Sólo en Chile se detiene y se
encarcela por “supuestos”, porque necesitan culpables y para ampliar el
presupuesto de “seguridad” y convertirnos en una segunda Colombia donde
el terrorismo nace desde el mismo gobierno.
Operativos simultáneos de Carabineros en
Santiago y Valparaíso por las investigaciones del “caso bombas”, han
puesto al descubierto la represión de este gobierno, allanando casas
ocupas y de particulares para encontrar a los “supuestos” culpables de
los cuales no hay pruebas concretas que signifique siquiera el buscarlos
con nombres y apellidos.
En las pesquisas participa personal del
Gope, Fuerzas Especiales y Labocar con el apoyo de helicópteros, como
ocurrió en el allanamiento de la casa okupa La Crota, ubicada en la
calle Santa Isabel 380. Allí se detuvo a seis personas inocentemente, el
delito habitar casas ocupas y ser anarquistas.
Según la dirección de Inteligencia de
Carabineros, el operativo se realizó por tener datos que “supuestamente”
prueban la participación de los detenidos en la manipulación y
detonación de explosivos. Y serán imputados nuevamente por el fiscal por
el delito de infracción a la Ley de Conductas Terroristas, a causa de
la seguidilla de bombazos registrados en los últimos meses en diversos
puntos, y en los que supuestamente estarían involucrados los 14 sujetos,
entre los que se encuentran sociólogos, psicólogos y estudiantes.
Los abogados de los 14 detenidos han
acusado además presiones para lograr que sean juzgados, falta de
derechos al negar información sobre eventuales pruebas incriminatorias y
enjuiciamiento anticipado. “Hay desproporción de cómo están actuando
las instituciones en el caso” y que esto queda demostrado al verse
“debilitada la independencia del Ministerio Público por influencia del
Ministerio del Interior”. Eso sin dejar pasar por alto las declaraciones
entregadas a los medios por la jefatura de inteligencia policial de
Carabineros que es irregular, prohibido por ley que la policía haga
juicio por las investigaciones y esto es claramente una presión a los
tribunales de justicia y un recurso mediático con clara manipulación de
la prensa a favor del gobierno represor de Sebastian Piñera.
Sólo en Chile se detiene y se encarcela
por “supuestos” sólo porque necesitan culpables y necesitan con ello
ampliar el presupuesto para “seguridad” para convertirnos en una segunda
Colombia donde el terrorismo y los montajes criminales nacen desde el
mismo gobierno para acallar las voces que denuncian el estado precario
en que vivimos todos los chilenos, con falta total de dignidad, la
justicia funciona solo para los ricos, los robos con corbata, las
estafas de los grandes grupos económicos, la falta de un seguro real de
protección social para los más necesitados, la mercantilización de la
educación y la salud es lo que el gobierno intenta callar y ocultar y
con ello evitar el alzamiento de las voces trabajadoras que denuncien
tal desastre del que todos los chilenos somos presos.
Por ello también no resulta para nada
extraño que Piñera celebre por los medios de comunicación el operativo
realizado por la Fiscalía Sur, donde se detuvo a los 14 sujetos para
según él perseguir al terrorismo y sus redes anarquistas.
“Me comprometí a terminar con la
impunidad y creo que el golpe que se les dio refleja el espíritu del
Gobierno, de luchar contra la delincuencia y el crimen organizado con
toda la fuerza del mundo y con todo el rigor de la ley”.
Y claro no es sorprendente que lo que
realmente persiga Piñera es una ideología política contraria a la de él,
pues para el actual gobierno y ya desde la Concertación los luchadores
sociales no son más que delincuentes que actúan bajo el crimen
organizado (Ya desde el gobierno de Bachellet se había
intentado crear una ley que persiguiera a los que protestaban con
resultantes de destrozos en la vía pública, queriendo culpar a todos
quienes hicieran el llamado a dicha protesta o se plegara al llamado).
La cucaracha busca siempre un rincón
donde esconderse de la luz, tal cual lo hace el gobierno chileno para
tapar sus errores, inoperancia ante un tsunami que costó la vida a
cientos de chilenos cuya ayuda real aún no llega, usurpación de los
territorios mapuches, ocultamiento de la huelga de hambre de los
mapuches y de su precario estado de salud, la miseria que han originado y
falta de compromiso con la ciudadanía , así hoy contamos con un
gobierno que pretende por lo bajo distraer las críticas hacia su gestión
y culpar de terroristas a cualquiera que pretenda luchar por sus
derechos.
