(Por
La Vaca) Con pruebas colectadas por el Proyecto X, la justicia de San
Martín – célebre por validar la obediencia debida y la ley de punto
final en 2004- avanza contra seis trabajadores y delegados de las
multinacionales Kraft y Pepsico en dos causas elaboradas alrededor de
acciones de protesta en reclamo de reincorporación de despedidos y
mejoras salariales.
Según pudo confirmar lavaca están
imputados del delito de corte de ruta, usualmente usado
para criminalizar las manifestaciones, Javier Hermosilla (de la comisión
interna de Kraft, por 10 hechos), Leonardo Norniella (despedido en el
conflicto de 2009 de Pepsico, 3 hechos), Lorena Gentile (comisión
interna de Kraft, 2 hechos), Ramón Bogado (de Kraft y ex integrante de
la comisión interna, imputado en 5 hechos), Jorge Penayo (de Kraft,
integrante de la anterior comisión interna, 2 hechos) y María Rosario
(actual trabajadora e integrante de la anterior comisión, 2 hechos).
De
cada uno, Gendarmería hace una detallada descripción de sus
movimientos, influencias y acciones durante manifestaciones en 2009 y
algunas del 2010 y 2011, en distintos informes pertenecientes al
Proyecto X. Las causas contra los trabajadores (n° 481/2009 y n°
620/2010) fueron elevadas recientemente a juicio oral mientras que la
denuncia contra el espionaje ilegal de Gendarmería está en plena etapa
probatoria.
Botones de muestra
El
Proyecto X, así revelado por el propio ex jefe de Gendarmería Héctor
Schenone, es un software de Gendarmería Nacional que reúne informes de
todo el país desde, al menos, 2004 hasta 2012, referidos a movimientos
sociales, gremios, partidos políticos, madres y abuelas de Plaza de
Mayo, hijos de desaparecidos, padres y madres de las víctimas de
Cromañón, referentes villeros y centros de estudiantes. Contiene desde
perfiles de líderes sindicales –detallando la dirección, el estado civil
y la capacidad de convocatoria- hasta crónicas sobre reuniones
preparatorias de marchas en reclamo de la desaparición de Julio López.
En casos como el del sacerdote José María Dipalola, el Padre Pepe, lo
cataloga como simpatizante del Partido Obrero, lo cual indicaría que
debe moderarse el flujo de alucinógenos entre gendarmes y agentes
curiosamente llamados de “inteligencia”. El alcance total del Proyecto X
es indeterminado ya que sólo se conoce la información de las personas
denunciantes, la cual basta para constatar su ilegalidad.
En
Argentina, las tareas de inteligencia se encuentran reguladas por la
Ley 25.520, que define en su artículo 2 como “inteligencia” a “la
actividad consistente en la obtención, reunión, sistematización y
análisis de la información específica referida a los hechos, amenazas,
riesgos y conflictos que afecten la seguridad exterior e interior de la
Nación”.
No espiarás a tu prójimo
En el artículo 4 de dicha ley se establecen límites precisos e imperativos a lo que está vedado en ese ámbito:
“Ningún organismo de inteligencia podrá:
- (…) cumplir, por sí, funciones policiales ni de investigación criminal, salvo ante requerimiento específico realizado por autoridad judicial competente en el marco de una causa concreta sometida a su jurisdicción, o que se encuentre, para ello, autorizado por ley.
- Obtener información, producir inteligencia o almacenar datos sobre personas, por el solo hecho de su raza, fe religiosa, acciones privadas, u opinión política, o de adhesión o pertenencia a organizaciones partidarias, sociales, sindicales, comunitarias, cooperativas, asistenciales, culturales o laborales, así como por la actividad lícita que desarrollen en cualquier esfera de acción.
- Influir de cualquier modo en la situación institucional, política, militar, policial, social y económica del país, en su política exterior, en la vida interna de los partidos políticos legalmente constituidos, en la opinión pública, en personas, en medios de difusión o en asociaciones o agrupaciones legales de cualquier tipo.
- Revelar o divulgar cualquier tipo de información adquirida en ejercicio de sus funciones relativa a cualquier habitante o a personas jurídicas, ya sean públicas o privadas, salvo que mediare orden o dispensa judicial”.
