El ejército
israelí lanzó una ofensiva sobre la Franja de Gaza para tratar de
destruir arsenales y túneles usados por el grupo islamista Hamas y
reducir su capacidad de lanzar cohetes. La incursión por tierra tuvo
lugar tras diez días de bombardeos por aire y mar que dejaron 243
muertos, incluyendo más de 50 niños, y 1850 heridos. El vocero del
ejército israelí, Peter Lerner, dijo a la prensa que poco antes de la
medianoche, tanques y tropas ingresaron en la Franja, mientras la cadena
de noticias CNN señalaba que hacía tres horas que los bombardeos
israelíes no cesaban en el norte y este del territorio. No bien se
conoció la orden del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, Hamas
respondió a la escalada con un comunicado en el que calificó la invasión
“como un paso drástico y peligroso” y advirtió que “las fuerzas
ocupantes pagarán un precio muy alto”, informó el diario israelí
Haaretz.
La Radio Nacional israelí informó a través de su cuenta de Twitter
que uno de los primeros objetivos del ataque terrestre fue el puerto de
Gaza, en la capital de la Franja, no muy lejos de donde cuatro niños
palestinos fueron asesinados en un bombardeo israelí cuando jugaban a la
orilla del mar. Un habitante de Gaza habló por teléfono con el diario
israelí Haaretz y contó que las tropas israelíes “están disparando desde
todos lados, todo está sacudiéndose acá”. Periodistas extranjeros, en
tanto, informaron que la Franja se quedó sin suministro de luz.Según el ejército israelí, la invasión tiene como objetivo dar “un golpe definitivo a la infraestructura de Hamas” en la Franja y para ello utilizaron unidades de infantería, artillería blindada, ingenieros militares y unidades de inteligencia coordinadas con la Marina. El día había comenzado tranquilo luego de una tregua humanitaria de cinco horas que permitió que miles de palestinos salieran nuevamente a las calles para buscar alimentos, medicamentos y agua. Naciones Unidas había propuesto un breve cese del fuego, luego de una jornada en la que los bombardeos israelíes mataron a seis niños, y tanto Israel como Hamas aceptaron acatarla.
Sin embargo, cuando la tregua se acercaba a su final, el ejército israelí envió nuevas advertencias por teléfono y a través de panfletos lanzados desde el aire, pidiendo a los civiles que abandonaran sus casas para evitar inminentes bombardeos. Según informó CNN, las advertencias israelíes pedían que los civiles palestinos se aprovisionaran con alimentos, medicamentos y agua porque “lo peor aún estaba por venir”. Poco después de anunciar la ofensiva terrestre en Gaza, que según explicó a Radio Israel el ministro de Economía, Naftali Bennet, fue decidida de manera unánime por todo el gabinete, el jefe del Estado de Mayor Conjunto, el teniente general Benny Gantz, prometió que usarán toda la fuerza.
También explicó que el gobierno aprobó la movilización de 18.000 reservistas, que se suman al contingente de 40.000 aprobado hace dos semanas. “Continuaremos expandiendo el fuego sobre toda la Franja de Gaza”, agregó el líder militar. En otra entrevista, esta vez con el Canal 10 de la televisión israelí, Bennet explicó que una incursión de un comando de Hamas por un túnel desde la Franja de Gaza, denunciada en la mañana de ayer por Tel Aviv, fue la gota que colmó la paciencia.
“Hay un pleno consenso sobre la necesidad de destruir estos túneles, ha sido una decisión difícil, pero imprescindible para proteger al pueblo de Israel”, agregó. Pero la decisión de invadir la Franja de Gaza estuvo precedida por nuevos bombardeos contra comercios y casas en zonas residenciales y un hospital especializado en la rehabilitación de discapacitados.
Desde la tarde hasta la noche, otros cinco niños murieron en distintos ataques. Tres de ellos –dos hermanos de 7 y 8 años y uno de sus primos de 10– fallecieron cuando un misil impactó sobre su casa en el barrio de Zaitun, en el este de Gaza, según informó Ashraf al Qedra, vocero del servicio de emergencias de la Franja.
Más tarde, el ejército israelí bombardeó por tercera vez en una semana al hospital de Al Wafa, en la ciudad de Gaza, en el centro de la Franja. La organización Médicos por los Derechos Humanos denunció que el nuevo ataque israelí hirió a varias personas y destacó que en esa institución alrededor de 17 pacientes están en coma o paralizados, por lo que no pueden ser trasladados a otro lugar. Desde que comenzó la ofensiva, bautizada por Israel como Operación Borde Protector, hace diez días, más de 1700 palestinos resultaron heridos, según datos difundidos por el Ministerio de Salud de Gaza.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, lamentó la muerte de “civiles inocentes” en la Franja de Gaza. El mandatario norteamericano pidió además a las autoridades israelíes y a la dirigencia del movimiento Hamas, que gobierna la Franja de Gaza, que eviten una nueva escalada de violencia, informó la agencia de noticias EFE.
vía:
http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-250967-2014-07-18.html
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