Y es que para el Gobierno mostrarse como
eficientes y rápidos para resolver los “problemas” no es nada fácil,
más aún cuando objetivamente vemos a diario la calamidad de país en que
nos han convertido los ladrones que por siglos han acaparado el poder
político en nuestro país antes con los administradores del fundo hoy con
los dueños de él.
Y claro ante tanto descontento cuando la
brecha entre ricos y pobres es abismante con un gobierno que pretende
manejar las políticas públicas como una sociedad anónima cuyo
integrantes de la coalición de gobierno son los únicos socios, el
Ministerio del Interior necesita siempre aparecer resolviendo algo y
¿como lo hace? acusando a los ciudadanos de una ideología clasista y
proletaria de “violentitas o terroristas”. Como consecuencia de esto,
preparan a la “opinión pública” en la línea de aceptar el aniquilamiento
y la represión contra quienes luchan. Desde esas mismas oficinas y con
los mismos personajes se preparó mediáticamente la puesta en escena que
terminó con la ejecución de combatientes populares en los años del
gobierno golpista. Hoy la cosa no ha cambiado mucho.
Son tantas víctimas que nuestro país y
la izquierda en general hemos tenido que soportar, tantos años de lucha
sin resultado alguno y es que el Estado chileno bajo el mandato de
“nuestras” autoridades y desde el Ministerio del Interior no escatiman
esfuerzo alguno en llamar al orden, ¿que importa la muerte de los
hermanos Vergara, Matías Catrileo y
tantos otros? si en fin eran unos desadaptados sociales, ¿A quién le
importa el encarcelamiento de los anarquista?¿quién los llorará? nadie,
excepto los mismos “extremistas” que están en la calle luchando contra
este sistema represor y que dicho sea de paso, sea del partido que sea y
que se oponga al sistema capitalista, para el gobierno serán siempre,
terroristas, delincuentes y anarquistas.
Este mismo estado protector sin embargo
avala y organiza por ejemplo allanamientos violentos con clara y
prolongada ofensiva contra los hermanos Mapuches, quienes claramente son
víctimas hace años de la militarización y control militar, con
allanamientos violentos y vejatorios que sólo persiguen atentar contra
la dignidad y libertad de un pueblo digno y libre.
Hoy estos representantes del Estado, se
han apoderan de los medios de coerción física, de la violencia y de las
armas, han gobernado, mandado y dominado. Ellos, para conservar su
poder, han dispuesto de un aparato de coerción, un aparato de violencia,
con las armas tratan de acallar el descontento social.
El gobierno ha sido una herramienta, una
máquina utilizada por el capitalismo apátrida para mantener la
dominación de una clase sobre otras clases subordinadas. En la
esclavitud, en el feudalismo y en la democracia burguesa, ha sido
siempre igual: ha subsistido la sociedad basada en la explotación de
clase, hoy se basa en la explotación del hombre por el hombre. Y nunca
ha podido una reducida minoría dominar a la enorme mayoría de personas,
sin recurrir a la violencia, para lo cual crean leyes y normas para
someter a las mayorías.
La historia está llena de rebeliones
sangrientas de esclavos y campesinos. Los sucesos de luchas que se han
dado a lo largo de nuestra historia y hoy no lejos de esa realidad
muestran una vez más como los periódicos de la Derecha y el Gobierno han
querido culpar de la desestabilidad, del estado de tranquilidad y paz
armoniosa de los chilenos a los que pretenden por medio de marchas,
paros y huelgas defender sus derechos. Hay que recordar entonces, que es
el Gobierno quien llama a la intranquilidad y despliega tropas de
carabineros en cantidad provocadora. Contribuye así a generar la
violencia. Se nos acusa de terrorismo y de exceder los límites de la
protesta política organizada, para así confundirla ante los ojos del
pueblo chileno y extranjero, con actos de delincuencia protagonizados
por el lúmpen, bandas ligadas al narcotráfico y similar.
La verdad es que el terrorismo
premeditado proviene del propio Gobierno, desencadenando ante los ojos
de miles de pobladores una sucesión de actos que inducen al terror en la
población civil y forzándola a ser miembros de esta sociedad clasista, a
la aceptación de condiciones de vida deplorables e indignas. Eso es lo
que verdaderamente produce un grave estado de inseguridad y temor en la
población, cuya legitimación el Gobierno pretende darle y que resulta
ser insignificante en comparación con el daño, miedo y desconsuelo
sufrido por las personas.
