sábado, 21 de julio de 2012

Mexico. La prensa vendida: Aplaudidores y alcahuetes....pulsociudadano



La prensa en México es, en su mayoría, se ocupa de un gran juego mediático que persigue un único fin: el poder. Ya sea por sí mismos, “infiltrando” gente en las altas esferas de la política mexicana o incluso, poniendo a su candidato en la presidencia. Sobre el tema escribe Tony Aguirre en su blog. Aquí presentamos su columna:


APLAUDIDORES Y ALCAHUETES… La prensa vendida:



  ”Hay que formarse en la fila de los críticos, porque el coro  de la complacencia ya es muy amplio”
LEONARDO CURZIO.
PRI y Televisa
Desde sus inicios la libertad de expresión ha sido perseguida en México y desde entonces, siempre ha existido la prensa vendida. En el siglo XIX, por citar un ejemplo, la Gaceta del Gobierno de México fue establecida por un grupo de conservadores, cuya misión era defender los intereses de la monarquía, además de ser un vocero de las autoridades de la época
A pesar de que, desde la Constitución de Apatzingan de 1814 ya se ponderaba la libertad para hablar y manifestar opiniones mediante la imprenta, en los hechos el periodismo siempre ha sido sometido a la censura y, en contrasentido, la corte complaciente le ha rendido tributo al poder y a los poderosos. Es esta prensa vendida la que mucho tuvo que ver para “entronizar” a Enrique Peña Nieto en la silla de los Pinos.
Cómplices


El cuarto poder.


4to. Poder
A lo largo de los siglos XIX y XX el autoritoritarismo imperó en el Estado mexicano, con lo cual, los medios estuvieron supeditados al sistema. Primero fue la prensa escrita y posteriormente la radio y la televisión. A pesar de ello, antes como ahora, han existido medios libres, independientes y críticos, que aunque son los menos, ahí están dando la batalla. Dada su penetración y fuerza, los medios se convirtieron en el cuarto poder.
Sin embargo, es la llamada caja idiota, la que tomó el liderazgo y hoy, como nunca, pareciera que del cuarto sitio, se pasó al primero, cosa que quedó demostrada en las últimas elecciones presidenciales (2006 y 2012), donde la pantalla chica, jugó el papel principal, tanto que se señala a Televisa (y también a TV Azteca), como la principal impulsora de la candidatura de Peña Nieto.
Así que, cuando creíamos que alcanzabamos mayor libertad e independencia , cuando pensábamos que Fox vendría a cambiar el panorama político, económico y social de México, la empresa de San Angel, como antes lo hizo con el PRI, decidió aliarse con el PAN para co-gobernar en su lamentable administración. Posteriormente, vino Calderón, quien con sus 60 mil muertos ha dejado al país convertido en un campo santo, como le diría Sicilia a Josefina, y a más mexicanos sumidos en la pobreza (15 millones en pobreza extrema según el CONEVAL). Y ahí, cual servil, estuvo Televisa como principal cómplice de la debalce de México. Hoy, por cierto, ejercer el periodismo libre y crítico en México, es tan peligroso como en Afganistán, Irak o Filipinas.
Las evidencias


EL REALITY SHOW.



