Estaba fascinada por la cantidad de detalles que se prestaban sobre estos procedimientos mágicos, como a qué hora del día y en qué fase de la luna se supone que hay que cortas las hierbas, y me gustaba imaginarme cómo sería el mundo si realmente funcionasen estos conjuros. No probé ninguno de ellos. Mi razonamiento fue que si realmente funcionaban, nadie de este planeta sufriría por tener el corazón roto o dolor de cabeza. Hoy, probablemente daría una razón distinta. Los que ofrecen una cura milagrosa son los que deberían aparecer con la documentación científica para la eficacia del tratamiento. Huelga decir, que el libro de conjuros no se paraba a tratar con las evidencias de que los rituales tuviesen algún tipo de efecto.
Estaba pensando en el pequeño libro de
conjuros recientemente cuando, por coincidencia, me crucé con un sitio
web en el que venían hechizos. Está claro, Internet está repleto de
tonterías, pero por alguna razón ésta me hizo pensar. No es sólo que el
sitio ofreciese “hechizos de amor, amuletos mágicos, etc.”, querían
dinero real por ellos. “Pongo a tu disposición hechizos mágicos,
encantamientos, genios, talismanes y amuletos como GURÚ de renombre
mundial y no como un aficionado en este campo”. Atento a las mayúsculas.
El “conjuro para el retorno de un amante” parece que está
particularmente extendido. Por lo que a mi concierne, el retorno súbito
de uno de mis amantes pasados probablemente terminaría en pesadilla. Por
lo que, tal vez, prefieras echar mano de un genio:
“La Conjuración o Invocación de genios es ahora posible siguiendo con precisión el conjuro de invocación de genios y ciertos poderosos rituales de invocación preparados por mi [...] Algunos ejemplos de las cosas que estos poderosos genios pueden hacer por ti [...] Si deseas viajar a otro país, no necesitas documentos o un avión. Simplemente ordenaselo a tu genio y él cogerá tus manos y en una fracción de minuto estarás en la tierra de tus sueños”.
¿Tal vez simplemente vende pastillas para
dormir? Pero no, el genio también puede “darte los números de la
lotería, bingo etc.” Lo que me hace pensar por qué el GURÚ no ha ganado
aún la lotería.
Vale, lo admito, no llegué a ese sitio
web accidentalmente. Leí un foro en el que una mujer insistía en que un
conjuro que había comprado recientemente por sólo 200 dólares le había
ayudado (con un problema de salud). No era un anuncio (no había enlaces
ni nombres adjuntos). En realidad, en un principio no sabía de qué
estaba hablando. Después supe que había gastado 200 dólares en que
alguien le enviase un correo con algunas “palabras mágicas”
probablemente generadas aleatoriamente. No pude más que quedar
asombrada. Me generó dos preguntas: Primero, ¿por qué la gente gasta
dinero en basura totalmente inútil? Segundo, ¿no dice la teoría
económica estándar que el valor de un producto refleja toda la
información sobre el mismo? Entonces, ¿por qué el milagro del mercado
libre no pone un precio exacto de cero a los inútiles conjuros? (Para
ser justa, probablemente tienen un ligero valor de entretenimiento y un
efecto psicológico. Pero eso es como decir que te gastarías 200 dólares
en un iPod, y que si no funciona el dinero aún estuvo bien gastado
porque te sientes mejor ayudando a la economía).
Pensamiento mágico
La Wikipedia nos ofrece la siguiente definición para el pensamiento mágico:
“El término pensamiento mágico se usa para describir un razonamiento causal que busca la correlación entre actos o palabras y ciertos eventos”.
Sin embargo, buscar correlaciones es algo
que también se da en el pensamiento científico. Es de más ayuda se se
añade que el antropólogo E. Tylor caracterizó tal pensamiento como
“pre-lógico”. Básicamente, por definición, lo mágico no es científico.
El pensamiento mágico cree en las relaciones causales o correlaciones
donde no hay ninguna. Crees en la magia si realmente crees que
presionando un huevo contra tu cabeza se va el dolor. Pero, por
supuesto, los límites entre la ciencia y la magia se hacen más borrosos
cuando uno llega a la investigación de vanguardia. Puede que exista una
relación después de todo, simplemente la ciencia no la ha encontrado. De
hecho, los vendedores más inteligentes de esta basura inútil no
insisten simplemente en productos no científicos, lo que equivale a
declarar que no son de ninguna utilidad. Añaden explicaciones
pseudocientíficas con la esperanza de que algún lector quede
impresionado.
Un ejemplo de vergonzosa pseudociencia
son los “productos taquiónicos”, que con sus polaridades atómicas
alineadas mejoran la capacidad natural del cuerpo para sacar del Campo
de Taquiones la energía que necesita”. Podemos leer por ejemplo en este
sitio web que:
“Dado que la existencia del Universo de Taquiones no puede ser demostrada por la instrumentación disponible actualmente, la Teoría de Taquiones está construida examinando los efectos observables y sacando conclusiones. Dado que la Teoría de Taquiones difumina la distinción entre la metafísica (que trata de las realidades no físicas) y la física (que trata con realidades físicas), no ha sido bien recibida entre algunos integrantes de la corriente principal de la física[...] Aunque desacreditada por algunos físicos actualmente, la Teoría de Taquiones persiste, un artefacto de la física teórica que tiene que ser reemplazada por una alternativa completamente coherente e integrada[...]Experimentamos el Campo de Taquiones con nuestros sentidos, mente y espíritu como una sensación cálida,y placentera de energetización y curación. Los sanadores han aprendido a acceder a los recursos curativos del Campo de Taquiones mejor que la persona media. Creer en un “Poder Mayor” les permite aprovechar el Campo de Taquiones. Cuanto más lo aprovechan, más efectividad como sanadores tienen”.
