Sobreviven
merced a una acotada actividad agrícola y a sus productos lácteos
artesanales, pero sus animales de están muriendo. Tampoco dan crías y la
tierra es cada vez más infértil.
Todo esto
sucede al mismo tiempo que desde fines de 2008 en el seno de la Justicia
Federal se mantiene una causa por la contaminación que se genera en la
planta conocida como “Laguna de Guayacanes”, ubicada a seis kilómetros
al este de la ciudad de Juan Bautista Alberdi.Allí van a parar los
desechos industriales del ingenio Marapa y los efluentes cloacales de
Alberdi para ser sometidos a un muy rudimentario tratamiento.
Según
explicaron desde la fundación ambientalista Ave Fénix, los desechos
circulan por una veintena de piletones donde, aparentemente, se logra
una decantación parcial de determinados desechos sólidos. Tras esto, los
efluentes, con una altísima carga contaminante, van a parar
directamente a través de dos ductos, al arroyo Matazambi, afluente de la
cuenca Salí-Dulce.
A partir de aquí, cada una
de las poblaciones ubicadas a orillas del este arroyo, se convierte en
víctima de este crimen ambiental. Una de estas, se ubica en la localidad
denominada Sur de Trejo (ubicada a 25 kilómetros de Lamadrid, en el
departamento Simoca, sobre la ruta 175). Allí, varias familias ven como
las oscuras aguas del Matazambi los están dejando sin animales ni
cultivos por la afectación de las napas freáticas que dañan la tierra.
Abraham
Quinteros, poblador del lugar, relató a primerafuente que, es tal el
grado de afectación de ese curso natural de agua, que la mayoría de las
vacas con las que contaba se por beber del Matazambi. “Estoy en la
ruina. Mantengo a mis tres hijos con la venta de leche y lácteos que
extraía de mis animales. La situación que vivimos es desesperante”,
contó en noviembre pasado cuando junto a un grupo de vecinos se presentó
ante el juez federal subrogante Nº 1, Daniel Bejas, para aportar
pruebas y dar testimonios en torno al daño humanitario que se vive en
esa zona.
Pese al tiempo transcurrido, la causa
judicial iniciada por las ONG Unión de Vecinos del Sur y Pacto Verde –e
impulsada por el fiscal general federal Antonio Gustavo Gómez- , por
aparente violación a la ley nacional 24.051, (sobre residuos
peligrosos), no tuvo avances significativos.
Tampoco
prosperó hasta la fecha el pedido de Gómez para que se cite a
indagatoria a Raúl Martínez Alvarado, en calidad socio gerente de la
firma Saneamiento y Urbanismo SRL -explota la planta de Los Guayacanes- y
a Felipe Antonio Arroyo, encargado de ésta.
También
solicitó que se presenten a declarar el presidente del ingenio Marapa
(pertenece a la firma Atanor) Miguel Ángel González y al intendente de
Juan Bautista Alberdi, Luis Armando Campos.
La muerte a orillas del arroyo
Así
como en Sur de Trejo, la contaminación del Matazambi afecta a numerosos
poblados apostadas a sus orillas del Matazambi: habitantes de parajes
como Los Córdoba, El Durazno, Sur de Lazarte, Esquina, Niogasta, La
Cañada, Ischipuca, Laguna Larga y El Rodeo, entre otros, son víctimas
permanentes de esta situación.
La última
localidad citada es una de las más afectadas por esta situación. Allí
residen un grupo de familias de muy escasos recursos sometidas a un
serio peligro sanitario.
fuente, vìa :
http://www.argenpress.info/2010/07/argentina-tucuman-la-muerte-traves-del.html
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