Las trasnacionales de la gran
minería le imponen a Colombia las condiciones y el país sigue en el peor
de los mundos, dijo hoy Jorge Enrique Robledo en el debate al gobierno
nacional que tuvo lugar en la Comisión Quinta. Las compañías no pagan
los impuestos y regalías que debieran, no están sujetas en la práctica a
una adecuada auditoría y hacen lo que les da la real gana en materia
laboral y de seguridad industrial. En contraste, los pequeños y medianos
mineros sufren a diario un tratamiento punitivo que persigue sacarlos
del mercado.
Al aclarar una vez más que la
inversión extranjera es bienvenida siempre y cuando sea beneficiosa y no
afecte la soberanía, Robledo denunció que en el país “la cuerda suele
reventarse por lo más delgado cuando entran en conflicto el interés de
la nación y el de los monopolios extranjeros”. Como aberrante, en
especial, calificó las condiciones laborales en las minas, donde rige el
sistema de contratistas, con jornadas de doce horas y salarios 70 por
ciento inferiores a los del personal de nómina. Cunden las enfermedades
ocupacionales, pero las Administradoras de Riesgos Profesionales, ARP,
se niegan a reconocerlas como tales.
Para
ilustrar el punto, el senador del Polo expuso varios casos críticos,
entre ellos el de la Frontino Gold Mines en Segovia y Remedios
(Antioquia), el de la Colombia Goldfield en Marmato (Caldas), el de la
Greystar Resources en el Páramo de Santurbán (Santander), el de la
AngloGold Ashanti en Cajamarca (Tolima), el de la Cosigo Frontier en
Taraira (Vaupés) y el de la mina aurífera del río Suárez, en el Cauca.
Se solidarizó con el paro cívico que adelantan los habitantes de Segovia
y Remedios por el despido de 1.600 trabajadores y previno sobre los
graves daños que van a causar las explotaciones a cielo abierto
previstas en Marmato, La Colosa y Santurbán. Sobre las minas de carbón
en el Cesar, donde está asentadas la Drummond y la Glencore, Robledo
citó a Salud Hernández-Mora: lo que hay allí “es un concierto para
delinquir. Un complot para desaparecer ríos, arruinar proyectos de vida,
devastar una región y enriquecer unos pocos bolsillos”.
Hizo
referencia a Cerromatoso, donde según Audit Age S.A., una firma de
auditoría, la nación dejó de percibir por malas liquidaciones entre 2004
y 2008 más de 23 mil millones de pesos y acusó a Ingeominas por haber
aceptado un tribunal de arbitramento con la empresa extranjera, cuando
las leyes colombianas lo prohíben. También por malas liquidaciones
Colombia perdió en el contrato con Prodeco-Glencore 420 mil dólares.
Agregó que la Drummond dejó de pagarle a Colombia casi un billón de
pesos (un millón de millones) entre 1995 y 2007, por concepto de IVA,
compensaciones y devoluciones. Robledo le pidió al gobierno no prorrogar
el contrato con Cerromatoso ni proceder a nuevas renegociaciones de
contratos con ninguna de las trasnacionales mientras no sean debatidas
ante la Comisión Quinta.
Fuente, vìa :
http://www.argenpress.info/2010/09/colombia-en-el-peor-de-los-mundos.html
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