Una de las
grandes conquistas de las luchas sociales fue la libertad de prensa, el
derecho de informar y ser informado, pero los grandes monopolios
económicos, ideológicos y políticos que controlan los medios de
información han matado la libertad de prensa y quieren confundirla y
reducirla a la libertad de empresa y no son sinónimos.
La
contaminación de la palabra y la propaganda mediática han llegado a tal
extremo que no permite ver con claridad donde está la veracidad
informativa. La ética y búsqueda de la verdad están ausentes y prevalece
la distorsión de la realidad. La CNN es el ejemplo de esa contaminación
que sufren los pueblos. Su accionar en Irak es y fue para justificar la
guerra, y difundir que ese país poseía armas de destrucción masiva.
Algo semejante están armando actualmente contra Irán y otros países; y
por otra parte ocultan las masacres y asesinatos de niños y población en
Irak y Afganistán, donde los que dicen defender la “democracia”, se
dedican al saqueo del patrimonio del pueblo iraquí, e implantan centros
de torturas llevando a esa región destrucción y muerte. Se los acusa de
“terrorismo islámico”, cuando los verdaderos terroristas son los
torturadores y asesinos que invadieron esos países, violando los
derechos humanos y derechos de los pueblos y todas las convenciones
internacionales.
Los grandes monopolios
informativos de Europa, EEUU y América Latina están en una fuerte
campaña internacional para atacar y desprestigiar a gobiernos como el de
Hugo Chávez, en Venezuela, acusándolo de tirano y de todos los males;
ignorando en sus olvidos intencionados, que Chávez es de los pocos
presidentes que se presenta a elecciones y el pueblo lo re-elige, por
sus políticas sociales y trabajo en bien de los sectores más
postergados.
Otro blanco mediático de esa campaña
de desprestigio es el presidente Evo Morales, de Bolivia, quien debe
soportar la campaña y acción de los medios concentrados de comunicación,
contra un gobierno que ha buscado la integración y vida de los pueblos
en un país pluricultural y nacional y ha tocado a los intereses
económicos y políticos que siempre dominaron en Bolivia.
Las
campañas mediáticas de los grandes monopolios informativos están
dirigidas a la contaminación mental que debilite a los gobiernos
progresistas. A través del tiempo vemos que lo mismo ocurre con Fidel
Castro y el gobierno cubano; 50 años de resistencia y asombro en el
mundo sobre los avances y capacidad de su pueblo, sus programas de
salud, educación y lucha contra el analfabetismo y la pobreza.
Lo
evidente es que Cuba es un pueblo solidario con otros pueblos más
necesitados y los hechos hablan por si mismos. Desde hace mucho tiempo,
antes del terremoto que asoló a Haití, Cuba envió médicos, educadores,
técnicos para apoyar y trabajar solidariamente junto al pueblo haitiano,
víctima de la pobreza, marginalidad, violencia social y estructural y
de los desastres naturales.
Estados Unidos, como
respuesta a las necesidades del pueblo haitiano, envió 20 mil soldados
para controlar y someter al pueblo. Pero de esto no se habla, la
intencionalidad de las campañas periodísticas es estar al servicio de
los intereses económicos y políticos de los poderosos para someter a los
pueblos.
Muchas acciones solidarias y hechos
positivos son ocultados por los medios informativos. La presidenta
Cristina Fernández Kirchner en su viaje a Europa, señaló, la crisis
vivida por esos países y sugirió no aceptar la receta del FMI y del BM,
advirtiéndoles las graves consecuencias sobre la vida del pueblo
argentino y la crisis financiera.
La soberbia de
los grandes medios de comunicación europeos se refirieron en forma
despectiva y hablan de “esa señora que nos quiere enseñar que debemos
hacer”. Sería bueno y saludable que presten atención a los consejos de
la presidenta quien solidariamente les ha tendido la mano.
He
hecho público y sostengo que la Ley de Medios Audiovisuales sancionada
por el Parlamento es necesaria, ya que permite romper el control de los
monopolios informativos y generar el pluralismo periodístico, y
recuperar la libertad de prensa. La reacción de las corporaciones, como
el Grupo Clarín, han desatado una campaña virulenta contra el gobierno
acompañada por la voracidad de una oposición sin ideas, que busca
únicamente golpear al gobierno y que tienen todos los medios a su
disposición, como la pitonisa que anuncia toda clase de catástrofes, sin
diferenciar los aportes y avances del gobierno, y señalando solamente
sus errores y magnificados. Es preocupante para la vigencia democrática
del país.
Con el tema Papel Prensa, empresa
monopólica, se hace necesario investigar el accionar de la dictadura
militar y a quienes han favorecido. La familia Graiver fue sometida a
secuestros, torturas, cárcel y muerte, y le fueron apropiados sus
bienes. El gobierno argentino ha iniciado una investigación para
determinar responsabilidades. Maniobras similares a Papel Prensa,
utilizó la dictadura militar para apropiarse de las empresas y recursos
de los hermanos Iaccarino, víctimas de la violencia y la impunidad de
esos años.
Al mismo tiempo, el gobierno, y lo he
señalado en reiteradas oportunidades, no sabe y no quiere dialogar; es
un gobierno de confrontación y agudización de los conflictos, se mueve
con mucha soberbia y poco sentido político para resolver los problemas
del país, a eso se suma las políticas provinciales de los señores
feudales, que hacen lo que quieren y no lo que deben, y están llevando a
las provincias a su desintegración, social, cultural, política y
económica. Una cosa es el federalismo que comparte la integración y un
proyecto de país y otra el feudalismo que lleva la desintegración
nacional.
La política neoliberal que impulsa el
gobierno no se ha modificado desde el menemismo que tanto daño hizo al
país. Por el contrario se ha profundizado porque una cosa son los
discursos progresistas y otra la realidad. El problema político y
económico del gobierno y la Sociedad Rural Argentina, no son muy
diferentes, simplemente la disputa está en quien se queda con la parte
mayor de la torta. Basta tener presente que el gobierno no hace nada
para frenar los daños ambientales y los agro-tóxicos, ni la explotación
de la megaminería con su desastres y daños para la salud de las
poblaciones y sus economías regionales y familiares.
Por
otra parte debemos tener presente que el gobierno, en sus
contradicciones, ha avanzado en diversos campos sociales. Sería
importante para el país que las fuerzas progresistas, opositoras al
gobierno presenten alternativas al modelo imperante, en lugar de
desgañitarse con críticas que no van a ningún lado.
Los
desafíos son enormes y se necesita reprensar el país, generar un nuevo
contrato social que permita avanzar en la construcción democrática y la
vigencia de los derechos humanos en su integridad.
fuente, vìa :
http://www.argenpress.info/2010/09/la-contaminacion-informativa.html
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