En su objetivo
esencial, la noticia "express", la "comida rápida" de la información, no está
orientada a alimentar el conocimiento sino a promover la alienación y la
ignorancia masiva. Es el recurso más efectivo que utiliza la estructura
mediática para reconvertir al cerebro humano en un microchip repetidor de
eslóganes al servicio de la dominación sin el uso de las armas.
Por
Manuel Freytas (*)
manuelfreytas@iarnoticias.com
Informe especial
manuelfreytas@iarnoticias.com
Informe especial
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En
el sistema (nivelado como "mundo único"), sólo un minoría elabora (y consume)
análisis o interpretaciones sobre los acontecimientos que se suceden en el
planeta.
A nivel masivo, las "noticias" o la
"información" publicada se sintetizan en títulos, volantas, y párrafos cortos
que se resumen en sí mismos. Nacen y mueren a la misma velocidad de la
lectura.
No hay contexto, no hay historia, no
hay relación ni causalidad entre acontecimiento y acontecimiento, y, las
noticias, como las imágenes, sólo se fijan (y quedan) en la retina mientras las
miramos, las leemos o las escuchamos.
Para las agencias, diarios y grandes
cadenas mediáticas (locales o internacionales), este formato de "consumo"
es lo ideal.
La gente, dicen sus ejecutivos,
siempre anda apurada. Y les hacemos el mundo fácil y simple de digerir.
Así se niveló mundialmente la
comunicación "express", la información de "consumo rápido", solo títulos,
párrafos cortos, hechos memorizados fáciles de digerir y recordar.
Y el "gran público" (el demandante
masivo de información "express") se acostumbró a asimilar información "suelta"
(sin porqué ni para qué) y sin analizar ni reflexionar sobre su autenticidad y
origen.
Fácil y cortito, es la fórmula
impuesta. Una especie de "mundo de eslóganes", que el "gran público"
repite como un loro electrónico en su vida privada, en su trabajo, y en todos
los chats y redes sociales donde le dejan inscribirse.
Y la información "express", nivelada
y manipulada a escala global, creó un mundo a su imagen y semejanza: El mundo
de los "opinadores" compulsivos programados por los eslóganes sueltos de las
noticias "express".
Y como emergente lógico, la función
de la reflexión y el análisis (natural del humano), fue reemplazada por el
"comentario" sin sostén, y por la especulación con los rumores y las teorías
conspirativas sin fundamento racional.
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Hay una primera explicación técnica:
La función del periodismo del sistema no es promover el conocimiento (la
comprensión razonada) de la noticia, sino promover el "debate" sin reglas,
la discusión irracional y esquizofrénica (sin análisis ni información procesada)
de los títulos difundidos como "imágenes sueltas" para producir atracción
comercial.
Programar lectores, televidentes, o
internautas con eslóganes que confrontan con otros eslóganes, es la
función y misión esencial que surge de la estructura operativa del periodismo
masivo que vende "noticias" como si fueran hamburguesas en la góndola.
Y se produce el milagro buscado: El
público masivo, el alienado programado (AP), consume información "express" de la
misma manera que consume música, espectáculos, productos, hasta presidentes y
normas de vida vendidos como si fueran desodorante de ambiente.
Esa sensación de "libertad sin
fronteras" que les deja a los "opinadores" compulsivos la información de
consumo rápido (como la comida chatarra de Mc Donalds) les permite, con total
impunidad, "criticar" o "juzgar" casi cualquier acontecimiento sin
tener información ni elementos fundantes de análisis sobre lo que se discute.
En este contexto, es muy común, por
ejemplo, que un AP (alienado programado) "opine" sobre el conflicto de Irán sin
saber siquiera identificarlo en el mapa.
En su objetivo esencial, la noticia "express",
la "comida rápida" de la información, no está orientada a alimentar el
conocimiento sino a engordar la ignorancia masiva.
Es el recurso más efectivo que
utiliza la estructura mediática para reconvertir al cerebro humano en un
microchip repetidor de eslóganes, mientras el sistema, gobiernos, bancos y
empresas capitalistas (que financian a la estructura mediática) siguen
depredando y haciendo negocios en el mundo real.
Desde el punto de vista de su
utilización mediática, la noticia "express" se fundamenta y abreva en las
técnicas del control mental.
Operativamente, el control mental es
una técnica orientada a captar y/o manipular la conducta de las personas,
controlando sus emociones y su capacidad de "reflexión", con la finalidad de
direccionar comportamientos (sociales o individuales) hacia los fines buscados
por el "controlador" (Gobiernos, grupos de poder, etc).
