Cuando la crisis parece retomar su rumbo y profundizarse con los
acontecimientos de las últimas semanas en Europa, en México la economía
parece alejarse de la realidad y el optimismo desmedido del gobierno se
derrocha. El Ejecutivo y su gabinete económico no dejan de sorprendernos
con sus anuncios espectaculares, haciendo que muchos ciudadanos sin
empleo y sin fortuna, hoy se pregunten en qué país están viviendo, pues
su realidad les dice lo contrario a las cifras alegres del Ejecutivo y a
las buenas noticias de los medios que contrastan con la cruda realidad
que viven diariamente.
El 4 de mayo se anunciaba
que entre enero y abril de este año se habían creado 381 mil 904
empleos, con nombre y apellido, donde seguramente no está el de nuestro
lector; de los cuales 57% eran permanentes y 43% eventuales. A la vez,
el secretario del Trabajo, Javier Lozano, anunciaba que sólo faltaban
212 mil 649 empleos para alcanzar el número de trabajadores inscritos al
Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) antes de la crisis de 2008,
cifra que se podría alcanzar en los próximos dos meses.
Si
vemos las cifras oficiales, el nivel más alto de trabajadores inscritos
hasta hoy se alcanzó en el tercer trimestre de 2008, 14 millones 410
mil y en este primer trimestre de 2010 se registraron 14 millones 44 mil
personas, es decir 365 mil menos que en aquel trimestre de 2008, cuando
en agosto de ese año la tasa de desempleo había alcanzado su mayor
nivel en más de tres años con 4.15% y en septiembre ésta llegaba a
4.25%. Cómo ahora en medio de la crisis y con una tasa de desempleo de
4.81% en marzo, se pretende decir a los ciudadanos que nuestro país va
viento en popa y que la profundización de la crisis en Europa no
afectará la recuperación de la economía mexicana, cuando el hombre del
“catarrito”, hoy al frente del Banco de México, parece estar fuera de la
realidad mundial.
Quién podrá decirle al
presidente y su gabinete, que la crisis económica internacional es más
real hoy que los muertos en Atenas. No hay una sola reforma en marcha en
el sistema financiero internacional, ni iniciativas que apunten a la
regulación de los mercados como han sugerido los presidentes de Francia y
Alemania, sólo propuestas en el seno del Grupo de los 20 que no han
prosperado aún, la crisis continúa, porque los desequilibrios persisten
en los mercados.
Pensar que la recuperación en
EUA y los países de Europa traerá el crecimiento para la economía
mexicana en automático en la actual coyuntura es incierto aún, sobre
todo, porque en México, a diferencia de China donde se puso en marcha un
gran plan para incentivar la demanda interna a partir del consumo rural
y de Brasil, que mantiene diversificadas sus exportaciones, en nuestro
país no se hizo nada para estimular el consumo interno y la economía
continúa atada a la suerte que corra la estadunidense y europea, donde
la crisis surgió y sigue prosperando sin freno aún.
Si
hay alguien que aún piensa que hemos llegado al fin de la crisis, hay
que decirle que vea como ésta se agudiza en Europa ahora. El euro, que
parecía una fortaleza ante la crisis y la debacle del dólar, se
desmoronaba el 14 de mayo y alcanzaba su nivel más bajo de 1.2433
dólares, después de noviembre de 2008, ante la fragilidad de las
finanzas públicas de Grecia, Portugal, España, Italia y Francia,
perdiendo el 14.7% de su valor.
Ante la crisis,
los mandatarios de los países de la zona del euro que habían tomado
medidas históricas el viernes 7 de mayo en Bruselas para hacer frente a
la crisis y asistir a cualquiera de sus socios en peligro, ahora
parecían dividirse. El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, el 6 de
mayo trataba de dar tranquilidad a los mercados y señalaba que no habría
problemas para que Grecia cumpliera con sus pagos de deuda y descartaba
todo riesgo de contagio al resto de países de la zona del euro, pero
admitía que la recuperación económica sería moderada y la incertidumbre
elevada. A Trichet le hacía falta un poco del optimismo del presidente
de México.
Lo mejor que le podría pasar a México
ahora, al margen de los exitosos datos sobre el comercio exterior dados a
conocer, sería que el gobierno y los empresarios mantuvieran la cautela
y tomaran en serio la necesidad de diversificar sus mercados, voltear
sus ojos al sur del continente y fortalecer sus relaciones comerciales
con los países de Asia, en particular con China, al cual México exporta
apenas el 1%.
No es hora de decirle a los
ciudadanos que todo va bien, al menos que las elecciones y sus
resultados sean más importantes que el hambre de la gente, cuando miles
de hogares no tienen ingresos y millones los ven reducidos por el
aumento de los impuestos y precios de la gasolina, sólo basta ver el
estudio de los investigadores de la UNAM publicado en La Jornada el 4 de
mayo, donde señala que ha caído 47.1% el poder adquisitivo de los
mexicanos en poco más de dos años.
fuente, vìa :
http://www.kaosenlared.net/noticia/mexico-euforia-gobierno-ante-crisis
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