Informe de la Fundación Sol indica el peligro de pretender que los
empleos precarios son solución permanente. Manipular las cifras es un
acto de engaño y una violación de derechos fundamentales de todo un
pueblo.
Chile, en el campo del empleo, nuevamente demuestra que en la
OECD, al igual que en el campo de la educación, está en el último
lugar. La salud no está mejor tampoco. La pretendida "fuerza y
solvencia" del sistema económico chileno, se vuelve a desplomar. Cuando
desarrollo se confunde con el aumento de fortunas y no de trabajo
permanente, de educación con equidad, calidad y gratuidad para todos, se
intenta vender la idea de un país solvente, seguro y que puede resistir
las crisis mejor que la misma Europa. Espejismos falsos nuevamente
manipulados por el gobierno.
Desde el golpe de Estado en Chile se ha perdido la capacidad de
empleo y el derecho real, objetivo, de los trabajadores de negociar y
asegurar la calidad y seguridad de sus propias vidas. La productividad a
nivel nacional está centrada en sectores primarios y de explotación
minera que es la mayor fuente de ingresos y de pérdidas potenciales para
el país. Y esto es por el simple hecho de que las mineras pagan
impuestos risibles y se llevan materiales sin participación laboral, sin
ni siquiera percibir el beneficio de su elaboración o de poder incluir
un valor agregado a los diversos metales que salen en las producciones
de minas como Los Pelambres. Minas como esta van dejando un verdadero
“Peladero” y, como lo he visto yo mismo, destruyen la calidad de vida de
quienes viven en dicho sector: el agua intoxicada con compuestos
químicos y metales pesados y la hacen imbebible para humanos o animales
(reciben agua con camiones aljibes). ¡La simple sobrevivencia es
amenazada por tranques de relave ilegales e inseguros que cualquier día
se rompen y hacen desaparecer la aldea de Caimanes! O, en minas de
compañías extranjeras, como La Escondida (o la mina canadiense a punto
de entrar en producción como Pascua Lama) que destruyen y dejan otro
peladero y daños ecológicos enormes.
La experiencia en La Rioja, Argentina, en la Mina Famatina, se ha establecido el Derecho a una Licencia Social (derecho
de los pueblos de la vecindad de las minas a determinar y autorizar, si
les parece, con la información objetiva que se debe producir –y no con
las “coimas locales al estilo Pelambres” de tirar unas cuantas plazas o
comprar personas) Esta ley en Chile no existe pero debería existir si
fuésemos el país transparente y democrático que se pretende (El Clarin, Buenos Aires, Miércoles 1 de febrero 2012, páginas 3-4-5 en Sección: Política y medio ambiente)
Los salarios chilenos -también demostrado por la Fundación Sol-
están muy por debajo de lo que debería ser un salario ético o digno y
siguen deteriorándose. La calidad de la empleabilidad se desploma. No
alcanza para la educación que estudiantes, familias y país reclaman. Sin
embargo, en todos esos sectores, el país, mediante su gobierno y el
Estado, refuerzan la represión como respuesta única a estas demandas
legítimas y urgentes. Ni siquiera duplicando los salarios mínimos se
consigue proveer a todos los jóvenes y menores de Chile con una
educación de calidad, accesible y gratuita como la OECD y el pueblo de
Chile exigen. Cuando los empleos generados son inestables y solo son
subempleos, el estado se desliga de su responsabilidad de generar
empleos estables, durables y con las regalías sociales que un país
basado en democracia debería promover. Chile es un país rico cuyas
riquezas, lo observamos a diario, son obtenidas por unos pocos y la
equidad se sigue esfumando.
Los derechos humanos fundamentales continúan deteriorándose y el
derecho a la protesta y a la negociación por su dignidad son
criminalizados y sus líderes son juzgados, atacados con detenciones
arbitrarias, y bajo amenazas de ser terrorista. Los abogados, incluso,
de la comunidad Los Caimanes, que han denunciado las acciones de la Mina
Los Pelambres están siendo querellados… Es decir, quienes polutan y
destruyen la región, evaden impuestos e infractores de las leyes,
además, persiguen a las víctimas. La pérdida de acceso al agua en los
pueblos del norte o en las comunidades mapuche, que son los sectores más
pobres del país, gracias al despojo al que son sometidos, es un acto de
piratería legalizada de los clanes más ricos y cuyas ganancias son
disfrazadas como mejoría en desarrollo del país. Tener unas pocas e
inmensas fortunas, (Luksic, Angelini, Piñera, Paulmann y otras pocas) no
significa aumento ni del PBI ni del desarrollo. El que estas fortunas
puedan aumentar sus capitales en forma desmedida, incluso duplicarse
anualmente y subir en las Revistas Fortune o Forbes, es muestra de
inequidad, de leyes abusivas y de ganancias posibles solo en un país
centrado ilegalmente en el lucro de unos pocos. Persiste la pretensión
de presentar al país como país moderno, transparente y democrático...
pero la realidad sólo muestra regresión, encubierta por falta de
información y protegida por una represión que consolida las ganancias
gracias a un gobierno de empresarios para empresarios sin ética social.
Vìa,fuente :
http://www.kaosenlared.net/america-latina/item/6841-el-trabajo-es-un-derecho-que-en-chile-se-manipula-pol%C3%ADticamente.html
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