Por
último, en materia legislativa, en la causa n° 12.144/200 la Cámara
Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal, Sala IV, detectó que
la Policía realizaba informes sobre organizaciones sociales y políticas y
determinó en la Resolución 38/2003 “Organismos de inteligencia de las
Fuerzas de Seguridad Policial” prohibir esas tareas por considerarlas
“ilegales”.
A quién investigan
El
Proyecto X viola todas estas normas. No existe ningún aval judicial que
motive y justifique la infiltración de la Gendarmería Nacional en
organizaciones sociales de cualquier tipo. Al contrario: la información
recaudada de ese modo ilegal y clandestino se va “blanqueando” en
diversos expedientes judiciales, “unas veces de un modo velado, y otras
en forma absolutamente burda”, precisa la abogada Myriam Bergman, quien
descubrió junto a colegas del CeProDH (Centro de Profesionales por los
Derechs Humanos) la utilización de esos informes en causas contra sus
representados.
Más info
Un
ejemplo revelador es el de Javier Hermosilla, de quien la Gendarmería
Nacional informa de manera especial en la “situación 200645AG009
160/170” perteneciente al Proyecto X:
“Datos
de interés: se observó que Hermosilla (miembro de la comisión interna
de Kraft Foods Argentina Ex-Terrabusi, y quien estaría alienado al
partido obrero (po), proyecta su incidencia sobre el resto de los
trabajadores que se refleja en:
- de coordinación de las medidas de fuerza (aceptó liberar un carril sobre la Panamericana en sentido hacia Capital Federal) .
- fue quien mejor explicó el conflicto a los MM CC SS” (se refiere a los medios de comunicación).
La gendarme Calisaya
Esta
información era almacenada y analizada en lo que la Gendarmería
Nacional llama Centros de Reunión de Información, cuyo software
principal tenía base en el edificio Centinela, en el barrio porteño de
Retiro. Allí llegaban los informes provenientes de distintas partes del
país y se reunían según “archivos”. Los datos almacenados se usaban
entonces como fuente de consulta, seguimiento y desarrollo de las
actividades de las organizaciones y de los líderes sindicales, tal cual
comprobaron los abogados del CeProDH que lo plantearon en su denuncia
del siguiente modo:
“La
Gendarme Calisaya declara que: “luego lo aclaró a través de la base de
datos con que cuenta la fuerza en la cual se desempeña, dado que no era
la primera vez que el nombrado encabezaba un corte.
(…) Lo que nos permite concluir que las identificaciones no son llevadas a cabo por un gendarme en particular, sino que son llevadas adelante a partir de las “bases de datos” ilegales con que cuenta la fuerza”.
Te estamos filmando
En este sentido el proceso de uso de la información concluía con una “selección” del material para un objetivo concreto: “de
la causa 481/09 surgen fotografías y videos aportados por la
Gendarmería Nacional, en las que se le realizan primeros planos a
militantes de derechos humanos reconocidas como Elia Espen (Madre de Plaza de Mayo) y María Victoria Moyano Artigas
(hija de desaparecidos y nieta restituida por Abuelas de Plaza de Mayo y
miembro del Centro de los Profesionales por los Derechos Humanos) como
participantes de la manifestación. Ellas jamás han sido citadas en una
de las tantas causas en curso lo cual también indica que no solo se
reúne la información obtenida de las manifestaciones sino que se la
clasifica y selecciona”.
El
factor común en esa clasificación se centra en la “pertenencia
política” de los perseguidos: “Parece que más que la acción concreta, lo
que procuran describir a la perfección es la pertenencia política de
cada uno”, denuncia la causa presentada por CeProDH y otros organismos.
Personal “de civil”
¿Cómo recaudaba la Gendarmería estos datos para elaborar los informes?
En 2007 la Dra. Marcela Perelman del CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales) elaboró un informe llamado La regulación de los operativos de seguridad en el marco de las manifestaciones públicas
que indicaba la presencia sistemática – no sólo frecuente- de personal
vestido “de civil” en las manifestaciones públicas: “Resulta
paradigmático el ejemplo de la presencia de personal de seguridad sin
uniforme en la zona controlada por un operativo. El hecho de que estos
funcionarios pertenezcan o no funcionalmente a áreas de inteligencia no
despeja la ambigüedad respecto del tipo de tareas que desarrollan (…).