Este modelo de manipulación de
conducta social (el control mental) se resume en el "pensamiento de manada",
donde el individuo resigna su capacidad de "pensamiento propio" a cambio
de protección por parte del líder (programador) del grupo.
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Y el control mental, para que sea
exitoso, necesita del "pensamiento sectario", cuya estructura está
compuesta por un "receptor pasivo" (el manipulado con el control mental)
y un "emisor activo (el líder programador).
En este caso, el consumidor alienado
de noticias "express" es el receptor pasivo, mientras que la estructura
mediática de programación es el emisor activo.
De manera tal que, dentro de este
esquema funcional, no hay una identificación crítica con la noticia (un
feed back entre emisor y receptor), sino una memorización pasiva orientada a
impedir la comprensión totalizada de los acontecimientos sobre los que
aparentemente se "informa".
El resultante (que se puede
verificar fácilmente): El lector, televidente o radioescucha se
convierte en un difusor pasivo de títulos (vaciados de contenidos
críticos y reflexivos) que se retroalimentan como órdenes en el cerebro
masivo.
Esto crea la atomización
esquizofrénica, y permite, por ejemplo, que el receptor, pase, sin
ninguna conexión reflexiva ni emocional, de una noticia sobre la muerte de
200.000 personas en Haití, a otra sobre la última producción discográfica de un
cantante de moda.
Y este fenómeno explica, a su vez, la
indiferencia de las mayorías frente a exterminios militares en masa de seres
humanos indefensos (como los de Israel en Gaza) que, sin mediar la alienación
atomizante mediática, producirían reacciones masivas contra sus perpetradores.
Este efecto se produce por una
operación reduccionista y atomizante con las noticias "express". Por ejemplo: Si
yo titulo "Israel está en guerra con Hamás", sin aclarar que Israel es
la potencia agresora y Hamás el agredido, lavo las operaciones de exterminio del
Estado judío de toda connotación genocida.
Trasladada a cualquier otro plano, la
función de las noticias "sueltas" (descontextualizadas y sin conexión
entre sí) está orientada a impedir que las mayorías (a través del pensamiento
reflexivo) tomen conciencia de quién es el dominador y quien el dominado.
Esta es la razón que justifica el
bombardeo diario con "titulares" que presentan los acontecimientos
descuartizados y despojados de todo sentido de totalidad interpretativa.
Destruido su pensamiento crítico (por
medio de la información descontextualizada y sin historia) el alienado
programado se masifica y se nivela en trasmisor pasivo de un único mensaje:
El que difunde (a modo de un "Gran Hermano") la estructura mediática que
comercia con las "noticias".
La estructura del "pensamiento de
manada" se traduce en un axioma funcional: El sistema no quiere que pienses
por ti mismo, sino que obedezcas órdenes.
Estas órdenes (en la era del control
mental) no son militares sino "persuasivas". No actúan por imposición física (la
tortura y el miedo a la muerte), sino por imposición psicológica (la
"persuasión" social).
La etapa de la "colonización de las
sociedades" con el consumo de productos, comenzada en la década del 60,
posibilitó la era de la "colonización mental" con el consumo de información
perfeccionada con el advenimiento masivo de Internet y de las comunicaciones
globalizadas en la década del 90.
Cuando el sistema capitalista
trasnacional, por medio del consumo, niveló un "modelo único de pensamiento",
sentó las bases psicosociales para el control político-ideológico por medio de
la información periodística manipulada por operaciones psicológicas.
De manera tal, que las
técnicas y estrategias del control mental se revalorizaron dentro de métodos
científicos de direccionamiento de conducta de masas, y se convirtieron en una
eficiente estrategia de dominio sin el uso de las armas.
Mediante la manipulación y
direccionamiento de conducta por medios psicológicos el individuo-masa se
convierte en "soldado cooperante" de los planes de dominio y control social
establecidos por el capitalismo trasnacional y la potencia imperialista regente
de turno.
Es a la vez, víctima y victimario,
de las operaciones psicológicas, ya que se convierte en una célula
consumista-trasmisora tanto de planes de consumismo capitalista como de planes
de control y represión social manipulados sin el uso de las armas.
Las noticias "express", la
información de "consumo rápido", son la columna vertebral de esta estrategia.
(*) Manuel Freytas es periodista, investigador, analista de estructuras del poder, especialista en inteligencia y comunicación estratégica. Es uno de los autores más difundidos y referenciados en la Web.
Ver sus trabajos en Google y en IAR Noticias
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