Centro de Derechos Humanos Tlachinollan
Fotos: Tlachinola, Óscar Alvarado
.
En el siguiente caso, registrado por
el Centro de Derechos Humanos de la Montaña “Tlachinollan”, se expone
la precaria situación de los servicios de salud en la comunidad de Mini
Numa, donde el pueblo na’savi lleva años organizándose para mejorar su
calidad de vida.
Guerrero, México. Una
comunidad indígena mixteca de la Montaña de Guerrero no cuenta con
servicios de salud y cuando se trasladan enfermos de esa comunidad a la
clínica de la cabecera municipal, no los atienden. Por no haber podido
recibir atención médica, han muerto seis personas en los dos últimos
años, aun cuando sufrían enfermedades curables. Las autoridades de la
comunidad llevan varios años alertando al gobierno de Guerrero sobre
esta situación, exigiendo atención médica. Sin embargo, las autoridades
no han hecho caso.
Contexto: una de las regiones más pobres del mundo
El estado de Guerrero se encuentra
dentro de las tres entidades más pobres de todo el país, junto con
Chiapas y Oaxaca. El 13 por ciento de la población es indígena y se
concentra principalmente en los 19 municipios de la Montaña y en ocho
municipios de la Costa Chica. En la Montaña de Guerrero, como en todo el
país, los pueblos indígenas son los más marginados y vulnerables. La
Montaña de Guerrero es una de las regiones con mayor pobreza en el
mundo. El nivel de desarrollo de los municipios de Metlatónoc y Cochoapa
El Grande se compara con el de Kenia y Malawi en el continente
africano.
Los derechos a la salud, a la
alimentación, a la vivienda digna y a la educación no son una realidad
para la población indígena de la Montaña. Uno de cada cuatro niños muere
antes de cumplir los seis años de edad, generalmente como consecuencia
de las “enfermedades de la pobreza” (ocasionadas por parásitos y
causantes de vómito, diarreas y desnutrición) y por la falta de atención
e infraestructura médica por parte del Estado. Por cada 100 mil partos,
mueren 281 mujeres en la Montaña; el promedio nacional es de 51 mujeres
(cinco veces menos). Existe sólo un ginecólogo para atender a 17 mil
654 mujeres en edad fértil, cuando el promedio nacional es de un
ginecólogo por cada 2 mil 414 mujeres.
Los servicios estatales de salud
continúan siendo insuficientes y, peor aún, deficientes. El desabasto de
medicamentos, la falta de unidades médicas, de médicos y de una
infraestructura apropiada forman parte de las causas de mortalidad
materna e infantil con los índices más elevados del país. En toda la
región, sólo existe un hospital de segundo nivel con 40 camas, que no
cuenta con gabinete de radiodiagnóstico. La especialización médica sólo
se ofrece en el turno de la mañana y entre semana; los demás horarios
son cubiertos por médicos generales. Esta infraestructura médica, además
de insuficiente, se encuentra alejada de las comunidades y provoca una
derrama económica muy alta para las familias que deben trasladarse; es
difícil acceder a los servicios porque nada es gratuito. Sumado a lo
anterior, prevalece una actitud discriminatoria del personal médico
contra la población indígena.
En Mini Numa, muertes que podían haber sido evitadas
Mini Numa pertenece al municipio de
Metlatónoc, que se ubica a una hora y media a pie de la cabecera
municipal. El pueblo se asentó hace más de 100 años, aunque es
reconocido como delegación municipal desde hace sólo ocho. Está
integrado por 321 personas, que se dedican básicamente al trabajo en el
campo o bien, ante el castigado precio del maíz deciden ir a buscar un
trabajo que les pueda proporcionar mejores condiciones de vida en los
estados del norte del país o en Estados Unidos.
Al ser una comunidad sumida en la
pobreza extrema, las enfermedades se han convertido en una causa de
defunción entre sus habitantes, principalmente niños. Estos males son
originados por una infraestructura precaria de agua, luz y drenaje. Este
factor, aunado a la falta de servicios de salud en la comunidad así
como a las deficiencias de la clínica ubicada en la cabecera municipal
de Metlatónoc, ha influido en el porcentaje de mortalidad en casos de
enfermedades curables. Las causas de muerte más comunes en la comunidad
de Mini Numa son las enfermedades intestinales de tipo infeccioso. En
cada uno de los casos que siguen, por falta de atención médica, los
familiares tuvieron que caminar con sus enfermos hasta la clínica de
Metlatónoc. Y en cada uno de esos casos, a pesar de haber llegado con
grandes esfuerzos hasta la clínica, los pacientes no recibieron atención
médica.