La presencia de personal vestido “de civil” en las manifestaciones es
una práctica frecuente, sino sistemática, de los operativos. Esto se
desprende de diferentes expedientes judiciales y de las observaciones
presenciales del equipo participante del proyecto “Derechos Humanos e
intervenciones de instituciones de seguridad en el contexto de
manifestaciones públicas”.
A la marcha con el cabo
Los
informes del Proyecto X explicitan esta práctica alertada por Perelman y
el CELS en boca de los propios gendarmes. En la causa 481/09 (fs.
441/443) el gendarme Raúl Ernesto Sheurman, relata que fue designado con
otro miembro de la fuerza, el Cabo Sanabria, para ir a una
manifestación y transcribe: “nuestra función allí es solamente
observar quiénes están en el lugar, hablar con la gente para saber el
motivo del corte, mientras que todo lo referente al restablecimiento del
tránsito se encarga el Escuadrón de Seguridad Vial… que vamos al lugar vestidos de civil para mezclarnos entre la gente y determinar quiénes son los que hablan por los altoparlantes, ver quiénes son los organizadores”.
Fotos con celu
En la causa 620/2010 otra gendarme describe el mismo tipo de infiltración: “pudo
observar que había tres personas, claramente identificables que
evidenciaban ser los cabecillas, dando indicaciones a los manifestantes y
siendo entrevistados por medios periodísticos que allí se manifestaban.
Por tal motivo, encontrándose la dicente vestida de civil se entremezcló con la multitud,
de manera encubierta y comenzó a recabar los datos de las personas en
cuestión preguntando entre las personas que se manifestaban, el nombre
de los cabecillas, obteniendo los datos de los imputados, Gentile,
Norniella y Coria”.
Además
de esta caza de datos sobre los líderes sindicales, sus movimientos, la
descripción de la marcha, la Gendarmería incluía en los informes fotos y
videos de los asistentes. En otro expediente se revela que “la baja calidad de las tomas fotográficas se debe a que se hacen por medio de teléfonos celulares”, para no ser descubiertos.
“Prensa independiente”
¿Cómo se presentaban los gendarmes para entablar conversaciones en la manifestación y acercarse a los delegados?
En
la causa 481/09 que tramita en el juzgado de Tres de Febrero, en uno de
los videos aportados como prueba y filmados por la Gendarmería Nacional
se escucha la siguiente conversación:
Persona 1: Yo soy delegado de la fábrica, quería saber de qué medio sos, porque los compañeros tienen dudas.
Persona 2: Prensa independiente amigo.
Persona 1: No, decime donde porque si no te sacamos a la mierda.
Persona 2: Yo me voy solo, no te hagas drama.
Persona 1: Bueno, ándate.
La
careta del “periodista” para acercarse a los manifestantes merece un
debate profundo sobre la manipulación de la profesión como excusa de la
inteligencia estatal, en la dimensión que merece la infiltración durante 10 años del oficial Américo Alejandro Balbuena en la agencia Rodolfo Walsh.
Muchos
de los informes reportan de esta manera informativa el desarrollo de
situaciones gremiales como seguimiento de un tema. Así se lee en el
Expte. 481/09 del Juzgado Federal de Tres de Febrero: “Señora Juez:
Informo a V.S. que en el día de la fecha, siendo aproximadamente las
11:50 hs., utilizando el aparato de telefonía celular nro.
011-154-971-9606 me comuniqué con el Comandante de la Gendarmería
Nacional Cristin Rodríguez (tel. 15-3-210-0184), a efectos de verificar
cualquier tipo de novedad que pudo producirse desde la última
comunicación mantenida en el día de ayer, ante lo cual refirió que si
bien mediante las negociaciones desarrolladas ante el Ministerio de Trabajo no se arribó a un acuerdo entre las partes, pudo saber que el gremio se encuentra dividido en dos sectores, uno “radicalizado” y otro “más componedor”. Que este último sector mantuvo conversaciones hasta últimas horas de la tarde de ayer,
llegándose a un principio de solución producto de la aceptación de
reincorporación del 50% del personal despedido por la Empresa en
cuestión”.