Durante gran parte de la época Priísta, Televisa permaneció ahí, cual cortesana, en su sitio. De hecho, Emilio Azcárraga,el tigre, se había declarado un soldado del partido y como tal, siempre sirvió a sus intereses. Siempre la televisora informó a modo y guardó silencio de la misma manera. Así fue como se siguió haciendo “televisión para jodidos”, de esa superficial, de la mal hecha, de la simplona y de mal gusto, de esa que “apendeja”, pues. Sin embargo, cuando pensábamos que lo habíamos visto y vivído todo, el más grande imperio de medios de Latinoamérica (sólo por debajo de TV Globo de Brasil), se avocó a participar en el plan que, a la postre, llevaría al sobrino de Arturo Montiel a la “Grande”.
Prensa vendida
La evidencia es contundente, primero lo denunció Jenaro Villamil en Proceso y después el prestigiado diario británicoThe Guardian. Más de 2500 millones de pesos de 2005 al 2009, fue la inversión del ex gobernador del Estado de México en su “contrato” con Televisa, de acuerdo con el libro Si yo fuera Presidente de Villamil (3500 millones entre ambas televisoras: Televisa y TV Azteca). Dinero del erario público, por cierto.
Es por ello que nadie puede decir que fue un mundo paralelo ni al revés. A Enrique Peña Nieto le construyó la candidatura Televisa y, en menor medida, TV Azteca y demás medios “afines”. Se trató de un plan muy bien concertado, donde primero se le deslindó de su tío, el corrupto Montiel para, posteriormente, llevarlo a la gubernatura y después, hasta se le “relacionó” con la Gaviota en un romance de auténtica telenovelaDe ahí en fuera, sus apariciones en las noticias, programas de espectáculos y revistas del corazón, fueron constantes y hasta el cansancio.  Por supuesto, todo fue terso para su administración gubernamental. Al “prometedor” político no se le tocó ni con el pétalo de una crtitica. El resultado: una pésima adminisración en el Edomex, una candidatura “maquillada” y su “cuestionado” triunfo en la elección presidencial.
Aplaudidores

ENCUESTAS MENTIROSAS.

Al más puro estilo de las historias de conspiración, en México se alinearon los poderes fácticos, las televisoras y la prensa en general para hacer que el PRI regresara a los Pinos vía Enrique Peña Nieto. Hasta las encuestas fueron utilizadas para manipular y hacer propaganda a favor del candidato de Televisa. Buendía y Loredo (El Universal), Francisco Abundis de Parametría (El Sol de México), Roy Campos de Consulta Mitofsky (Televisa y Radio Fórmula), Ulisés Beltrán (Excélsior) y GEA-ISA (Milenio), fueron los artífices de la encuestocracia que ubicaba a Peña Nieto hasta con 18 puntos de ventaja sobre AMLO días antes de la contienda. En los hechos, sólo fueron 6.5% puntos de diferencia entre el primero sobre el segundo.
Todo indica que hubo línea. Básicamente estas encuestadoras dieron por triunfador a Peña Nieto desde antes que comenzara la
Descrédito
contienda, desde antes de las campañas, desde siempre. A Peña Nieto no lo despeinó ni su desacertada participación en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, ni su fracaso en la Ibero, ni el surgimiento del #YoSoy132, ni su tibio desempeño en los debates, ni la “campaña de contrastes” del PAN, ni las multitudinarias manifestaciones en su contra. En estas encuestas, de manera irracional y hasta “ridícula”, el candidato Priísta fue el puntero con un alto porcentaje, a pesar de todos los pesares.
Hoy queda claro que estas encuestas, junto con las casas encuestadoras y los medios que las difundieron, mintieron de manera vil y descarada para crear la percepción de que el triunfo de Peña Nieto era un hecho consumado. ¿Volveremos a creer en ellos? Yo, particularmente no les creí antes, no les creo ahora y no les creeré jamás.

LA CORTE COMPLACIENTE.



Alcahuetes
La realidad en torno a la imposición de Peña Nieto fue más evidente la misma noche de la jornada electoral. El uno de julio se “balconearon” todos. El IFE, Josefina, el Presidente y los medios cortesanos dieron por hecho el triunfo del Priísta cuando el conteo de votos apenas iniciaba, cuando no se tenía la información completa, cuando les urgía dejar en claro que Peña había ganado de forma rotunda. Pero conforme fue pasando el tiempo, la compra de votos, la coacción, el acarreo, el “Sorianagate” y el “Monexgate”, dieron por terminado elteatrito de que había sido una jornada ejemplar, impoluta  e histórica (quizá histórica si, pero por “desaseada”).
No hay que regatearle al IFE su capacidad de organización, ni el conteo de votos, ni a los mexicanos la participación cívica (63% del electorado). Pero lo que si podemos subrayar es que hubo una corte complaciente para hacernos creer que Peña Nieto había ganado con todas las de la ley. En los hechos ya vimos que no fue así. De nueva cuenta fueron los medios a modo, los que hicieron eco de que Peña era el “nuevo” presidente de México y como tal había que reconocerlo y “gritarlo” a los 4 vientos. ¿Y las irregularidades? ¿Y el desaseo? ¿Y el cochinero? ¿Dónde había quedado ese panorama oscuro que ensombrece nuestra incipiente democracia y esta elección?
Conforme ha ido apareciendo la infinita cantidad de pruebas de que Peña Nieto ganó a la mala, es cuando la mayoría de los medios no ha tenido más remedio que darlo a conocer, no sin antes denostar a López Obrador, por el sólo hecho de ejercer su derecho a impugnar la elección. Y es que sigue siendo evidente la manipulación informativa como lo han venido haciendo antes, durante y después de los comicios.
Prensa Crítica

“QUEMON” A NIVEL MUNDIAL.

