ENTREVISTA
| DENIA MEJÍA ACTIVISTA HONDUREÑA Y REFUGIADA POLÍTICA EN EL ESTADO ESPAÑOL
Tras la llegada al
Gobierno de Honduras de
Porfirio Lobo, avalado por
los golpistas, la represión
en este país se ha
desatado. Denia Mejía,
refugiada política, explica
cuál es la situación actual.
- Denia Mejía tuvo que salir de Honduras tras sufrir varias amenazas de muerte. Foto: David Fernández
Denia Mejía, activista de Honduras,
reside en el Estado español desde
hace ocho meses como refugiada política
temporal. El 28 de junio de 2009 los
militares de Honduras impusieron
su ley. Un golpe de Estado expulsó
a Manuel Zelaya, jefe del Gobierno.
Al igual que en el reciente golpe de
Estado de Paraguay, el presidente
legítimo fue destituido sin aparente
violencia.
Meses después, Porfirio
Lobo, el candidato de los golpistas,
‘triunfó’ en unas elecciones con apariencia de legalidad, que legitimó
Estados Unidos y la mayoría de países europeos, también el entonces
presidente del Gobierno español,
José Luis Rodríguez Zapatero, en
contra de la petición de la mayoría
de mandatarios latinoamericanos.
Las matanzas selectivas y la persecución de activistas y campesinos
se ha generalizado.
DIAGONAL: ¿Por qué tuviste que
abandonar Honduras?
DENIA MEJÍA: Salí de Honduras
cinco meses después del golpe. Fui
amenazada y perseguida por las
fuerzas represoras del régimen que
se instalaron en el país aquel fatídi-
co 28 de junio del 2009. Pertenezco
al Frente Nacional de Resistencia
Popular (FNRP), que se creó tras el
golpe y está integrado por movi-
mientos sociales y partidos políticos
contrarios al golpe. También formo
parte del Instituto Hondureño de
Servicios Comunitarios (Inehsco),
que trabaja en la defensa de los derechos humanos. Soy incómoda para esa
oligarquía corrupta y sanguinaria, porque ellos apuestan por los
proyectos de muerte; entonces es
necesario quitar de en medio a los
que apostamos por la vida.
D.: Desde Honduras, organizaciones sociales informan de la existencia de una fuerte represión.
D.M.: Sí, la represión ha aumentado, yo soy víctima de esa represión,
pero hay un número elevado de
asesinatos políticos entre docentes,
periodistas, miembros de la diversidad sexual, militantes del FNRP
y los feminicidios se han
disparado. Para mí Honduras es
un Estado fallido. La situación de
los campesinos que luchan por la
tierra es inhumana, tenemos un
país militarizado. En este momento Honduras es uno de los países
más violentos del mundo con 82
asesinatos por cada 100.000 habitantes y uno de los más peligrosos
para ejercer el periodismo.
D.: ¿Qué papel está jugando Manuel
Zelaya en la vida política hondureña tras su regreso al país?
D.M.: Zelaya volvió a Honduras hace un año, bajo los acuerdos celebrados en la ciudad colombiana de
Cartagena de Indias. A su regreso,
el régimen de Porfirio Lobo fue reconocido por la comunidad internacional y la situación de la represión
en Honduras ha salido de la agenda
internacional. Ya no se habla de
Honduras. Esto ha hecho que la represión aumente. Zelaya en este
momento está liderando el Partido
Libertad y Refundación (Libre) y su
compañera Xiomara Castro es la
candidata a la presidencia a las
elecciones primarias que se celebrarán en noviembre de este año, previas a las presidenciales de 2013.
D.: ¿Con qué apoyos cuenta Porfirio
Lobo fuera del país?
D.M.: Lobo ha sido reconocido en
EE UU, Europa y otros países, y
cuenta con el apoyo de los organismos financieros, aunque nunca fue
suspendido totalmente como candidato de los golpistas. Este reconocimiento ha aumentado el respaldo
en lo que llaman “seguridad nacional” y eso ha profundizado más la
violencia. Se ha dado más poder
también a la policía, que es corrupta. Actúa con total impunidad y está
implicada en la mayoría de los asesinatos, robos, secuestros, etc.
Desde el FNRP siempre hemos hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que no vendan armas al Gobierno. Como dijo la madre de un activista asesinado por la policía: “No sigan alimentando al monstruo”.
.
D.: Las multinacionales canadienses, de EE UU y Europa tienen muchos intereses en Honduras...
D.M.: Hay un gran número de multinacionales en Honduras: mineras,
hidroeléctricas, de comida rápida,
del agronegocio y farmacéuticas,
entre otras. Es difícil dar nombres
porque todas tienen sus testaferros.
La oligarquía hondureña tiene una
estrecha relación con las transnacionales extranjeras. Entre las
mineras instaladas en
Honduras, se encuentran
Interprid Mineras corporation, con capital de
Canadá y Australia, la
canadiense Gold Ore
Resources o Glamis Gold
Corp (EE UU). Después
del golpe de Estado se dio
la concesión a las transnacionales de casi todos los recursos naturales de Honduras.
Además, desde el FNRP denunciamos que continúan los acuerdos
económicos entre la UE y otros países de Centroamérica con
Honduras y eso significa la entrega
total del país a las transnacionales,
significa más militarización, más
violación de los derechos humanos... Porque, aunque esos acuerdos cuentan con cláusulas para que
se cumplan los Derechos Humanos,
tenemos experiencia, y vemos que
no se respetan.
D.: ¿Qué esperanza de cambio alberga la sociedad civil y los movimientos sociales?
D.M.: Como movimientos
sociales
luchamos por una Honduras refundada. El pueblo está en pie. Hay
esperanza. En toda Honduras las organizaciones se organizan y se
enfrentan a este capitalismo salvaje.
Por ejemplo, los pueblos indígenas
y negros han logrado parar varios
proyectos hidroeléctricos. Mi organización, Inehsco, lucha por rescatar
la cultura alimenticia y medicinal de nuestros ancestros, demostramos
que hay otras formas de vida. Debemos apostar por estas nuevas formas de
vida. Debemos cuidar nuestra Pachamama porque no tiene repuesto.
La lucha por la tierra del campesinado del Bajo Aguán
Más de 300.000 campesinas y campesinos
en la región hondureña del Bajo Aguán no
tienen tierra, mientras
tres terratenientes son
concesionarios de
miles de hectáreas de
terreno entregadas a
ellos por el Gobierno.
El presidente de facto,
Porfirio Lobo, ha
enviado al Ejército
para defender los intereses de los latifundistas. Desde el golpe
militar de 2009 hasta
hoy, 56 campesinos
han sido asesinados,
también varios periodistas que informaban
desde la zona.
Para
Denia Mejía: “Es difícil
hablar del Bajo
Aguán, se me hace un
nudo en la garganta
cuando me acuerdo
de mis compañeros y
compañeras de esa
zona. No creo que las
leyes de Honduras
puedan juzgar estos
crímenes, cuando es
el mismo Estado el
responsable. El Go-
bierno está al servicio
de los terratenientes
de esa zona en
especial del
latifundista Miguel Facusse, responsable
directo. La zona está
militarizada, el Gobierno ha instalado allí al
Ejército, policía,
empresas de seguridad privada y paramilitares colombianos que operan con
total con impunidad.
Los campesinos en
esa zona viven en
verdaderos campos
de concentración”.
Vìa,fuente:
http://diagonalperiodico.net/La-represion-en-Honduras-ha-salido.html
http://diagonalperiodico.net/La-represion-en-Honduras-ha-salido.html
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