6 megabytes
Del
edificio Centinela de Campo de Mayo se extrajeron 6 megabytes de
documentos del mismo tipo, con información sensible de movimientos
sociales, partidos políticos de izquierda, gremios, organizaciones
estudiantiles.
Se
estima que el alcance de la inteligencia – confirmado desde 2004 hasta
2012 y a nivel nacional- es mucho mayor y mucho peor. Irregularidades en
los peritos a cargo de Oyarbide y extraños movimientos de “backup”
informativos aumentan la sospecha, y la paranoia.
La historia que cuenta Myriam Bregman a lavaca acerca de cómo se destapó esta olla lo demuestra.
La lluvia de causas judiciales
“Desde
el CeProDH veníamos representando a los trabajadores de Kraft y Pepsico
y empezamos a notar que de un momento a otro, año 2009 en adelante,
empiezan a llover causas judiciales”.
“Primero
empezamos haciendo planteos a la justicia federal de San Martín y de
San Isidro para ver de dónde venían las causas, porque nos preguntábamos
de dónde salía la información que ellos incluían en el proceso.
Trabajadores como Lorena Gentile – de la comisión interna de Kraft- iban
a solidarizarse con los compañeros del frigorífico Rioplatense y
aparecía ella procesada. Era evidente que había un ensañamiento y sabían
dónde estaba y qué estaba haciendo cierta gente”.
El modus operandi
Bregman
agrega: “Cuando ya se empiezan a acumular varias causas – en el caso de
Javier Hermosilla de Kraft llega a tener 16 causas penales- pudimos
trazar un modus operandi de cómo se armaban estas causas, empezar a ver
patrones comunes. Y en el 90% de los casos todos los informes en los
cuales se basaban los jueces provenían de la Gendarmería Nacional”.
“Esos
informes eran informes escritos y en los cuales la terminología era
claramente de inteligencia: para referirse a los dirigentes sindicales
hablaban de ‘cabecillas’, terminología propia de la dictadura militar
que los que hemos actuado en causas de lesa humanidad conocemos muy
bien. Incluso el organismo que proveía esto se llamaba Centro de Reunión
de Información, que es el mismo nombre que usaba el Batallón 601 para
las unidades de espionaje que tenía la Bonaerense en la dictadura”.
“Además
se incluían fotos y videos, que mostraban a otra gente que estaba en el
corte pero no era procesada. No había una cosa objetiva, había una
selección y una decisión de escritorio sobre a quién se iba a imputar y a
quién no”, dice la abogada.
La denuncia
Con
los datos que pudieron reunirse y el acompañamiento de muchos
organismos de derechos humanos (La Liga Argentina por los Derechos del
Hombre, Nora Cortiñas y Lidia Espen de Línea Fundadora, CORREPI) el
CEPRODH presentó una denuncia el 22 de noviembre de 2011. Bregman:
“Decíamos que para nosotros había una red de espionaje, que temíamos que
se extendiera al resto del país. Y que había un claro objetivo de
perseguir a las comisiones internas combativas – opositoras a los
gremios oficialistas y oficiales-. Pedimos también que se allane Campo
de Mayo (el Centro de Reunión de Información) y que se tomen medidas
urgentes sobre el edificio Centinela para recabar toda la información y
los videos que aparecían en las causas”.
La confesión de Schenone
La
abogada explica que la denuncia original recayó en el juzgado federal
n° 7 de Norberto Oyarbide: “Nos tomó como querellantes rápidamente pero
tardó nueve meses en allanar Campo de Mayo. Ya en febrero, cuando se
levantó la feria, el jefe de Gendarmería Héctor Schenone levanta un
oficio que le había mandado el juez diciendo que no tienen ningún
sistema de espionaje y que sí tienen tres sistemas de datos. Uno se
llamaba Sistema de Gestión Operativa, otro SAG, que fundamentalmente
eran dos bases que compilan la información de los pasos fronterizos y un
registro de autos con pedido de secuestro. Y dice que hay un tercero
que es “Project X”, dando explicaciones muy dudosas sobre en qué
consistía, por lo que todas nuestras miradas se dirigieron a eso”.
