Anuncian que el derrotado político
ultra-derechista venezolano Henrique Capriles Radonski (HCR) viene a
Chile esta semana, mientras los grandes medios locales, venezolanos e
internacionales todavía hacen invisible la ola de muerte y violencia que
convocó el 15 de abril, después de perder las elecciones del día
anterior, con el pretexto de un aparentemente inocuo cacerolazo para
“descargar esa arrechera” (rabia)… “para que se oiga en todo el mundo”.
(1)
Pero el comando de sus grupos armados había preparado algo distinto. Desató una vez más la ya clásica guarimba,
como llaman allá a los desórdenes públicos violentos, con una secuela
de muerte y destrucción que tomó por sorpresa a más de la mitad del país
que acababa de ganar las elecciones. La invitación a la violencia,
formulada por el perdedor con una generosa cobertura de los medios
privados locales, condujo a los grupos fascistas locales a dos jornadas
de violencia, el 15 y 16 de abril, con un balance de 11 muertos, 78
heridos y la destrucción de instalaciones de atención primaria en salud
pública.
La presencia de grupos armados que
aniquilan gente por motivos ideológicos es un hecho nuevo en la política
venezolana, introducido por HCR. La pregunta es qué ocurriría en ese
país si este político descontrolado por la histeria del fascismo
alcanzara realmente el poder. Probablemente, reproduciría la situación
que hoy presenciamos en Egipto, con la mano oculta de EEUU dirigiendo la
batuta, merced a su control y financiamiento del ejército desde los
tiempos del acuerdo de paz de Anwar el-Sadat con Israel, en marzo de
1979.
El actual gobernador del estado
Miranda tiene derecho a viajar donde le de la gana… y cuenta con plata.
La derecha golpista que últimamente lideriza HCR dispone este año de 1,4
millones de dólares para sus empeños desestabilizadores del gobierno de
Nicolás Maduro, tres veces más de lo que recibió el año pasado de la
National Endowment for Democracy (NED), la agencia del gobierno de EEUU
que, en nombre de la “democracia” precisamente desestabiliza aquellas
democracias consideradas “hostiles” a sus intereses.
HCR viene a internacionalizar, e
introducir en Chile, el conflicto político interno venezolano en
vísperas de las elecciones presidenciales del 17 de noviembre, como
parte de la agenda de viajes que le preparó y financió la Nacional
Endowment for Democracy (NED), de EEUU, “para conversar con otros
importantes referentes políticos de la región”. Aspira a reunirse con el
presidente Sebastián Piñera e incluso con Michelle Bachelet, además de
un sinfín de representantes de la clase política
Uno de sus anfitriones en Chile será
Juan Cristóbal Nágel, coordinador de la visita y académico de la
Universidad de Los Andes, casa de estudios privada establecida con apoyo
de la Prelatura de Santa Cruz y del Opus Dei. Nágel explicó anoche en
CNN que “el objetivo principal (del viaje) es crear consciencia de la
grave crisis que existe en Venezuela”, porque las recientes elecciones
“no fueron concluyentes y aún existen muchas dudas al respecto”. Con
meridiana claridad, por boca de Nágel HCR propició la intervención
extranjera en el país de Chávez: “se sabe que esto va a tener que pasar
al plano internacional, porque simplemente no se espera que las
instituciones en Venezuela respondan a lo que se pide”.
En la base de apoyo de HCR en Chile,
además figuran, entre otros, el senador PDC Patricio Walker, de
reconocida “solidaridad” con causas reaccionarias de cualquier pelaje
allende las fronteras. También HCR posee simpatías en la cúpula más
derechista del PDC, partido que preside Ignacio Walker, hermano de
Patricio.
La conexión con los grupos
económicos está manejada por el fantasmal Consejo de Chile para las
Relaciones Internacionales, parapeto de Hernán Felipe Errázuriz Correa,
canciller y ministro de Minería durante la dictadura militar
(1973-2000), también presidente del Banco Central con Pinochet y hoy
abogado-lobbysta al servicio de BAT Chile (ex Chiletabacos, filial de
British American Tobacco), poseedora del 93% del mercado fumador local.
