1.
El ex presidente Ernesto Zedillo –pensando que los mexicanos somos
idiotas- alega tener inmunidad por el hecho de haber sido jefe del Poder
Ejecutivo (1994-2000) ante la demanda civil que enfrenta en Estados
Unidos por la matanza de decenas de indígenas en la iglesia de la
población de Acteal, Chiapas, en diciembre de 1997. Es obvio para todo
el mundo que no es un recurso legal válido, ya que el fuero no sirve
para proteger a funcionarios que ya dejaron el cargo ni en el caso de
delitos de lesa humanidad, señalaron activistas de derechos humanos y
especialistas en asuntos jurídicos. La inmunidad presidencial –aunque no
se ha logrado desaparecer para siempre- sólo es válida mientras el
funcionario está en el cargo, pero una vez que lo deje, puede ser
llamado a cuentas por cualquier tipo de acusación. El “brother” que
nunca tenía “cash”, el que vendió FFCC y luego se convirtió en su
destacado miembro de administración en EEUU, sí puede ir a la cárcel.
2. Lo raro y dudoso es que sólo Zedillo esté en estos momentos sufriendo este trance, cuando todos los expresidentes –y presidentes- en particular los neoliberales y privatizadores Carlos Salinas, Vicente Fox y Felipe Calderón, deberían estar en la cárcel por asesinatos, desfalcos, por hipotecar a la nación y provocar más miseria en la población mayoritaria. Pero suenan a risa estas acusaciones sobre estos tipos que parecen tener fuero vitalicio porque nunca un expresidente o presidente de México –a pesar de decenas de acusaciones fundamentadas y justas- ha pisado la cárcel. Salinas y Zedillo se “autoexiliaron” de México viviendo un sexenio en Europa o los EEUU. También el expresidente Elías Calles fue expulsado del país por el presidente Cárdenas en los años treinta por el hecho de estar metiéndose en política y por hacer grandes negocios a la sombra del enorme poder que aún tenía. Pero nada más porque hay “respeto presidencial”.
3. Zedillo, siendo presidente (1994-2000) logró encarcelar al hermano de Salinas acusado (con enorme cantidad de pruebas) de desfalcador y asesino, orillando al expresidente al exilio mientras Zedillo gobernó. Pero luego regresó de Europa -tan campante- que desde entonces sigue manejando tras bambalinas, pero también de manera abierta, la política nacional porque quienes siguen como legisladores manejando al PRI, incluso muchos del PAN en el gobierno, fueron de su círculo de amigos favorecidos. Quizá Zedillo piensa que estando gozando sus riquezas y trabajando en diversas empresas fuera de México gana más dinero se aleja de las posibles acusaciones en su contra; se olvida Zedillo que estando México tendrá más cobertura porque todos los políticos y empresarios que favoreció en su sexenio –sobre todo los panistas que recibieron la Presidencia con su apoyo- le devolverán su presencia, como ha sucedido con Salinas. Se espera su regreso.
4. El gobierno de Zedillo, a pesar de todo, aplicó la política neoliberal y privatizadora del sexenio salinista que le antecedió. Lo mismo hicieron los panistas Fox y Calderón en sus respectivos seis años de gobierno. Los grupos económicos beneficiados fueron los mismos aunque los banqueros: Cabal Peniche, Ángel Rodríguez y Jorge Lankenau hayan sido chivos expiatorios. Sustituyó a Donaldo Colosio asesinado siendo candidato, pero nada cambió. Con De la Madrid (1982-88) el PRI abrió de par en par sus puertas a los empresarios, se hizo mucho más derechista y comenzó a negociar gobiernos con el PAN. En el gobierno de Salinas (1988-94) el PAN fue introducido con Alvarez, Cevallos y Castillo hasta Los Pinos obligando al PRI a transformarse definitivamente en derechista con el nombre de “Solidaridad” y en el gobierno de Zedillo –mediante una gran cantidad de acuerdos- el PRI derechista le entregó casi sin chistar, la Presidencia al PAN.
5. Zedillo, después del desplome económico de diciembre de 1994 –del que él y Salinas fueron culpables- aplicó una política restrictiva siguiendo las órdenes del llamado “Consenso de Washington” y del Fondo Monetario Internacional. Incrementó el IVA de 10 al 15 por ciento, mantuvo la política de “topes salariales” absolutamente inferiores a la inflación y continuó reduciendo o frenando las inversiones presupuestales en salud y educación. Siguió la apertura comercial, el TLCAN, nuevos acuerdos de Libre comercio con Europa, justifica las privatizaciones pasadas y se emprenden nuevas privatizaciones (Ferrocarriles, aeropuertos, puertos, comunicación satelital, petroquímica, incluso presenta la iniciativa para privatizar la generación y comercialización de energía eléctrica. Privatiza pensiones del IMSS y se crean las afores, asimismo se mantiene la apertura indiscriminada al capital extranjero. Así que Fox y Calderón sólo se han dedicado a profundizar la privatización.
