Para los jóvenes debe ser confuso o inexistente el recuerdo de un 27 de febrero de hace veinticuatro años. Quienes no aprenden de la Historia, decía Santayana, se ven obligados a repetirla. ¿Qué aprendimos de la rebelión que inauguró una nueva época en Venezuela?
Quien siembra Paquetes, cosecha Caracazos
El 16 de febrero de 1989 el recién electo presidente Carlos Andrés Pérez anunciaba medidas impuestas por el Fondo Monetario Internacional: Liberación de precios y de intereses, eliminación de subsidios para alimentos, alza de la gasolina, pasajes y servicios, venta de las empresas del Estado, eliminación de protección para industrias y productos nacionales.
La avaricia rompe el saco
Simultáneamente los empresarios de Fedecámaras subieron desmedidamente los precios y acapararon todos los artículos de primera necesidad para especular con ellos en abastos y supermercados.
Los medios no son omnipotentes
Los medios que apoyaron casi unánimemente el Paquete Económico no pudieron prevenir la insurrección, ni relegitimar a los partidos que la reprimieron, ni hacer elegir candidatos neoliberales, ni impedir el triunfo electoral de los bolivarianos ni derrocarlos.
Caracazo avisa
Dos años antes del Caracazo estalló el Meridazo. Desde mucho antes crecía un auge de protestas sociales reprimidas violentamente. Numerosos escritores advertimos que venía una explosión social. Los policías estaban disgustados porque desde un mes no se les pagaba.
El pueblo no es pasivo
Dieciséis días después de anunciadas las medidas neoliberales en casi todas las ciudades de Venezuela el pueblo tomó la calle.
El pueblo sabe lo que hace
Una sublevación debería tener metas, dirección, organización e ideología. Pero cuando los partidos que deben proporcionarlas abdican, el pueblo se convierte en su propia dirección, organización, ideología y meta.
El pueblo es incontenible
Durante una semana policías y sectores del ejército ametrallaron a un pueblo casi desarmado sin poder reducirlo.
El pueblo, unido, jamás será vencido
A la postre el Presidente genocida fue juzgado y condenado por corrupción, los partidos que lo apoyaron acabaron deslegitimados, el Paquete Fondomonetarista eliminado.
El neoliberalismo es inviable
Toda Venezuela se alzó contra un Paquete del Fondo Monetario Internacional. Años después los pueblos de Argentina, Bolivia y Ecuador derrocaron gobiernos que trataron de imponer Recetarios similares. Sublevaciones afines han derrocado dictaduras neoliberales árabes, y en Europa y Estados Unidos grandes movilizaciones sacuden a los gobiernos conservadores que hundieron al mundo en la crisis.
Neoliberalismo mata votos
Tras medio siglo de hegemonía política, Acción Democrática no ha vuelto a ganar una elección. Copei, postdata del Paquete Económico, casi dejó de existir. Tras 80 años en el poder, el PRI mexicano cayó al dejarse guiar por el FMI. Igual camino siguieron el Apra peruano, el Justicialismo de Menem y pare usted de contar.
Partido que no toma partido se parte
La izquierda que no tomó partido ni a favor ni en contra de la insurrección se convirtió en todo lo contrario.
Caracazo pica y se extiende
Una semana de fuego cerrado segó millares de víctimas del pueblo. Tres años después una rebelión militar enfrentaba a los genocidas. Pasados cuatro años el Presidente que ordenó la masacre era condenado y depuesto por corrupción. Nueve años después un movimiento con las banderas del 27-F llegaba electoralmente al poder. Catorce años después del Caracazo ese poder se declaraba socialista. A los quince años ya había Caracazo en América Latina. A los veinticuatro hay Caracazo en el mundo, y para rato.
Luis Britto García
Vía:
http://www.librered.net/?p=24935
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