En el marco del surgimiento de un movimiento de jóvenes indignados, paros sindicales y protestas ciudadanas –algunas de ellas con choques violentos con la policía– el Papa Francisco arribó esta tarde a Brasil en uno de los momentos más críticos para el país.
Desde su aterrizaje en Río de Janeiro,
una de las ciudades donde se presentó mayor agitación y conflicto, Jorge
Mario Bergoglio, Papa Francisco, contó con la protección policíaca y
militar de cerca de 30 mil efectivos, de acuerdo con BBC Mundo.
Esto no ha impedido que su visita tenga
tropiezos: durante una inspección previa, personal de la Fuerza Aérea
Brasileña (FAB) halló un artefacto explosivo de fabricación casera en
uno de los baños del Santuario Nacional de Nuestra Señora Aparecida
–recinto que el líder religioso visitará el próximo miércoles.
Luego de su recolección, la bomba fue
detonada por la Policía Militarizada (PM) del estado de Sao Paulo con el
fin de destruirla.
Paulo Roberto Storani, antropólogo y
experto brasileño en seguridad pública, descartó en una entrevista a BBC
Mundo que las manifestaciones puedan tener el objetivo de atacar la
integridad física de Francisco, de 76 años, pero agregó que sí podrían
alterar el desarrollo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que
atrae a cientos de miles de fieles de todo el mundo, y sostuvo que falta
experiencia local para lidiar con protestas de demandas difusas y sin
líderes claros para negociar.
La logística de seguridad se montó sobre
el programa de siete días que El Vaticano y el gobierno de Brasil
establecieron para la visita papal, en el cual se encuentra el Palacio
Guanabara, lugar donde se convocaron este lunes mismo nuevas protestas
durante el desarrollo de la Jornada Mundial de la Juventud católica.
Si bien varios colectivos articulados,
como Grupo Anonymus Rio, han convocado a más manifestaciones y protestas
durante toda la visita papal a través de las redes sociales, El
Vaticano ha negado que los recientes eventos sean contra el Papa, y la
Iglesia ha remarcado que el pontífice evitará medidas de seguridad que
lo alejen de la gente.
Las manifestaciones que reunieron a más
de un millón de personas en distintas ciudades han tenido diversos
objetivos entre los que se encuentran la mejoría servicios públicos,
reclamos sindicales y críticas contra los gastos multimillonarios por el
Mundial de Fútbol en 2014.
vía:
http://revoluciontrespuntocero.com/brasil-recibe-al-papa-con-intento-de-bombazo/
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