El glaciar Upsala, el primero de los
cinco que se visita en el lago Argentino en la provincia de Santa Cruz,
es una enorme barrera de hielo del cual sólo emerge 15 por ciento; su
color debiera ser transparente, pero gracias a un efecto óptico se
vuelve azul, producido por el grado de compactación del hielo y el
efecto refractivo de la luz. Ese bello color suele enturbiarse debido a
arrastres rocosos de la montaña que los glaciares acumulan, llamados
morenas, que los estrían y parecen desgarrarlos y, como el Agassiz, el
Bolado y el Spegazzini, su masa de hielo se reduce por el calentamiento
global. Afortunadamente, por alguna razón científica que no alcanzo a
discernir con claridad, el Perito Moreno, sujeto a constantes y
espectaculares rupturas periódicas, logra recuperar su masa total.
Para ir a los glaciares hay que alojarse en un pueblecillo de
reciente creación, llamado Calafate, de intenso turismo desde que
Kirchner, entonces gobernador de la provincia, construyó un aeropuerto;
poblado por lugareños y argentinos emigrados de diversas partes del
país, este sitio se ha vuelto un importante enclave turístico, a pesar
de que en muchas partes no se aceptan tarjetas y de que suelen agotarse
los billetes en las cajas automáticas de los tres bancos del lugar (y de
todo el país, incluyendo Buenos Aires), por lo cual había que hacer
diariamente largas colas para conseguir dinero. Al principio pensé que
Calafate era una palabra india, pero para mi sorpresa me enteré de que
el lugar fue bautizado así por un pequeño arbusto de hojas erizadas que
produce un fruto rojo parecido a la zarzamora: el único tipo de árbol
que existía cuando Magallanes desembarcó allí y que él bautizó cuando
utilizó su madera para calafatear sus naves, es decir, para rellenar los
espacios carcomidos por la broma –molusco marino que devora la madera–
junto con la brea y la estopa. En cambio, Chaltén sí es de origen
mapuche, otro pueblo de aún más reciente creación, rodeado de lagos,
glaciares y montañas y paraíso de quienes practican el trekking: significa montaña que humea y hoy se llama el glaciar Fitz Roy, un altísimo pico favorecido por los alpinistas.
Ushuaia es la ciudad más austral de Argentina, capital de la
provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.
Fundada en 1884 en las costas del canal Beagle, llamado así por el barco
donde viajó Darwin, es un centro administrativo, industrial, portuario y
turístico y la única ciudad argentina que se encuentra del otro lado de
los Andes, con puerto, costas y aguas pertenecientes al Pacífico. La
ciudad, encaramada en una colina, mira al mar desde donde se hacen
excursiones y se puede admirar la fauna del lugar, principalmente
pingüinos, lobos marinos y castores importados para hacer una industria y
que se han convertido en una plaga. Me interesaron en particular las
bellísimas flores que adornan la ciudad, el ferrocarril construido por
los presos y el presidio, convertido ahora en museo, y adonde se
trasladaba a los criminales peligrosos en el siglo XIX. Me maravillaron
también las flores, unas alargadas, parecidas a las espigas del trigo de
colores brillantes y diversos, conocidas como lupinas, y las enormes
amapolas de un rojo muy intenso que decoran de manera inocente,
simplemente por su belleza, los predios. Me cuentan que se hacen
concursos entre los habitantes para premiar los mejores jardines.
De la prisión-museo me llamó sobre todo la atención la historia del
petiso orejudo, personaje singular de muy baja estatura e instintos feroces, que cuando adolescente torturó y asesinó en Buenos Aires a numerosos niños, y a quien lograron capturar porque asistía a los velorios de sus víctimas, y en uno de ellos reclamó airado al ver que habían retirado de las sienes del infante asesinado los clavos con los que lo había perforado. Murió linchado por sus compañeros, después de haber matado a un gato-mascota arrojándolo a una de las calderas de la prisión.
Fuente, vìa :
http://www.jornada.unam.mx/2011/02/10/index.php?section=opinion&article=a05a1cul
http://www.jornada.unam.mx/2011/02/10/index.php?section=opinion&article=a05a1cul
No hay comentarios:
Publicar un comentario