Cuando esto ocurre estamos hablando de
un verdadero Terrorismo de Estado. Es por ello que debemos hacer una
mayor claridad sobre esta actitud aberrante del Gobierno.
Denunciemos ante el país que es el
Gobierno el que impone la violencia de clases, para defender los
intereses de la clase que detenta en realidad el poder en Chile y que
ordena el quehacer de la casta gobernante. De ahí proviene el terror y
no de los grupos políticos o ciudadanos que salen a las calles a
denunciar el atropello de sus legítimos Derechos Civiles como la
libertad individual, él transito libre por las calles y la libertad
ideológica. La libertad de expresión es el derecho que todo individuo
tiene a expresar sus ideas libremente y por tanto sin censura. Este es
un derecho fundamental, es un Derecho Humano.
El motivo de la censura y negación por
parte del Gobierno frente a los ciudadanos, para ejercer el derecho a la
participación en el proceso político, que legítimamente como miembros
del cuerpo social se tiene y al que necesariamente se le debe otorgar
autoridad política, se lleva a cabo con el fin de mantener el statu quo,
para controlar el desarrollo de nuestra sociedad, y suprimir la
disconformidad de este pueblo sometido, de forma tal de evitar explicar
los factores de enfrentamiento.
Paran los avances contra la libertad de
expresión utilizando los medios de presión más sutiles, ya sea
directamente a los medios de comunicación públicos, o a través de
presiones políticas y económicas a la dirección de los privados,
suprimiendo las perspectivas ideológicas, manejando la propaganda,
manipulando los medios de comunicación y aumentando así la
desinformación. Estos métodos, ellos lo saben bien, colectivamente
funcionan, diseminando información engañosa, lo cual hace menos
receptivo el mensaje de protesta contra el Gobierno.
Así los medios de comunicación se
someten al engaño del aparato gubernamental amparándose en la ley que
les otorga libertad para determinar el uso de sus bienes, consecuencia
lógica del derecho a la propiedad privada tan protegida por este Estado
burgués y negándose consecuencialmente con ello, a permitir un derecho
constitucionalmente protegido que tienen todos los chilenos a gozar de
nuestros bienes públicos, como manifestarnos libremente por la Alameda.
La represión a las vanguardias por este
Gobierno se extiende sistemáticamente al conjunto de los explotados para
imponer su patrón de engaño reformista, pretende criminalizar las
luchas sociales inmovilizando cobardemente las manifestaciones de un
pueblo que solo clama por más justicia social, dignidad y el derecho a
un trato humano.
Con limosnas pretenden engañar al pueblo
arrebatándole la dignidad, utilizando triquiñuelas impositivas y
represivas, aprobando en el Congreso leyes más duras para llegar a una
justicia manejada por el poder que ellos mismos ostentan, que nos impida
el derecho a manifestarnos. No faltará aquella burguesía estatal que a
nombre de la “democracia” justifique los excesos del gobierno, no así,
los que justifiquen manifestaciones populares. Siempre lo han hecho así,
y este gobierno “democrático”, sin duda lo seguirá haciendo, mostrado
con claridad su verdadera naturaleza represiva y dictatorial que tiene
como prioridad proteger los privilegios de la burguesía sometiendo a la
población.
De lo que ocurra en adelante, de los
desmanes que se produzcan el Gobierno como siempre es y será el
responsable. La lucha del pueblo, es la lucha de todos.
Diremos alto y fuerte lo que sabemos del
Gobierno, del atropello a que sea víctima cada uno de nuestros
compañeros. Los luchadores, los trabajadores conscientes siempre han
estado presentes en mil luchas. No lo ocultan ni lo esconden, muchos de
ellos han vivido la experiencia de la tortura y la prisión, no los han
doblegado. No los han domesticado y esto es inaceptable para los dueños
del capital y un orgullo para los del mundo popular y del trabajo.
No más aniquilamiento en nuestro país,
no más terrorismo de Estado. No hay lucha sin solidaridad compañeros, a
luchar, educar y denunciar.
¡¡Por el Socialismo siempre, siempre, siempre…Venceremos!!
Fuente: www.elparadiario14.cl
http://www.elciudadano.cl/2010/08/31/chile-un-estado-terrorista/
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