La cruda
realidad quedó al desnudo oficialmente a través de estadísticas
sanitarias relevadas en zonas con uso intensivo de herbicidas y
plaguicidas, por caso las arroceras en el Departamento Bermejo.
Los
datos confirman las denuncias que desde hace años realizan los vecinos:
es notable el aumento de casos de cáncer en niños y malformaciones en
recién nacidos, tal lo sostiene un estudio oficial de la Comisión de
Investigación de Contaminantes del Agua del Chaco.
Los
casos de cáncer y problemas respiratorios están focalizados en las
localidades de La Leonesa y Las Palmas, ubicadas a 70 kilómetros al
noreste de Resistencia. A causa de esto y la denuncia de los vecinos
damnificados la Justicia incluso llegó a ordenar que se paren las
fumigaciones aéreas y exigió urgentes estudios de impacto ambiental
El
barrio La Ralera en la zona sur de La Leonesa, linda con campos de
arroz y las familias del lugar desde aproximadamente ocho años claman a
las autoridades por los serios problemas de salud producto de las
intoxicaciones y la contaminación del agua por los agroquímicos. “En el
barrio no crecen frutas, verduras y hortalizas. Se secan los naranjos y
limoneros, como también los paraísos y otros arbustos. Pero lo más
importante: los vecinos se enferman frecuentemente de patologías
recurrentes y repetidas”, denunció a fines del 2008 el Centro de
Estudios e Investigación “Nelson Mándela” de Derechos Humanos que
conduce el abogado Rolando Núñez. También denunció el peligro de las
comunidades indígenas y familias criollas cercanas a las arroceras. “Es
más que seguro que continúen las lluvias de agrotóxicos y comiencen a
manifestarse las enfermedades asociadas a la actividad”, alertó
entonces.
Los vecinos de este lugar llegaron a
presentar un recurso de amparo y una medida cautelar contra las
arroceras San Carlos y Cancha Larga, las municipalidades de La Leonesa y
Las Palmas, el gobierno provincial y nacional. Pidieron que paren con
las fumigaciones, que los campos de arroz no sigan extendiéndose, que se
considere la relocalización de los arrozales y se protejan las fuentes
de agua que son contaminadas. Si bien casos como estos se repican en la
zona centro norte del Chaco con otros cultivos como la soja en campos de
Avia Terai, Napenay, Concepción del Bermejo, Pampa del Infierno, Los
Frentones, lo de La Leonesa y Las Palmas son un botón de muestra más que
contundente.
La concejala de La Leonesa,
Patricia García, alertó: “Estamos realmente preocupados por la situación
que se vive. Cada vez más gente muere de cáncer, leucemia y se dan cada
vez más casos de malformaciones. Además el agua no se puede tomar,
directamente”. Anticipó que continuará “la lucha para que se deje de
pulverizar con agroquímicos en zonas cercanas a la población. Esos
químicos no tienen que estar más acá”, dijo.
El caso de la laguna “El Moncholo”
La
Fundación “Nelson Mandela” también advirtió sobre lo que pasa con los
cursos de agua contaminados por agrotóxicos usados de manera
discriminatorio y de manera irresponsable.
Aproximadamente
el 60% de las poblaciones de Las Palmas y La Leonesa están conectadas a
la red de agua. Sin embargo, amplias zonas urbanas y suburbanas no
cuentan con el servicio domiciliario que consumen el líquido vital a
través de perforaciones, pozos de aguas, lagunas o riachos. No aplican
métodos de potabilización, aunque fuere el más precario. Consumen agua
cruda o virgen, con todo lo que esto puede implicar. Las costumbres y
los parámetros culturales mantienen inalterado los usos.
La
organización de derechos humanos “Nelson Mándela” advirtió hace tiempo
que “el agua que consume la población de estas localidades es
proporcionada por la empresa estatal SAMEEP. Las principales fuentes
finales de agua son el Río Paraguay y las lluvias que nutren la rica red
de ríos, riachos y lagunas de la región. El agua que se capta del Río
Paraguay ingresa el territorio chaqueño a través de un canal artificial
que desemboca en cercanías del viejo puerto de Las Palmas. Es trasladada
por cañerías y canales, y se la bombea hasta el espejo de agua que
actúa como reservorio, que no es otro que la laguna “El Moncholo”,
ubicada en el propio casco urbano de Las Palmas, lindante con la gran
arrocera de propiedad de sociedades comerciales cuyo representante
visible es Eduardo José Meichtry, con una extensión actual aproximada de
3.000 hectáreas de cultivos. El espejo de agua que supone la laguna “El
Moncholo” está sometido a variabilidades de niveles por consumo,
evaporación y filtración, que se repone a través de las cañerías que
proporciona agua a la arrocera de Meichtry, que cuenta con
moto-bombeadores de propiedad del Estado provincial, que anteriormente
integraba el sistema de bombeo del área metropolitano, ahora funcionando
en tierras privadas.
Desde “El Moncholo” se
transporta la masa de agua a la planta potabilizadora de SAMEEP donde el
método de desinfección se lleva adelante por medio de cloración,
utilizándose hipoclorito de sodio”.
Fuente, vìa :
http://www.argenpress.info/2010/09/bienes-naturales-y-modelo-productivo-la.html
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