Las condiciones de vida de los 111.000 presos de dicho país son
descritas como inhumanas por internos y defensores de los Derechos
Humanos. Para acabar con esta situación, reclusos de 21 penitenciarías
han iniciado una huelga de hambre y desobediencia pacífica.-
En Colombia, la gran mayoría de los
presos que habitan las 142 cárceles del país viven en condiciones de
hacinamiento e insalubridad. Según denuncian los reclusos, son
“sometidos a condiciones degradantes de reclusión y se violan
sistemáticamente nuestros derechos humanos. Somos tratados como cosas y,
permanentemente, padecemos el abuso de poder por parte del Estado”.
Se estima que desde 2002, con el inicio
de la presidencia de Álvaro Uribe y la continuación como presidente a
partir de 2010 de Juan Manuel Santos, el número de presos en el país se
ha duplicado. Este fuerte aumento ha llevado a que, en la actualidad,
algunas cárceles del país tengan tasas de hacinamiento del 400% según
denuncia la Fundación Brigada Jurídica Eduardo Umaña Mendoza, que
defiende los derechos de los reclusos.
Se
han reportado casos de algunas prisiones en las que los presos duermen
en pasillos o escaleras. Además, en esta situación de hacinamiento, en
la que los reclusos viven en espacios tan reducidos, es muy fácil la
propagación de enfermedades o el empeoramiento de su salud.
Las denuncias de los internos relatan
cómo viven en las penitenciarías sin garantías para mantener su salud,
con malas condiciones de higiene, nefasta alimentación y restricciones
de acceso al agua.
Un ejemplo de ello es la cárcel de
Valledupar, donde, a pesar de las altas temperaturas, los reclusos solo
tienen acceso al agua cinco minutos al día.
Otro
de los problemas en las cárceles colombianas es que los reclusos
tampoco tienen acceso a asistencia médica necesaria si enferman. En el
debate celebrado en el parlamento el pasado 15 de agosto sobre la
situación carcelaria del país, la congresista Gloria Stella Díaz del
Movimiento Mira, afirmo que “la salud, es el derecho fundamental más
vulnerado en las prisiones”.
“En las cárceles el Pedregal y
Bellavista de Medellín hay 500 internos esperando procedimientos médicos
y 300 están a la espera de medicamentos. En la Cárcel Modelo hay patios
donde solo hay cuatro sanitarios para 500 internos”, señaló. Asimismo,
también se han reportado casos de reclusos que se encuentran gravemente
enfermos en cárceles como por ejemplo en La Picota de Bogotá.
Una amenaza
Miguel Ángel Beltrán, que fue recluido
en la citada cárcel tras sufrir una persecución política y finalmente
fue declarado inocente, vivió en estas condiciones. “En celdas de cinco
por seis metros, residíamos seis personas. Por fortuna, no tuve ninguna
situación crítica de salud durante mi estancia pero sí pude ver a
compañeros de prisión que no recibían la atención que necesitaban”.
El Gobierno colombiano, ha admitido la
crisis que está viviendo el país debido al hacinamiento de los presos y
ha propuesto la construcción de nuevos centros de reclusión. Sin
embargo, los representantes de los presos, los reclusos y algunos
parlamentarios señalan que el problema de las cárceles es estructural y
va mucho más allá del hacinamiento y la insalubridad.
Entre los problemas citados se incluirían deficiencias en la política criminal del gobierno o en el sistema judicial del país.
En palabras del senador Carlos Baena del
Movimiento Mira que también intervino en el debate sobre la situación
de los reclusos, “estamos ante una inminente amenaza de orden público y
social, derivada de un pésimo manejo carcelario, que se ha originado por
falta de voluntad política, negligencia administrativa, corrupción, un
lento y débil sistema judicial y falta de políticas de rehabilitación de
los internos”.
“Durante varios años el gobierno solo se
ha preocupado por llenar las cárceles y hoy parecen galpones de pollos
con pésimas condiciones para los seres humanos. Establecimientos de mero
encierro y no de rehabilitación”.
Desde
la Fundación Brigada Jurídica Eduardo Umaña Mendoza, señalan, además,
como causantes de la situación actual el abuso de las detenciones
preventivas que se realizan en el país y la política criminal represiva
más que preventiva que desarrolla el gobierno.
Así, muchos de los presos, en especial
los que han sido encarcelados por algún aspecto político relacionado con
el conflicto colombiano, ven también mermados sus derechos a tener
garantías legales y judiciales durante su estancia.
Por
ejemplo, según denuncian abogados e internos, se viola el derecho a la
defensa de los presos al no permitirles recibir visitas de los abogados
que los representan.
Junto con ello, en las prisiones, presos
de diferentes perfiles conviven en un mismo espacio, sin tener en
cuenta los diferentes delitos que hayan cometido o si han sido o no
condenados aún. Este hecho, da lugar a riesgos de agresión en las
prisiones.
La huelga de los reclusos
Por ello, el Movimiento Nacional
Carcelario ha iniciado desde este mes de agosto la Jornada Nacional de
Protesta Pacífica, una huelga indefinida en la que se pide declarar la
emergencia social y humanitaria en las cárceles. Esta petición ha sido
defendida también en el parlamento del país por partidos como el
Movimiento Mira.
Asimismo, los reclusos piden una Mesa
Nacional de Concertación en la que puedan estar presentes los portavoces
de los presos y se defiendan los derechos vitales de los internos y se
puedan solucionar los problemas de hacinamiento y de insalubridad.
En la protesta participan en total 21
penitenciarias. Algunos de sus reclusos están desde el 2 de agosto en
huelga de hambre y llevando a cabo actividades desobediencia pacifica y
cese de actividades hasta que se resuelva su situación.
Durante este tiempo, los presos que se
han sumado a la huelga no asisten a talleres educativos, ni a recuentos y
tampoco reciben notificaciones salvo que sean de libertad, hasta que se
consigan avances en la mejora de su precaria situación.
(Proxima semana Parte 2: “La antesala del infierno”)
Vía:
http://kaosenlared.net/america-latina/item/30123-la-cara-desconocida-y-oscura-de-las-c%C3%A1rceles-de-colombia-i.html
http://kaosenlared.net/america-latina/item/30123-la-cara-desconocida-y-oscura-de-las-c%C3%A1rceles-de-colombia-i.html
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