1.
La campaña mundial contra Hugo Chávez, para que sea derrotado en las
elecciones del 7 de octubre, se ha extendido en el mundo con el fin de
que influya en la contienda electoral de Venezuela. El gobierno de
Obama, siguiendo los pasos del multihomicida Bush, está interviniendo
directa y abiertamente en Venezuela para apoyar al empresario proyanqui
Henrique Capriles y –a tres semanas de los comicios- Chávez sigue arriba
en las encuestas, pero el empresario Carriles obtiene cada vez mucha
fuerza por el total apoyo empresarial, por la mafia de Miami, así como
del imperio de EEUU que pretende implantar bases militares en Venezuela.
2.
Esta elección de octubre en aquel país es tan importante como la que se
registró en México el pasado julio. Aunque Venezuela sólo cuenta con
poco más de 30 millones de habitantes y México con 115 millones, el
gobierno de Hugo Chávez ha encabezado dignamente la lucha
antiimperialista en América Latina, mientras México (para vergüenza de
los mexicanos) sólo ha actuado –por lo menos desde 1982- como patio
trasero de los EEUU. Por eso hay que hacer todo para que Chávez obtenga
nuevamente la Presidencia porque si llegara a perder, entonces el
imperio, junto a la gusanera de Miami, recuperaría sus privilegios en el
país de Bolívar.
3.
Y no debe olvidarse que –como ha sucedido en México- con los millones y
millones de dólares del gobierno de los EEUU, combinados con los del
alto empresariado, incluso de narcotráfico, se pueden comprar fácilmente
voluntades y votos. Desde aquí se observa a Chávez muy confiado en los
votos de los trabajadores, de los explotados, de los pobres; pero no
debe olvidar que las clases medias han crecido en número en el mundo,
que es un sector muy inestable y puede inclinar el proceso a favor de
quien les reparte dinero a manos llenas. Chávez en vez de repartir
dinero ha estado creando más dignidad, ética en el pueblo, pero no
sabemos si sea suficiente.
4.
En Miami, con la protección y el apoyo de los EEUU, se organizan grupos
de activistas que operan clandestinamente en Venezuela repartiendo
dinero. Se tienen fotografías y videos de quienes reciben fajos de
billetes de empresarios, pero el argumento socorrido para hacerlo es que
el Estado no reparte dinero para el financiamiento de las campañas y no
queda otro camino que recibirlo de los empresarios. Sólo hay que ver el
pleito de control de la candidatura de Capriles entre las mafias de
cubano-venezolanas en Miami, hoy muy activas porque un triunfo en
Venezuela representa un triunfo en América.
5.
Ricardo Koesling y el hoy candidato Carriles, son uña y mugre. Koesling
se encuentra asociado al terrorismo cubanomericano desde los años 70.
Fue cómplice de la fuga de Luis Posada Carriles de la cárcel de San Juan
de los Morros, en 1985, mientras colaboraba al más alto nivel con el
gobierno venezolano de Jaime Lusinchi (1984-89) El 12 de abril del 2002,
en Caracas, Ricardo Koesling, dirigió el asalto a la embajada cubana
durante el golpe de Estado contra Chávez , con Salvador Romaní hoy
asilado en Miami con la complacencia del Departamento de Estado. En este
mismo acto participó activamente el actual candidato derechista
Henrique Capriles Radonski – entonces alcalde del municipio de Baruta.
6.
En Cuba –a pesar del bloqueo económico de más de 50 años, la invasión
de Playa Girón, de la “Alianza por el Progreso” y los permanentes
sabotajes de la producción azucarera- los yanquis jamás pudieron
derrotar al gobierno de Fidel Castro. La realidad es que, aunque Cuba
con el bloqueo y algunos errores jamás pudo levantarse y su pueblo –a
pesar de las carencias- no ha caído en el funesto consumismo que sufren
todos los pueblos del capitalismo. Al mismo tiempo se convirtió en un
ejemplo de América Latina y en el apoyo total a los pueblos oprimidos y
de gobiernos antiimperialistas como el de Chávez, de Morales, Ortega y
Correa.
7.
Chávez debe y tiene que ganar. Debe vigilar muy bien los pasos de la
mafia cubano-venezolana que está llevando gran parte del dinero yanqui
para comprar voluntades. También debe cortarle las manos a los todo
poderosos empresarios golpistas que se las están jugando con Capriles
como su última oportunidad. Esperamos que la juventud venezolana, los
universitarios aprendan a distinguir entre las ideas que buscan
construir –aunque a largo plazo- el socialismo y aquellas ideas que
buscan el regreso de descarado y abierto capitalismo opresor de los
trabajadores. Los jóvenes que tienen una posición crítica al régimen
pueden tener razón, pero en bloque no pueden perder la oportunidad para
presionar para que los trabajadores participen directamente. (15/IX/12)
Pedro Echeverría V.
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