Fue un asesinato cruel con cuatro tiros y uno de gracia. Han asesinado a un imprescindible. Apuntaron bien.
No declamamos los Derechos Humanos,
hemos sido fieles al mandato de exigir justicia ante todos los hechos
aberrantes: durante todas las dictaduras, recomponiendo el largo
trayecto de una nómina dolorosa de 111 detenidos desaparecidos y
asesinados ferroviarios y ferroportuarios, entre 1975 y 1983. Reclamamos
justicia por Jorge Julio López, Mariano Ferreyra, los muertos y heridos
en todos los denominados accidentes ferroviarios y la masacre de Once,
entre tantos otros.
Hoy, demandamos justicia por LEONARDO ANDRADA.
Leonardo fue un experimentado
ferroviario, un conductor de locomotoras que quedó, como otros 85.000
ferroviarios, en la calle, cuando el gobierno de Carlos Menem determinó
que ramal que paraba, ramal que cerraba. Realidad que hay que decirlo no
se ha modificado.
Su excelencia laboral, junto a otros
conductores, lo llevó a que durante el 2006 y 2007 fueran convocados al
ferrocarril concesionado del TBA para volver a conducir formaciones
ferroviarias. Era la experiencia y la capacidad para el oficio lo que
hizo que estos resistentes de la huelga de 1991 y 1992 fueran citados a
trabajar en el ferrocarril, nuevamente.
Entregó la formación antes de la masacre de Once, testificó con la verdad de su conocimiento y discernimiento.
Leonardo es un compañero que conocemos
hace muchos años, estuvo cuando en el Centro Cultural el Transformador,
aquel 31 de julio del 2004, se conformó la Coordinadora Nacional por la
Recuperación de los Ferrocarriles Argentinos que luego mudó como
MONAREFA (Movimiento Nacional por la Recuperación de los Ferrocarriles
Argentinos) el 9 de octubre de ese año.
Desde aquellos días es parte de nosotros...
Hoy, debemos lamentar este desenlace...
No podemos ser crédulos, tenemos grandes dudas sobre que su asesinato es producto de un robo.
Por eso, porque su testimonio debe tener
un peso sustancial para la causa, podemos inferir que fue un asesinato
cruel con cuatro tiros y uno de gracia.
Con Leonardo compartimos asados donde el
dolor por estar fuera de los ferrocarriles fue parte de aquellas tardes
de domingo en las famosas ¨galponeadas¨ (asados en el día del
ferroviario, actos conmemorativos, presentaciones de libros, que se
hacen en alguna casa o bien en los galpones ferroviarios).
También compartimos la alegría cuando
fueron reincorporados y dejaron de ¨correr la coneja¨. En aquella tarde
de domingo, cuando todos los reincorporados tenían una alegría
desbordante, le preguntamos que sentían volver al ferrocarril, uno de
los resistentes contestó: nada, porque nosotros no nos fuimos nunca...
algo que aprobaron todos...
Tenemos dolor, un profundo dolor.
Los ferroviarios se conocen hace mucho
tiempo, Leonardo junto a otros compañeros fueron parte de la Seccional
Castelar del Ferrocarril Sarmiento, un lugar resistente de aquellas
jornadas de 1991 y 1992.
Lo conocimos y sabemos quién
era...conocemos su compromiso con la lucha, su oposición al cierre del
ferrocarril, solidaridad y compañerismo.
Estamos acostumbrados a que nos inunden
con los panegíricos de figuras tanto de la política y la farándula
cuando mueren, en igual sintonía, siempre se es consecuente con que se
hable muy poco de los trabajadores.
Por ello, nuestro compromiso para
homenajear a Leonardo, y volver a exigir justicia, porque hay
responsables por su asesinato y porque esta masacre tiene demasiadas
víctimas y pocos responsables.
Han asesinado a un imprescindible. Apuntaron bien...
Es como las derrotas, que están huérfanas antes de nacer...
Vía:
http://www.kaosenlared.net/america-latina/item/46945-argentina-asesinan-a-leonardo-andrada-luchador-ferroviario.html
http://www.kaosenlared.net/america-latina/item/46945-argentina-asesinan-a-leonardo-andrada-luchador-ferroviario.html
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