Casi me hace daño al cerebro leer esto
(pásame un huevo, por favor). La afirmación de que la “teoría” no ha
sido bien recibida por la “corriente principal de físicos” y que está
“desacreditada” debería ser una advertencia inmediata para el lector.
Esto significa, hablando en plata, que ningún científico creíble se
traga estas tonterías. Se han buscado los taquiones, y nadie los ha
encontrado. Hay cero evidencias de que existan. Y, aunque así fuera,
ciertamente no energetizarían tus sentidos a través de una “cinta para
el pelo taquiónica”. Por supuesto, el sitio web no ofrece ninguna
documentación del supuesto examen de los efectos observables.
En uno de mis primeros años en el
Instituto de Física Teórica en Frankfurt, mi compañero de oficina entró
en un sitio web muy similar que vendía agua taquiónica. Tenía un
servicio de atención en línea, por lo que llamó. Realmente queríamos
preguntar cómo creían que podían capturar taquiones en el agua. Descolgó
el teléfono una mujer y tras una amistosa bienvenida, mi compañero le
preguntó qué era un taquión. Dijo que le pasaba con el servicio técnico
de la línea, pulsó un botón y la línea quedó muerta. Dice mucho de los
detalles científicos.
¿Simplemente tontos?
Es fácil catalogar a la gente que cae en
la pseudociencia como conjuros, agua con nombres extravagantes o genios,
como tontos. Aunque no creo que esa sea una buena explicación.
Una de mis parientes, cuando superó los
80, empezó a sospechar de toda la tecnología moderna. Un momento que
recuerdo particularmente bien es que había oído o leído en algún sitio
que las súbitamente omnipresentes señales de los teléfonos móviles son
básicamente radiación que está a nuestro alrededor todo el tiempo.
Empezó a culpar a esas ondas electromagnéticas si se caía una toalla de
la percha, o algo rodaba y se caía de la mesa, o algo que no era capaz
de encontrar. Un ejemplo perfecto de crear correlaciones. Hice un
intento de explicarle que de ninguna forma la potencia de la radiación
podría usarse para mover objetos macroscópicos, pero tengo que señalar
que mi explicación fue bastante inútil.
No es que mi pariente fuese estúpida. De
hecho incluso con su avanzada edad, estaba lejos de ser estúpida. El
problema es que no tenía ni idea de cómo funciona la tecnología moderna y
carecía de los conocimientos básicos. Tenía un hueco de conocimiento
demasiado grande. Tendría que haber empezado desde las ecuaciones de
Maxwell sobre un transistor y llegar a las ondas y antenas, microondas, y
tal vez pasar al láser que ahora es un ingrediente estándar en muchos
de los productos caseros. Y si tienes 86 años, ¿escucharías a una
veinteañera explicarte cómo funciona el mundo?
La Tercera Ley de Arthur Clarke
“Cualquier tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia”.
La cita cumple con su cometido bastante
bien, aunque es un poco descuidada. Me gustaría añadir que la tecnología
siempre puede distinguirse de la magia, es sólo que la tecnología
podría no ser comprensible con el conocimiento o medios a tu
disposición. Pero considera que te llega una tecnología alienígena para
un tratamiento contra el cáncer. Podrías no ser capaz de descubrir cómo
funciona, pero serías capaz de demostrar que funciona. No lo llamaría
magia si puedes demostrar, aunque tal vez no explicar, un efecto. Es
más, el funcionamiento de muchos medicamentos que son actualmente de uso
común, no se comprende muy bien. Lo que hacemos simplemente es
demostrar que generan un beneficio para el paciente. No hay magia en
eso.
Resumiendo, mi idea es que hay dos
razones para que la gente caiga en la magia (no ciencia) o en la
pseudociencia (mala ciencia): Uno es que no tienen idea de cómo funciona
la ciencia. Los elogios de clientes satisfechos no son una evidencia
acumulable. (“Algunos atletas han escrito cartas que afirman que el
dolor de las lesiones deportivas se atenuó o eliminó, y se obtuvo una
rápida recuperación usando productos taquiónicos”. Vale, perfecto. ¿Y
los ensayos clínicos de doble ciego? Sólo por preguntar.) Segundo es que
no tenemos suficiente información para ser capaces de decir si hay una
razón sensata para que un producto realmente funcione en el presente
estado de conocimiento científico. Tengo mucha imaginación, y puedo
soñar que dentro de miles de años puedas descargar una cura para las
migrañas que consista en un software que permita a algún dispositivo de
tu ordenador emitir un estímulo electromagnético focalizado que afecte a
regiones concretas de tu cerebro que, demostrablemente, alivien el
dolor. No muy distinto de comprar un conjuro on-line. Excepto que el
conocimiento científico actual no está ni remotamente cerca de hacer que
esto sea posible. Pero para ser capaz de decir esto, tienes que tener
alguna idea de cuál es el estado de la ciencia.
Al final, todo se resume en una falta de
educación. Educación sobre cómo funciona la ciencia, y cuál es el
conocimiento científico establecido.
Aún no he descubierto cómo el valor distinto de cero de productos inútiles encaja en la Teoría Equilibrio General.
Autor: Sabine Hossenfelder
Enlace Original
Vìa, tomado de :
http://www.cienciakanija.com/2010/07/15/magia/
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