Pero no todo el mundo se tragó el cuento de la elección “perfecta”. Medios Europeos y Norteaméricanos ventilaron las “irregularidades” de los comicios que dieron el triunfo a Peña Nieto. Asimismo, lo vapulearon con todo, lo mismo por su ignoracia, que por su evidente colución con Televisa. “Es joven y guapo pero su partido es la encarnación del fraude y la corrupción”, asegura el diario liberal alemán Süddeutsche Zeitung.
“Esta fábrica de sueños llega a dos terceras partes de los hogares mexicanos y convirtió la incursión de Peña Nieto en el escenario
Vapuleado
mediático en una telenovela: con su esposa, la actriz Angélica Rivera que se hizo conocida como la Gaviota a raíz de su participación en una telenovela y su partido, el PRI que sigue siendo el prototipo del fraude, nepotismo y corrupción”, concluye el SZ.
Por su parte, The Guardian revela que “las acusaciones de la sistemática compra de votos y otras irregularidades que han proyectado una sombra sobre la victoria sin confirmar de Enrique Peña Nieto”.  “La victoria de Peña Nieto sólo podría explicarse en un país donde la corrupción todavía es desenfrenada, la pobreza extendida y el crecimiento económico se ha detenido”, asevera el influyente The New York Times.

PRENSA VENDIDA.


Difícil será para Televisa y TV Azteca recuperarse del descrédito. Dura labor tendrán los medios aplaudidores y alcahuetes para que alguien los vuelva a tomar en serio. Complicado será para los locutores, presentadores, analistas y “opinólogos” a modo, volver a acceder a eso que se llama credibilidad, dignidad y ética (si alguna vez la tuvieron), porque “palo dado ni Dios lo quita” y el golpe dado a la democracia, a la equidad informativa y a la libertad de expresión en general, seguro ya los salpicó y a juzgar por los jóvenes del #YoSoy132 y sus protestas, de una cruel manera.
¡Fuera Peña!

Y es que pareciera que sólo en México no nos enteramos de lo que verdaderamente está pasando. Según AMLO el 80% de la población del país se informa mediante la televisión y Televisa es 
“el gran administrador de la ignoracia”.Como quiera que sea, es preocupante que en pleno siglo XXI aún estemos como en épocas pasadas, parece mentira que mientras el mundo gira hacia un lado con medios más plurales y redes sociales combativas y generando cambios de fondo, en México, la prensa mediocre y vendida, junto a los poderes y los poderosos, aún nos quieran tratar como menores de edad, como seres inferiores, como estúpidos, como “pendejos”. Sin embargo, hay que decir que, en efecto, las redes sociales hicieron la diferencia entre esta y las elecciones del pasado. Fue así como nos estabamos enterando de lo que en verdad sucedía durante la “inmaculada” jornada electoral, casi en tiempo real.
El Repudio

Porque así es como nos ven, como imbéciles y estúpidos; así fue como el PRI trató a los miles y quizá millones de pobres que se dejaron engañar y 
comprar por una despensa, por un “souvenir”, por 100, 200 y hasta 3 mil pesos o una tarjeta de Soriana o Monex o de teléfono. Porque a los partidos en general, pero al PRI en particular, pareciera que les convienen esos montones de mexicanos vulnerables y miserables (52 millones según el CONEVAL), para poder lucrar con su tristeza, con sus carencias, con su ignorancia, con su falta de oportunidades, con su misera. INMORAL ganar elecciones y acceder al poder de esta manera, además de ilegítimo y perverso.
 
 
Vìa,fuente:
http://pulsociudadano.com/2012/07/la-prensa-vendida-aplaudidores-y-alcahuetes/

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