El día miércoles 9 de enero en la mañana me desayuné con la repudiable sorpresa de que las FF.EE.
de la policía uniformada de nuestro país había agredido a un joven con
Diferencia Constituyente (Lo que usted comúnmente llama discapacidad)
que es miembro del Grupo Colectivo Ciudadano “Palos de Ciego” llamado Patricio Camus Espinoza; Patricio
es un padre de familia que se moviliza en su silla de ruedas o en sus
muletas en una ciudad poco amigable con personas como él y muchos de los
que conforman el grupo, sean personas con diferencias constituyentes
físicas, mentales o sensoriales.
La agresión fue un precio a pagar por
exigir cambiar las leyes y las políticas públicas con respecto a todos
quienes tenemos una diferencia constituyente.
Lo peor de este asunto para mí, ya
que también simpatizo con la causa del colectivo, difundo sus reuniones e
información a nivel general a través de las redes sociales fue leer
este testimonio:
“Lesiones provocadas por detención de
carabineros, me botaron de mi silla de ruedas, me esposaron, me
arrastraron, me torturaron psicológicamente: me decían Lázaro camina y
otras formas más de agresiones verbales por mi condición; hay una
denuncia puesta en brisexme por abuso, vejamen constatado en el Servicio Médico Legal; exijo castigo a los culpables a los funcionarios de la 21 Comisaría de Carabineros y de Fuerzas Especiales,
quienes me robaron 100 pesos de mi pensión; están todos identificados;
esto debe llegar a la justicia; compas ayúdenme a poner estos antecentes
en Senadis y a la opinión publica”.
Como si ya desayunarme con esta
situación durante la semana ya era cosa seria, más para una mujer joven
con trastorno afectivo bipolar (TAB), el asunto se puso peor cuando en
las redes los integrantes del colectivo el día domingo me alertaron de
la muerte de Robinsón Nicolás, un joven con retardo
mental y epilepsia por negligencia de un Estado ausente y los argumentos
increiblemente falaces de un juez y Gendarmería de Chile,
ya que no se le suministraron sus medicamentos que acostumbraba a usar
para controlar sus impulsos y evitar las crisis de epilepsia.
Cuando escuché a esa madre angustiada a
través de un canal de televisión abierta decir: “Yo pedí que a mi hijo
lo dejaran en un recinto médico especializado, pues se ha vuelto muy
agresivo… ¡PERO NO EN LA CÁRCEL!” entre el desconcierto, la tristeza, la
rabia y la vergüenza de un país el cual ha tratado durante toda su vida
republicana a quienes somos LA MINORÍA MÁS GRANDE DEL PAÍS con la punta
del pie, mirándonos como un objeto de lástima y no como un sujeto de
derecho.
Siempre a mis amigos y amigas con
diferencias constituyentes les digo “Derechos humanos, deberes
constituyentes”, para instarnos entre nosotros a asistir a los controles
médicos y recibir las terapias correspondientes para poder integrarnos
plenamente como ciudadanos a esta sociedad que dice “NO ES TÚ Y YO… ES
TÚ O YO” , a esta sociedad que cree que con entregar dinero a las
colectas de caridad basta para calmar la conciencia mientras que las
estadísticas de integración de los nuestros son tan negras como humo del
carbón para producir energía eléctrica en muchas termoeléctricas del
país.
Para muestra, unas cuantas estadísticas del panorama social sacadas de la Tesis de Integración Social de la UCSH en conjunto con el INE, realizada durante el año 2008:
Salud: 56% personas discapacitadas es INDIGENTE
EDUCACIÓN: 94% NUNCA ha recibido rehabilitación de salud integral.
Seguridad Social: 81% vive con pensión básica de invalidez de $75.000
19% no recibe pensión de invalidez ni trabaja
Educación: 42% NO TERMINA enseñanza básica
Trabajo: 1.625.000 en edad laboral que SÍ PUEDEN HACERLO
90% de cesantía en este segmento
9 % trabaja en forma informal (Ley ferias libres, ley 20.388)
1% TRABAJA CON CONTRATO LABORAL
¿Usted ciudadano consciente no cree que ya es tiempo de politizar y discutir este tema?
¿Usted cree que habemos personas
dispuestas a seguir callando mucho tiempo más este trato a sabiendas que
la República de Chile firmó el tratado de “DISCAPACIDAD Y DD.HH” ante
la ONU el año 2008, siendo ratificado ante el Congreso Nacional con una serie increíble de ambigüedades y falencias y finalmente promulgado por Michelle Bachelet antes de que dejara el gobierno?
¿Con qué cara usted me pide a mí y a
casi tres millones de chilenos y chilenas más que sigamos mendigando un
buen trato, tener derecho a entrar donde se nos venga en gana, a
trabajar, a tener nuestras familias, a manifestarnos como ciudadanos
plenos de derechos sin que otros interfieran en nuestras vidas ni
decisiones?
¿Con qué cara usted perpetúa este trato para con nuestros familiares y para con nosotros?
Se los dejo a conciencia
Vía:http://www.elciudadano.cl/2013/01/31/62725/desde-cuando-una-diferencia-constituyente-te-hace-ciudadano-de-segunda-clase/
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