El perito de la SIDE
“En
el medio, el Oyarbide pidió que se incorpore un perito de la SIDE de
identidad reservada en todas las pericias –relata Bregman-. Esto es algo
inexplicable, absolutamente ilegal, porque lo que estaba haciendo es
hacernos contra-inteligencia para monitorearnos. Yo hasta que los
informes de los peritos no está en el expediente judicial, no me entero
de nada. Pero la SIDE tiene inmediato conocimiento”.
Allanamiento secreto en helicóptero
La
abogada Bregman destaca otro aspecto: “La manera en que Oyarbide
realizó las pericias hizo que gran parte de la información tuviera que
volver a ser peritada (por el ahora juez Cassanello). La primera vez que
fue a Campo de Mayo lo hizo en helicóptero, una forma llamativa de
llegar a un lugar para un allanamiento que nadie debe conocer de
antemano. Además, tres días antes salió en Ámbito Financiero que
Oyarbide iba a allanar esa sede por Proyecto X. Cuando llegaron a Campo
de Mayo lo que hizo la Federal fue solamente copiar los títulos de los
archivos que había en las computadoras del Centro de Información. Esto
parece un chiste de mal gusto, pero es la realidad. Ni siquiera le llamó
la atención un archivo que se llamaba ‘operativos hechos sin orden
judicial’, aunque parezca mentira”.
El precinto de Garré y la desmentida de Cristina
“A
partir de esto la ministra Garré hace una conferencia diciendo que el
sistema era obsoleto y que sólo se trataba de un software –detalla
Myriam Bregman-. Y manda a precintar el lugar donde estaba el sistema,
es decir el edificio Centinela. Al poco tiempo hay una conferencia de la
Presidenta donde desmiente a Garré: dice que el Proyecto X se está
usando y es sumamente útil, y que se acababa de encontrar a un camionero
que traficaba drogas gracias al Proyecto. Esto tiene un problema,
porque si estaba precintado – nosotros vimos las fotografías- no se
podía usar. Además, si se usaba para detener camioneros, ¿por qué
aparece Norta Cortiñas en el Proyecto X? Fue claramente una arenga
política de defensa de la fuerza, un mensaje de aval ridiculizando lo
que había dicho Garré”.
“En septiembre de 2012 descabezan a la cúpula de la Gendarmería Nacional”.
Trabajadores a juicio
Sobre
la causa contra los trabajadores, dice Bregman: “En este momento están
todos los peritos trabajando, la causa está en completa etapa probatoria
y va a seguir avanzando. Pero al mismo tiempo el viernes 28 de junio la
justicia federal de San Martín citó a varios trabajadores de Kraft para
que se notifiquen de la constitución del tribunal que los va a juzgar. O
sea que estamos próximos a juicio oral por causas basadas en el
Proyecto X, del cual todavía no se sabe su alcance y la justicia no
sentenció”.
“Lo
que estamos seguros es que ya con lo que está en la causa, se confirma
que hay un sistema instalado a nivel país. Tenemos la información de
todas aquellas personas que fuimos las que denunciamos. Con ese poquito
se encontró muchísimo: informes de distintos lugares del país que
abarcan desde Salta hasta Chubut, Comodoro Rivadavia, Córdoba, Neuquén,
distintos gremios, partidos políticos, organizaciones sociales. Todavía
no tenemos dimensión real del alcance”.
“Queremos
hasta la última prueba que la Gendarmería tiene y por supuesto la
destrucción, no queremos que esa información siga estando en manos del
Estado”.
La designación de Milani
El
nombramiento de César Milani al frente del Ejército Nacional ha
motivado el repudio y denuncias de distintos organismos que plantean su
actuación turbia en la última dictadura militar.
Fue
el propio Arturo Puricelli, actual ministro de Seguridad, quien desde
el frente de la cartera de Defensa remitió el legajo de Milani a un
fiscal de Tucumán que investiga los crímenes de lesa humanidad que se
cometieron en el Operativo Independencia. En el legajo de Milani se
constató que era subteniente especializado en inteligencia en el
Batallón 601 de Ingenieros de Construcción 141 con sede en La Rioja,
pero en comisión en Tucumán.
