación científica y formación de capital humano”.

El rechazo

La oficina local de Greenpeace, haciendo eco a una demanda transversal, solicitó al gobierno de Chile, el 15 de marzo, desistirse del mencionado acuerdo nuclear. Su director Matías Asún señaló que "ante la grave situación que enfrenta la población japonesa por la emergencia nuclear, rechazamos rotundamente avanzar en las bases para traer la energía nuclear a Chile".
Agregó que lo ocurrido en Fukushima ayudaría “a tomar conciencia de lo nociva y peligrosa que es la energía nuclear". Incluso Greenpeace inició una campaña para evitar que se firme el convenio con Estados Unidos, cuya primera acción fue desplegar, un día antes de la suscripción del acuerdo, un espectacular lienzo a un costado de La Moneda que decía “No Nuclear”.
Y para este domingo 20, Greenpeace y otras organizaciones programaron una gran manifestación en rechazo a la energía nuclear y a favor de las energías limpias, la que culminará con un recital en la Plaza Brasil, de Santiago.
El diputado socialista Marcelo Díaz, manifestó, el 14 de marzo, mediante un comunicado de prensa, que el eventual acuerdo binacional en materia de cooperación nuclear no ha sido “informado al país en forma clara y abierta (…) se está dando por hecho que en Chile vamos a tener centrales nucleares, pero el gobierno no ha informado ninguna decisión al respecto de manera transparente. Se hacen inversiones, se firman convenios y se formulan anuncios como si el tema estuviera zanjado”.
Díaz también dijo que esperaba que el ministro Golborne explique “su entusiasmo con esta idea puesto que, tras lo visto en Japón, es una total locura pensar en energía nuclear para Chile”.
La Cámara de Diputados programó una sesión especial, a realizarse el 22 de marzo, con el fin de conocer de parte del ministro de Energía la política nuclear que está implementando el gobierno.
La influyente bancada de senadores del Partido Demócrata Cristiano (PDC) hizo este miércoles 16 un llamado al presidente Piñera para que se respete un compromiso contraído por él, en 2006, según el cual se opondría a la instalación de centrales atómicas en Chile. Y que, en consecuencia, no suscriba el mencionado acuerdo con Estados Unidos.
El senador Mariano Ruiz-Esquide, del PDC, afirmó en este sentido que "ante la inminente catástrofe nuclear en Japón y dada la situación sísmica de Chile, estamos absolutamente en contra de la energía nuclear porque ya conocemos su impacto. Y lo que hay que hacer es buscar otras energías y acostumbrarnos al ahorro energético", finalizó el parlamentario.
A pesar de los reclamos, el presidente Piñera ratificó la firma del convenio. El mandatario hizo el anuncio el miércoles 16 al finalizar una visita a la residencia del embajador de Japón en Chile, Wataru Hayashi. Allí sostuvo que al gobierno le importan las energías limpias pero que “no puede negarse a estudiar otras posibilidades”.

