No. No todo el mundo tiene sexo 24/7. Hay afortunados/as, claro, pero también ha muchos que hace cualquier tiempo no se echan un polvito que los recomponga. Es por esto, que el sitio unalechuza.com seleccionó 13 razones con las que te vas a dar cuenta, sí o sí, si necesitas acostarte con alguien. Revisa y siéntete mal (si eres uno/a de los susodichos faltos de polvo) o siéntete bien, si eres uno/a de los afortunados.
1. Tienes muy mal humor, cualquier cosa te pone mala onda, especialmente si es una demostración de amor entre una pareja. Los cabros chicos -tus sobrinos, hermanos, primos- te exasperan. Se te quitó la ternura y casi completamente la bondad. Te hace falta un polvo.
2. Cuando, como mujer, no te atreves a ir a la playa así no más. ¿Por qué? Simplemente porque no te depilas el choriflai hace cualquier tiempo, porque no tienes pa quién depilártelo.  Para los hombres, no es la depilación; es el tamaño de tu guata.
3. Estás acostada en tu cama un sábado en la noche y lo que te rodea es una bolsa de galletas, el control de la televisión y una revista vieja, desde la que una modelo feliz te observa. “¡Maldita! Seguramente tienes una fila de hombres esperando afuera de tu casa para darte un orgasmo, ¿verdad? ¡¿verdad?!” (Toda esta conversación ocurre en voz alta y termina sólo cuando te metes cinco galletas a la boca, al mismo tiempo.) Para los hombres se aplica lo mismo pero viendo series como Breaking Bad o Games of Thrones, o en su defecto, dándote vuelta el Assasins Creed o jugando eternamente Pro Evolution Soccer.
4. Dejaste de decir frases como “¡Hoy toca!” y ahora sólo murmuras recuerdos de aquellos tiempos llenos de sexo y pasión, mientras tus amigos te observan y te recuerdan que están tratando de celebrar tu cumpleaños.
5. Tus amigos ya no preguntan hace cuánto que tuviste sexo, y tratan de no hablar de sus parejas frente a ti. O sea, te tienen lástima.
6. Tu mamá te pregunta por qué ya no te quedas a dormir con “aquellos amiguit@s tuyos”. Eso porque ya no llegas tarde a la casa y ya no te echas polvos silencioso para no molestar a tu madre. Si viví’ solo, pues simplemente ya no te echas polvos.
7. Te has mirado desnuda frente al espejo y has dicho, en voz alta, “No estoy tan mal”. Lo mismo para los hombres. Lo cierto es que sí estás tan mal y nadie, nadie, nadie, te pesca.
8. La idea de que tu compañero de casa (cuyo pasatiempo favorito es tejer) tampoco está teniendo sexo te había animado, hasta que un día llegó a tu casa con un amiguit@ y voh te quedaste ahí, tentado, en nada.
9. Constantemente te repites que pasaste los primeros 18 años de tu vida sin tener sexo, y que si lo lograste una vez, ¡lo puedes lograr de nuevo!. Paaaaaaaabre.
10. La idea del “remember” con tu ex te parte la cabeza. No te aguantai hasta que la llamai y queda la cagá: ahora ella (o él) tampoco te pesca.
11. Tienes fantasías diurnas sobre golpear a alguien, muy fuerte, en el rostro, con un bat de baseball metálico.
12. L@s escolares, l@s madur@s, los futbolistas, las gimnastas, las meseras, los meseros y todo ese largo etcétera de personas existentes sobre la tierra, te calienta.
13. Noches enteras de porno. Redtube, Porntube, y miles de otros sitios, ocupan algunas horas de tu semana. Cuando terminas, piensas lo patético que eres.

Vía:
 http://www.theclinic.cl/2013/07/08/13-senales-que-te-indican-que-necesitas-un-polvo/