1.
Se han entregado en demasía las pruebas del fraude electoral
anticipado, pero puede ser un trabajo inútil ante instituciones de
Estado como el IFE, el TRIFE y la FEPADE que sirven para un carajo. Y no
diré que son democráticas por resolver a favor de la invalidez de las
elecciones, pues sólo estarían cumpliendo con su trabajo. Pero si
repiten el mismo discurso de siempre a favor del PRI, Peña Nieto y el
establecimiento, les mentaré la madre y me alinearé a las acciones
políticas que me encomienden. Estoy convencido que el PRI nos va a joder
tanto como lo hizo el PAN en 12 años; escojo darle una oportunidad al
Movimiento Progresista encabezado por López Obrador pensando en que
algunas cosas pueden cambiar en beneficio del 70 por ciento del México
pobre y miserable.
2.
Pero también sé que si las cosas no cambian en uno o dos años, tendré
que seguir batallando aunque muchos de mis conocidos estén en el
gobierno. Porque en política no hay asuntos personales sino
fundamentalmente colectivos, sociales; no sería correcto que para
justificar a amigos dejemos –ni un minuto- de luchar por más de 80
millones de mexicanos que sufren pobreza, miseria y hambre. López
Obrador es el político electoral más honesto y consecuente que existe en
México y ha dado muestras de que es muy consecuente con su ideología,
pero no hay nada escrito, destinado y seguro. Hasta el gobernante más
honrado del mundo puede dejarlo de ser si no hay mucha gente crítica de
izquierda que lo ande vigilando. De la derecha también habría que
esperar críticas, pero para servir a los ricos.
3-
La realidad es que estamos ante un sistema de simulación democrática,
se escribe en Proceso, en el que hay élites partidocráticas,
especialmente dos, que se mueven del centro a la derecha –el PRI y el
PAN- y que entre ellas acuerdan reglas con muchos acuerdos bien
entendidos para la alternancia. Es lo que escribí en mi artículo de hace
unos días comentando la actitud del PAN y su misma candidata Vázquez
Mota que antes que se den los resultados reconoció en todos los medios
el triunfo del PRI para luego obligar al presidente Calderón (del mismo
partido) a hacerlo. En esa alternancia buscan entrar los “Chuchos”, los
enemigos de López Obrador que prefieren aliarse con el PRI o el PAN a
acercarse a AMLO. Es el vergonzoso papel que han caminado la señora
Robles de Ahumada y la señora Zavaleta.
4.
Me parece que quienes desde la izquierda no apoyen la batalla contra el
descarado fraude electoral antes de los comicios, realizados por Peña
Nieto y el PRI, la historia los seguirá juzgando. ¿No comprenden acaso
que no se trata de avalar a una persona sino de acabar con el dominio de
un puntal importante del sistema capitalista, así como de debilitar
viejas maniobras que siempre se usan (fraude y compra de votos) en los
procesos electorales. Pero no solamente es eso; además le daremos un
magnífico golpe al monopolio televisivo y de la radio que durante más de
50 años han manipulado al pueblo mexicano. Para cumplir con esa tarea
ha despertado el movimiento estudiantil “Yo soy 132”. Pienso que esta
batalla puede ser importante para cambiar algunas formas tradicionales y
dominantes de gobierno.
5.
Las clases dominantes, que siempre controlan las riquezas y el poder,
han tenido al ejército, la policía, las cárceles y, sobre todo las
armas, a su disposición. Es por ello que el pueblo no se atreve a salir a
la calle para reclamar -hasta conquistar- sus derechos. Si el TRIFE, la
FEPADE y el IFE resuelven otorgarle el triunfo a Peña Nieto e inventan
mil argumentos para decir que las acusaciones y las pruebas no tienen
razón, las amenazas de represión contra las protestas pasarán a primer
término. En México no contamos con grupos y organizaciones fuertes que
pudieran defender los intereses de la población; lo más seguro es que
cada quien –soportando la intensa propaganda a favor de Peña Nieto en
los medios de información- se dirija a su casa lamentando nuestra
permanente falta de fuerza.
6.
Ante la fuerza bruta de la burguesía idealizo que tuviéramos en México
aunque fuera a 50 mil estudiantes progresistas e izquierdistas vigilando
que el gobierno cumpla sus promesas con el pueblo; que 10 mil obreros
estén preparados para impulsar huelgas de fábrica para obligar a
cualquier gobierno a cumplir; o que 100 mil ciudadanos estén dispuestos a
salir a la calle y paralizar la ciudad en caso de que un gobierno que
cumpla con solucionar las necesidades del pueblo. Es para mí la única
forma en que los gobiernos pueden solucionar los problemas de la nación
y, si eso no existe, fácilmente se ponen de acuerdo en las reuniones
patronales, confederaciones de empresarios y banqueros, para impulsar
acciones en su beneficio. Es lo que ha sucedido en todo el siglo XX y lo
que va del XXI: El PRI y del PAN sirviendo a los ricos.
7.
Y parece que así continuaremos en, por lo menos, los próximos 30 años
si dejamos que por tercera vez (1988, 2006, 2012) los gobiernos de
derecha, los medios de información, los empresarios y el clero, nos
sigan imponiendo a sus gobiernos. Las grandes concentraciones de masas
del lópezobradorismo, del Yo soy 132, de la CNTE, de la APPO, del SME,
alguna de EZLN y de Javier Sicilia, parece que han servido muy poco si
tomamos en cuenta que la clase gobernante siempre se ha impuesto. Si por
el contrario, por primera vez esas funestas instituciones cumplen el
papel, muchas cosas tendrían que cambiar: primero lograr condiciones de
unidad de la izquierda para futuras batallas. Así que en estos días
debemos estar muy vigilantes para contribuir con lo que podamos hacer.
(13/VII/12)
Pedro Echeverría V.
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