La
causa – que fue archivada en marzo – investiga entre otras la
desaparición del soldado Alberto Ledo, quien es señalado como el
“asistente personal” de Milani en 1976. Ledo militaba por su parte en
agrupaciones de izquierda. Uno de sus compañeros, Enrique Vergara,
militante del peronismo de La Rioja y ex preso político, declaró: “Ledo
desaparece en una de las tantas rondas que hacía el operativo, al mando
del capitán de apellido Sanguinetti, también con destino en La Rioja
pero trasladado a Tucumán (…) Nunca Milani ni el Ejército dieron
explicaciones de cuál ha sido el destino de Ledo. Han querido esconder
el crimen, diciendo que Ledo había desertado de las filas” (Fuente: La Prensa).
Por
otra parte el ex soldado Álvaro Illanes declaró que en 1976 Milani
“hacía interrogatorios de inteligencia” a los conscriptos en La Rioja, y
confirmó a Ledo como el “asistente personal de Milani”. Sin embargo
explica otras circunstancias en su desaparición: el 16 de junio: “Me
contaron que salió al monte a patrullar solo con suboficiales y
oficiales. Al día siguiente, a las 7 de la mañana al hacer la formación
de tropa y Molina anuncia que Ledo había desertado con todo su
armamento” (Fuente: Clarín).
Myryam
Bergman suma otra cuestión sobre Milani: “En la causa sobre el Batallón
601 que incluye a Gerardo Martínez, el juez le pregunta al Ejército
cuál es el legajo de Martínez y si tuvo participación. El que contesta
es Milani, diciendo que se tenga mucho cuidado, que es un expediente
reservado y que no se dé a conocer ese legajo. Es decir que planteó toda
una política de protección hacia Martínez”.
El espionaje federal: caso Balbuena
Myriam
Bregman también es abogada patrocinante de la Agencia Walsh por el caso
de Américo Balbuena, el oficial infiltrado durante diez años en la
agencia de noticias.
Su
caso ha quedado aislado de todo sistema de inteligencia o infiltración,
como si Balbuena hubiese actuado por cuenta propia. Lo cierto es que su
causa avanza a demostrar una red similar al Proyecto X en la Policía
Federal. “Está en plena etapa de pericias”, cuenta Bregman. “El juez
Torres actuó con gran celeridad y allanó rápidamente el lugar donde
Balbuena supuestamente reportaba”.
Por
qué no es un hecho aislado: “Balbuena se mostraba públicamente, tenía
contacto con todas las organizaciones, todos lo conocemos, siempre
intentaba ir a la casa de las personas que entrevistaba, se movía de una
manera que ahora nos damos cuenta… eso que parecía casi tonto e ingenuo
era parte de su trabajo”.
El sistema
Tantas
casualidades indican una sistematicidad, desde los distintos ámbitos,
aparatos y carteras de seguridad del gobierno: Gendarmería Nacional,
policías municipales, SIDE, Ejército. Y desde las propias palabras de
los funcionarios avalando estas prácticas: Cristina Fernández, Aníbal
Fernández, Nilda Garré, Sergio Berni.
El
régimen de vigilancia de Argentina tiene un Estado cada vez más
agresivo, no solamente por el solapamiento de estos graves casos de
infiltraciones, control y criminalización, sino revelado también por
sistemas informáticos recientemente aplicados de identificación de
personas: desde la tarjeta SUBE hasta el nuevo sistema biométrico de
identificación (Sibios), un programa que permite incorporar a los
pasaportes un chip electrónico con datos personales, huellas dactilares e
imágenes faciales.
Los
progresos técnicos facilitan así lo que parece ser una tendencia a
nivel global, pero que en Argentina se dio en los últimos años de manera
particular, no sólo desde el estado nacional sino también desde
gobiernos municipales (el jefe de gobierno Mauricio Macri procesado por escuchas telefónicas, Ciro James, el “Fino” Palacios, etc.).
Vía:
http://www.agenciawalsh.org/fgg/j-p/10931-criminalizacion.html
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