El proyecto nuclear de Piñera

El 17 de junio pasado, el Colegio de Ingenieros de Chile realizó –en su sede principal ubicada en Santiago-- el Seminario de Energía Nuclear. Las conclusiones de este encuentro, publicadas en la web de los organizadores, muestran cuál es el tenor del debate nuclear en Chile.
El representante del Ministerio de Energía, Claudio Huepe, confesó en ese foro que el gobierno “continuará realizando los estudios y acciones tendientes a avanzar en el desarrollo nuclear del país”.
Y adelantó que su dependencia trabaja en la definición de un órgano regulador nuclear y la normativa nuclear asociada. Huepe señaló también que el gobierno se esmeraría en la “formación de la opinión pública” para el escenario nuclear.
El representante del Colegio de Ingenieros y asesor en materias antisísmicas del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rodolfo Saragoni, expresó en aquel seminario que es “perfectamente posible construir centrales nucleares en la costa de la Zona Central y Norte de Chile”.
En el mismo seminario, el ingeniero de la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN), Pedro Orrego, dio a conocer que en Chile habría suficiente uranio como para alimentar todas las centrales nucleares que se instalen en el país por 200 años.
El presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Alberto Salas, sostuvo que “la energía nuclear es una tecnología suficientemente segura y probada a nivel mundial para el suministro de energía eléctrica base, con la ventaja de que no emite gases de efecto invernadero en su operación”.
Cabe señalar que las grandes mineras son las principales interesadas en desarrollar la industria nuclear en Chile, dado el enorme caudal de proyectos en ejecución y en preparación.
Según cifras de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), sólo para los próximos siete años se proyectan inversiones por cerca de 50 mil millones de dólares.
En junio pasado, el entonces ministro de Energía Ricardo Rainieri participó en un foro de cooperación energética organizado por la APEC y realizado en Japón. En éste, los 21 ministros de Energía presentes hicieron un llamado a potenciar la energía nuclear.
Al concluir el encuentro, subrayaron en un comunicado la naturaleza “limpia” de la energía atómica y apoyaron la construcción de nuevas centrales. En la ocasión, el gobierno de Japón expresó su disposición a colaborar en la construcción de centrales nucleares en Chile, lo que fue muy bien recibido por el ministro Rainieri.
En el marco de una visita a Francia, el ministro Golborne firmó un “Memorandum de entendimiento en materia de ciencia y energía nuclear con fines de uso pacífico”. Este acuerdo lleva la firma de Jaime Salas, del CCHEN, y del comisario de energía atómica de Francia, Bernard Bigot y fue suscrito el 24 de febrero.
Entre otros puntos, supone la creación de un grupo de trabajo que buscará opciones de desarrollo de la tecnología nuclear en Chile. Esta comisión estará compuesta por las empresas GDF Suez, por parte de Francia, y de Quiñenco (Luksic), por parte de Chile. Los representantes de éstas, Gerard de Mestralled y Guillermo Luksic, serán los encargados de elaborar, en un plazo máximo de un año, un plan para la implementación de la energía nuclear en Chile.
El acuerdo de cooperación con Francia incluye la creación de un Comité de Metales Estratégicos, instancia que sería la encargada de gestar las condiciones para la explotación de uranio chileno.
Cabe tener presente que la mayor proveedora de servicios de energías nucleares es la estatal francesa Areva. Y que 80% de la electricidad de Francia es generada por este tipo de energía, por lo que necesita garantizar el abastecimiento de uranio.
Es importante señalar que en septiembre pasado, la estatal cuprífera Codelco puso en funcionamiento una planta de recuperación de uranio en la mina Radomiro Tomic.
Según informó a Radio Bío Bío el diputado Enrique Accorsi, del Partido por la Democracia, Codelco habría gastado en este proyecto más de mil millones de dólares, decisión que se habría tomado en completo secreto y obviando el interés nacional.
En entrevista con Apro, el presidente del Comité de Defensa y Recuperación del Cobre, Julián Alcayaga, dijo que “la solución al problema energético es simple: hay que detener todos los nuevos proyectos mineros y volver a la producción de 1.6 millones de toneladas de cobre que había en 1989”.
Cabe consignar que la explotación privada de cobre ha hecho que Chile haya cuadruplicado su producción de este mineral en los últimos 20 años, convirtiendo al país en el primer productor mundial. Sin embargo, la mayor parte de las empresas ha declarado pérdidas operacionales con el fin de no pagar impuestos ni regalías.
Alcayaga afirma que “en Chile no existe ni el agua ni la energía necesarias para sostener la voracidad de las industrias mineras que trabajan concertadas con funcionarios de gobierno, cuyo único interés es enriquecerse a costa del interés nacional”.

Fuente, vìa :
http://proceso.com.mx/rv/modHome/detalleExclusiva/89365

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