1.
La revista Proceso acaba de publicar una investigación inmobiliaria
donde asoman los robos y saqueos multimillonarios de los funcionarios
del PAN; investigación que ya esperábamos en este año de Hidalgo, es
decir, el último año del sexenio de gobierno cuando los funcionarios en
turno saquean todo, sin dejar algo. Dice Proceso: “Algunos de los más
cercanos colaboradores de Felipe Calderón, miembros destacados del PAN,
se cansaron de ser clasemedieros y decidieron aprovechar el sexenio para
acrecentar sus patrimonios personales, en particular el inmobiliario.
Sigilosamente empezaron a mudarse a casas más amplias en zonas
habitacionales de lujo en la Ciudad de México”, como San Angel Inn,
Bosques de las Lomas, Polanco, Pedregal de San Ángel. Los nuevos ricos
son Germán Martínez, Roberto Gil Zuarth, Maximiliano Cortázar, César
Nava, Alejandra Sota, Mariana Gómez del Campo.
2.
Los funcionarios del PRI han sido menos descarados, a pesar de que hay
todo un historial de los gigantescos atracos de esos políticos; pero no
hay duda de que lo hacen con más cuidado. Por el contrario estos jóvenes
funcionarios panistas parecen más descarados y cínicos porque esos
manejos millonarios les es natural, dado que originalmente pertenecen a
clases altas. Realmente es muy poco el tiempo que ha gobernado el PAN
para que sus jóvenes funcionarios salgan con mucho dinero. Por eso en
alguna ocasión se quejaba el banquero Espinosa Iglesias –que fue dueño
del Banco de Comercio- diciendo que él tuvo que luchar 50 años para
convertirse en uno de los hombres más ricos de México y que hoy en unos
cuantos años se hacen millonarios. ¿Cómo es posible de que esos jóvenes
funcionarios panistas en menos de un sexenio se hagan de residencias,
automóviles y dinero en el banco?
3.
Esta denuncia –gracias a Proceso- ha aparecido 14 días antes de las
elecciones; esperamos que ayude a terminar de enterrar a la candidata
del PAN que habla con mucho cinismo de honradez y justicia. Sin embargo
son tan grandes los robos y saqueos de funcionarios de gobierno del PAN,
que sólo habría que ver después de las elecciones del 1 de julio la
podredumbre que saldrá a flote, tal como se ha registrado en pasados
decenios en los tiempos del PRI. ¿Por qué cada sexenio es productor de
nuevos millonarios que saqueando el presupuesto público se burlan del
pueblo que vive en la miseria y la ignorancia? En primer lugar porque
los funcionarios de gobierno están hechos de una pasta y una conciencia
fácilmente corruptible y en segundo lugar porque la población no está
preparada para investigar lo que sucede ni para castigar los robos de
que es permanentemente víctima.
4.
Aprendí en la facultad de Arquitectura –donde laboré 18 años- que las
gigantescas residencias, los palacios de gobierno, los castillos y las
iglesias son símbolos de poder, tanto en el feudalismo como en el
capitalismo; que fueron y son construidos en grande y en gran altura
para que la pobre población aprenda bien en dónde reside el poder y
dónde habitan los poderosos que ordenan y mandan. ¿Cómo enseñar al
pueblo a obedecer si no le muestran quiénes son los poderosos? Por eso
los altos políticos del PRI y del PAN en México –despreocupados que los
descubran que esos palacetes los hicieron con dinero robado del
presupuesto público o del narcotráfico- se construyen gigantescas
residencias. Pero al mismo tiempo las construyen en zonas cercadas o
reservadas para millonarios haciendo que los gobiernos destinen mucho
dinero para que policías y militares ejerzan la vigilancia.
5.
Además, esos personajes de la derecha mexicana que se hacen millonarios
en unos cuantos años, que viven tras enormes murallas y rodeados de
coches y otras cosas, pierden totalmente su identidad porque actúan
siempre tratando de conservar y agrandar sus propiedades. La izquierda
real –la que sí es izquierda socialista- es exactamente otra cosa: no se
rodea de propiedades porque sus valores nada tienen que ver con la
propiedad y el dinero, sino que son humanos; no dilapidan riquezas
porque saben que éstas son de propiedad colectiva. ¿Pero qué tal su
cariño a los libros, a los seres humanos, sobre todo a los explotados y
oprimidos? No puede existir, sería una tremenda contradicción, que un
personaje de izquierda radical goce de grandes propiedades y
privilegios. Es precisamente ese tipo de valores el que enraíza a los
izquierdistas en su ideología.
6.
Por eso López Obrador, el candidato del Movimiento Progresista, insiste
en que –conocida la inmensa corrupción que ha dominado en el país- no
es necesario privatizar PEMEX, la electricidad, ni hipotecar al país;
que basta con bajar los insultantes salarios de los altos funcionarios y
acabar con la enorme corrupción institucionalizada, desde siempre.
Habría que preguntar: ¿Por qué así como se fija desde el año 1931 un
salario mínimo diario de 60 pesos (cuatro dólares) para un trabajador no
se fija un ingreso máximo diario para funcionarios de dos mil pesos,
(143 dólares) y al mismo tiempo no se determina limitar las ganancias de
los empresarios? No solo habría dinero para servicios de salud y
educación, sino para la construcción de las cinco refinerías, para abrir
fuentes de empleo y muchas cosas más.
7.
En tanto los altos funcionarios –del PRI, del PAN- sigan saqueando la
economía, cobrando gigantescos salarios, bonos, prestaciones,
vacaciones, viajes al extranjero, despidos y demás, el pueblo seguirá
con una gran desconfianza y absteniéndose a participar. En tanto la
mayoría de la población siga en la miseria, en el desempleo y la
desesperación, su participación política será casi nula. ¿Cuánto tiempo
debe pasar para que esos funcionarios defraudadores sean encarcelados y
devuelvan al pueblo el dinero que le robaron? Las denuncias de la
revista Proceso, así como de otras publicaciones, deben servir para
algo, no simplemente como una denuncia para los oídos de los mismos
funcionarios. ¿Cómo vamos a recuperar a nuestro país si la población
sigue permaneciendo al margen de las luchas sociales? (18/VI/12)
Pedro Echeverría V.
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