Para una suerte de cóctel con Corina
Machado, realizado en mayo, Errázuriz fue capaz de reunir como
anfitrión a una selecta representación de grupos económicos, figuras
políticas del espectro gobernante, ex diplomáticos, “pensadores” ligados
a la Concertación (hoy llamada Nueva Mayoría) y hasta un general de
división responsable de “Educación y Doctrina” (?) en el ejército. Ese
encuentro sirvió también para el estreno en high society de un
tal Edgar Paredes, que funge como representante permanente de la derecha
venezolana, algo así como un embajador oficioso en Chile. (2)
Entre las 11 victimas fatales de los
seguidores convocados por HCR murieron dos niños: María Báez, de 12
años, y Rey Chapín, de 11. Los 9 adultos pasados por las armas fueron
todos jóvenes en la flor de la vida: José Ponce (45), Rosiris Reyes
(44), Johan Hernández (22), Luis García (24), Hender Bastardo (21),
Henry Rangel (32), Keler Guevara (23), Jhonny Pacheco (37) y Gerardo
Rico (39). Ciertos venezolanos dicen que HCR quizás ignora el amor
filial de padre y madre por sus niños, pues aún no se le conocen hijos
ni mujer.
Hasta hoy Capriles no reconoce su
derrota por 224.268 votos, incluso después de una auditoría exhaustiva y
otro recuento manual, “voto a voto”, solicitados por él mismo y su
propia gente. Lo cierto es que el candidato de la derecha venezolana
perdió por más sufragios que la ventaja de 223.392 preferencias
obtenidas por Sebastián Piñera sobre su contendor Eduardo Frei RT en la
segunda vuelta del 17 de enero de 2010. Pero Frei no hizo ningún llamado
a “descargar rabia”.
Capriles mostró su lado más oscuro
cuando, siendo alcalde de Baruta –elegido el 30 de julio de 2000-
encabezó las hordas que asediaron e invadieron la Embajada de Cuba en
Caracas durante el fracasado golpe del 11 de abril 2002 contra Hugo
Chávez. Sus bandas armadas llevaron a la práctica el descontrol de su
líder HCR atacando una representación diplomática, en flagrante
violación del derecho internacional, algo que ni siquiera se atrevió a
hacer el dictador Pinochet.
Y, tal como actuaban las tropas de
asalto del nazismo alemán, sacaron con violencia de sus hogares a todos
los dirigentes pro Chávez que pudieron encontrar para golpearlos, luego
encarcelarlos y probablemente asesinarlos. Capriles encabezó en persona
el operativo contra la sede diplomática y la captura de un alcalde en su
domicilio. HCR algo sabe de derecho internacional, porque estudio
leyes, se graduó de abogado e hizo estudios de postgrado. Simplemente,
su mesianismo, por creerse ungido como el salvador de la derecha en su
país, lo hace incapaz de controlar sus actos públicos.
El pedigree de Capriles también registra una falta menor, una “aprehensión en flagrancia” por un fellatio
a un tal Armando, considerado infracción de policía local por haberse
efectuado a bordo de un BMW estacionado en la vía pública, según reportó
el 8 de mayo 2000 un informe del inspector Teodoro Hernández, entonces
jefe del Módulo Santa Rosa de la Policía Municipal de Baruta. Este
incidente, que la ley de ningún país civilizado considera falta cuando
ocurre en privado, independientemente de las preferencias sexuales de
los protagonistas, acaeció casi tres meses antes de su elección como
alcalde… de Baruta y su posterior “descarga de arrechera” terminó con la
carrera del policía municipal Hernández, que lo sorprendió en
flagrancia. (4) Tampoco se sabe que alguna vez se haya atrevido a salir
del armario y adherir a la justa causa del movimiento gay, que hoy se
encuentra en ascenso en Chile conducido por respetables figuras del
quehacer nacional.
Sería impropio que gente del PDC, la
derecha RN-UDI y, como pretende, la abanderada de Nueva Mayoría le
dieran bienvenida pública a un sujeto que no cree en las elecciones ni
en el juego democrático, y tampoco reconoce los resultados electorales,
que en Chile suelen ser más estrechos que los últimos de Venezuela. La
clase política chilena, que ahora está sumergida en un complejo puzzle
electoral y con la mira puesta en las elecciones del 17 de noviembre, no
debería perder su tiempo recibiendo a este fascista descontrolado, como
lo hizo el presidente colombiano Manuel Santos, sino seguir el ejemplo
de Enrique Peña Nieto, el primer mandatario de México, quien simplemente
lo ignoró.
Periodista y escritor chileno
Foto: ACNNotas:
1) http://www.youtube.com/watch?v=LKl2ZwVNfPE
2) http://www.argenpress.info/2013/05/conflicto-politico-de-venezuela-se.html
3) http://historico.servel.cl/SitioHistorico/index2009_p2v.htm
4) Ver “Informe Fellatio HCR” 1 y 2, adjuntos
Vía:
http://www.elciudadano.cl/2013/07/17/73634/capriles-la-cara-viva-del-fascismo-viene-a-chile/
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