2. Lo raro y dudoso es que sólo Zedillo esté en estos momentos sufriendo este trance, cuando todos los expresidentes –y presidentes- en particular los neoliberales y privatizadores Carlos Salinas, Vicente Fox y Felipe Calderón, deberían estar en la cárcel por asesinatos, desfalcos, por hipotecar a la nación y provocar más miseria en la población mayoritaria. Pero suenan a risa estas acusaciones sobre estos tipos que parecen tener fuero vitalicio porque nunca un expresidente o presidente de México –a pesar de decenas de acusaciones fundamentadas y justas- ha pisado la cárcel. Salinas y Zedillo se “autoexiliaron” de México viviendo un sexenio en Europa o los EEUU. También el expresidente Elías Calles fue expulsado del país por el presidente Cárdenas en los años treinta por el hecho de estar metiéndose en política y por hacer grandes negocios a la sombra del enorme poder que aún tenía. Pero nada más porque hay “respeto presidencial”.
3. Zedillo, siendo presidente (1994-2000) logró encarcelar al hermano de Salinas acusado (con enorme cantidad de pruebas) de desfalcador y asesino, orillando al expresidente al exilio mientras Zedillo gobernó. Pero luego regresó de Europa -tan campante- que desde entonces sigue manejando tras bambalinas, pero también de manera abierta, la política nacional porque quienes siguen como legisladores manejando al PRI, incluso muchos del PAN en el gobierno, fueron de su círculo de amigos favorecidos. Quizá Zedillo piensa que estando gozando sus riquezas y trabajando en diversas empresas fuera de México gana más dinero se aleja de las posibles acusaciones en su contra; se olvida Zedillo que estando México tendrá más cobertura porque todos los políticos y empresarios que favoreció en su sexenio –sobre todo los panistas que recibieron la Presidencia con su apoyo- le devolverán su presencia, como ha sucedido con Salinas. Se espera su regreso.
4. El gobierno de Zedillo, a pesar de todo, aplicó la política neoliberal y privatizadora del sexenio salinista que le antecedió. Lo mismo hicieron los panistas Fox y Calderón en sus respectivos seis años de gobierno. Los grupos económicos beneficiados fueron los mismos aunque los banqueros: Cabal Peniche, Ángel Rodríguez y Jorge Lankenau hayan sido chivos expiatorios. Sustituyó a Donaldo Colosio asesinado siendo candidato, pero nada cambió. Con De la Madrid (1982-88) el PRI abrió de par en par sus puertas a los empresarios, se hizo mucho más derechista y comenzó a negociar gobiernos con el PAN. En el gobierno de Salinas (1988-94) el PAN fue introducido con Alvarez, Cevallos y Castillo hasta Los Pinos obligando al PRI a transformarse definitivamente en derechista con el nombre de “Solidaridad” y en el gobierno de Zedillo –mediante una gran cantidad de acuerdos- el PRI derechista le entregó casi sin chistar, la Presidencia al PAN.
5. Zedillo, después del desplome económico de diciembre de 1994 –del que él y Salinas fueron culpables- aplicó una política restrictiva siguiendo las órdenes del llamado “Consenso de Washington” y del Fondo Monetario Internacional. Incrementó el IVA de 10 al 15 por ciento, mantuvo la política de “topes salariales” absolutamente inferiores a la inflación y continuó reduciendo o frenando las inversiones presupuestales en salud y educación. Siguió la apertura comercial, el TLCAN, nuevos acuerdos de Libre comercio con Europa, justifica las privatizaciones pasadas y se emprenden nuevas privatizaciones (Ferrocarriles, aeropuertos, puertos, comunicación satelital, petroquímica, incluso presenta la iniciativa para privatizar la generación y comercialización de energía eléctrica. Privatiza pensiones del IMSS y se crean las afores, asimismo se mantiene la apertura indiscriminada al capital extranjero. Así que Fox y Calderón sólo se han dedicado a profundizar la privatización.
6.
¿Cómo iba Zedillo a permitir que el movimiento zapatista extienda su
influencia y que el EZLN se fortalezca? Por eso el presidente preparó
una trampa en Aguascalientes, Chiapas –quizá acordada con los panistas
que tenían a Lozano Gracia en la Procuraduría General de la República-
para apresar y asesinar a los líderes indígenas y a su principal
dirigente, tal como la emboscada que el presidente Carranza organizó en
1919 en el estado de Morelos logrando engañar y asesinar al fin al líder
campesino Emiliano Zapata. Zedillo no pudo, pero no dejó de cercar con
decenas de miles de soldados la zona de rebeldía indígena y de organizar
a paramilitares que los estén provocando de manera continua. En ese
contexto se registró ese salvaje asesinato de 45 indígenas aquel 22 de
diciembre cuando se encontraban en un templo en pleno rezo. A Zedillo,
mucho más que hoy, le importó un bledo las acusaciones y las protestas
por el fuero presidencial de que hacía gala.
7.
De mi parte todos ellos, ex presidentes y el mismo Calderón deberían
estar en la cárcel y no cobrando sus millones de pesos de compensación
por el hecho de haber sido presidentes. Bastaría con ver si con sus
políticas redujeron la pobreza del pueblo o la incrementaron, si por sus
políticas erróneas, equivocadas o asesinas, murieron personas
inocentes. ¿Cómo es posible que partidos y políticos que durante muchos
años han demostrado hasta la saciedad que son corruptos y corruptores,
represores y asesinos sigan en el poder y el pueblo hambriento no haga
nada para liberarse? Bueno, para eso sirven los medios de información,
la escuela, la iglesia y esa terrible jerarquía que impone la sumisión
desde el hogar. Así que Salinas, Zedillo, Fox y Calderón pueden seguir
riéndose con carcajadas porque el México, quizá en América Latina toda,
la justicia del pueblo tendrá que esperar muchas décadas más.
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