1.
El viejito papa Benedicto XVI ya no daba para más ante los mil y un
problemas que tenía la obligación de resolver. Y no son asuntos de la
religión sino problemas políticos internos que desprestigian a la
iglesia provocando que el catolicismo registre muchas deserciones.
Escándalos de la pederastia, de las mafias y de los bancos son muy
difíciles de superar. Los curas actores de la pederastia que en 2010
puso en entredicho a las iglesias de Irlanda, EEUU, Alemania, Austria,
Bélgica, México, embarró al Papa, que llegó a ser acusado de haber
"encubierto" a sacerdotes pederastas durante su etapa al frente de la
Congregación para la Doctrina de la Fe. El Papa Ratzinger se vio
obligado a cesar a varios obispos por esta causa, la misma por la que
ordenó la limpieza de los Legionarios de Cristo, después de probar que
su fundador, el cura mexicano Marcial Maciel, fallecido en 2008, abusó
sexualmente de seminaristas y tuvo hijos con varias mujeres.
2.
En el periodo del papado de Juan Pablo II, que va 1978-2005, se
registró la quiebra del famoso Banco Ambrosiano, cuyo principal
accionista era el Vaticano a través del Instituto para las Obras de la
Religión. Esto es inolvidable porque se generó un gran escándalo que
sacudió muy fuerte a la Iglesia católica, provocó gran enredo en
páginas de periódicos e incluso en Italia –para mayor difusión- se hizo
una película: “Los banqueros de Dios”, dirigida por Ferrara. Pero subió
más de tono del escándalo cuando fue asesinado en 1982 el director del
banco, Roberto Calvi, dando origen a una gran historia que vio
claramente conectadas mafia, finanzas, masonería y religión con
operaciones financieras ilícitas que salpicaron a la Santa Sede. En
este caso el Vaticano –para no hacer más grande la especulación en ls
medios de información- pagó 241 millones de dólares a los acreedores de
la entidad.
3.
La realidad es que no estaría mal la desaparición del Vaticano que
centraliza a todo el mundo de los católicos. El poder, que no sería
poco, quedaría en los cardenales y obispos de cada país; pero con la
desaparición del Vaticano habría una gigantesca riqueza que permitiría
crear millones de empleos y sacar de la miseria y el hambre a millones
de seres humanos. No olvidemos que en política, a pesar del enorme poder
mundial del imperio yanqui que somete a la mayoría de los países,
formalmente se ve obligado a usar a la ONU para dominar a los demás
países; pero para ello debe superar muchas dificultades y denuncias. La
centralización que durante casi un siglo se ha hecho desde Roma, ha
impedido que las iglesias nacionales se identifiquen con los problemas
concretos de cada país y los altos jerarcas de cada nación han carecido
de libertad para actuar.
4.
El Vaticano en Roma, como tampoco otras iglesias mexicanas o yanquis,
no puede vivir de la venta de espejitos, es decir, de recuerdos
turísticos, libros, imágenes, sellos y entradas a museos. Para cubrir
sus gigantescos gastos el equipo de Roma, cuenta con los ingresos de la
Iglesia Católica en todo el mundo que provienen de aportaciones
económicas de los Estados donde cuenta con acuerdos (llamados
Concordatos) de financiación (por su tradición católica); las donaciones
de los católicos (a nivel personal o empresarial); y los grandes
ingresos de las empresas de propiedad de la misma Iglesia. Los
Concordatos han sido firmados por los Estados y el Vaticano, reconocido
en 1929 en Letrán, con el argumento de solventar los gastos de la
iglesia; sin embargo hoy las cosas han cambiado radicalmente pues las
riquezas del Vaticano son superiores a las de cualquier Estado.
5.
Hay registros de enormes cantidades de euros que circulan a través del
Vaticano. Se ha publicado que el monto de cifra embolsada por el
vaticano es de cerca de mil millones de euros, una suma que no esta en
absoluto destinada a obras de caridad, como la publicidad clerical
intenta hacer creer cada primavera. Se admiten las cifras oficiales de
la Conferencia Episcopal Italiana relativa (2007-2008), por término
medio solo un 20 por ciento de los fondos son destinados a
intervenciones caritativas. Las cifras que siguen, según se publica, son
las que todos los años da el mismo Estado italiano al Vaticano (sin
contar regiones, provincias y ayuntamientos) Es realmente sólo una
muestra del llamado “concordato” que ha formado la iglesia con estados
nacionales a fin de entregar cantidades anuales para su sustento. Pero
la pregunta seguirá siendo: ¿De qué tamaño será la riqueza del Vaticano
si tomamos en cuenta sus otras propiedades? Observa:
6.
a) 478 millones de euros para los sueldos de los profesores de
religión; b) 258 millones de euros para financiar las escuelas
católicas; c) 44 millones para las cinco universidades católicas; d) 25
millones para el suministro de los servicios hídricos a la ciudad del
Vaticano; e) 20 millones para la universidad Campus Biomédico del Opus
Dei; f) 19 millones para la contratación en plantilla de los profesores
de religión; g) 18 millones para los bonos escolares de las escuelas
católicas; h) 19 millones para el fondo de seguridad social de empleados
vaticanos y sus familiares; i) 9 millones para la reestructuración de
edificios religiosos; j) 8 millones para los sueldos de los capellanes
militare; k) 7 millones para el fondo de previsión del clero; l) 5
millones para el Hospital del Padre Pio en San Giovanni Rotondo; ll) 2
millones y medio para la financiación de los oratorios; m) 2 millones
para la construcción de edificios de culto...
7.
Se ha publicado desde hace muchas décadas (en 1992, un año antes de la
visita del Papa a Yucatán, publiqué un folleto) acerca del gran valor de
las maravillosas y numerosas obras de arte que posee en Vaticano. Se
dice que “sus contadores se vuelven locos tratando de estudiar donde
invertir los intereses del capital de los bancos que maneja el
Vaticano”. Además, se apunta que esa institución es dueña de la FÍAT, la
PIRELLI y no se sabe cuantas empresas más que tienen que ver con
inversiones en la bolsa mundiales; se publica que al mismo tiempo
controlan muchas cosas, como canales de TV, radios, periódicos, y demás;
esto sin contar las donaciones que reciben y de los aportes de todas
las iglesias católicas del planeta. ¿Puede uno imaginarse la cantidad de
problemas que puede resolver la iglesia católica si decide acabar con
el centralismo del vaticano y repartir las enormes riquezas que posee?
Pedro Echeverría V.
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