- Fidel Montealegre Rojas (9 años).
Nació el 24 de abril de 1996. El 9 de septiembre de 2005, al padecer
vómito, fiebre, diarrea y dolor de estómago, sus padres lo cargaron a
pie hasta la clínica de Metlatónoc. La clínica estaba cerrada; por lo
tanto, sus padres se regresaron con el niño, quien murió 6 días después,
el 15 de septiembre de 2005, sin haber recibido atención médica.
- Ofelia Montealegre Rojas (7 años).
Es hermana de Fidel y nació el 20 de junio de 1998. Padecía los mismos
males que su hermano. El 16 de septiembre, sus padres la cargaron
caminando hasta la clínica de Metlatónoc. Llegaron a las cuatro de la
mañana y esperaron todo el día a que abriera la clínica, pero ésta nunca
abrió. Se regresaron con la niña, quien murió cuatro días después, el
20 de septiembre de 2005. Nunca recibió atención médica.
- Silvestra de los Santos (22 años).
Nació el 10 de abril de 1984. 15 días después de haber dado a luz,
acudió a la clínica de Metlatónoc porque padecía dolor de estómago,
fiebre, diarrea y dolor de cabeza. Pero cuando llegó, ya se habían
terminado las fichas y le dijeron que regresara el día siguiente. Murió
dos semanas después, el 11 de mayo de 2006, sin haber recibido ninguna
atención médica.
- Olivia Vásquez Cano (7 años).
Nació el 13 de marzo de 2007. Como padecía diarrea, sus padres la
llevaron a la clínica de Metlatónoc, sacaron su ficha y se quedaron a
esperar su turno. Sin embargo, el doctor Cisneros les dijo a las cinco
de la tarde que ya no iba a atender gente porque tenía hambre, y que
tendrían que volver otro día. Los padres regresaron a Mini Numa y su
hija se murió pocos días después, el 13 de diciembre de 2006, sin haber
recibido atención médica.
- Leónides Montealegre Hernández (4
años). Nació el 14 de enero de 2003. Como padecía dolor de estómago,
calentura, vómito y diarrea, sus padres la llevaron a la clínica de
Metlatónoc un día de la semana a las ocho de la noche, pero estaba
cerrada. Se regresaron a Mini Numa y su hija murió el 6 de marzo del
2007, sin haber recibido atención médica.
- Cayetano Hernández Guevara (54
años). Perdió de repente el conocimiento y quedó débil. Su esposa buscó
al doctor Cisneros y le pidió que fuera a revisarlo, pero el doctor no
quiso ir hasta Mini Numa y Cayetano estaba demasiado enfermo como para
caminar hasta Metlatónoc. Murió el 10 de junio de 2007 sin haber
recibido atención médica.
La comunidad se organiza para recibir su derecho a la salud
- 2003: primeras solicitudes
Frente a la ausencia de servicios de
salud en la comunidad, la atención deficiente en la clínica de
Metlatónoc y las varias muertes derivadas de esa situación, en 2003 el
pueblo de Mini Numa se organizó para solicitar al gobierno de Guerrero
la creación de un centro de salud en su comunidad, con un doctor de
planta, una enfermera y un cuadro básico de medicamentos.
- 2005: el pueblo construye su casa de salud
Una de las primeras y tardadas
respuestas por parte de la Secretaría de Salud de Guerrero fue que no
podía enviar personal porque la comunidad no contaba con una casa de
salud, y entonces el personal no tendría en dónde laborar. Frente a ese
argumento, en 2005 el pueblo se organizó y con grandes esfuerzos logró
construir una casa de salud de adobe y lámina. A pesar de ello, el
gobierno no cumplió su promesa y nunca llevó personal a la casa de
salud.
Un Técnico en Asistencia Primaria a
la Salud (TAPS), quien solía visitar a la comunidad cada dos o tres
meses, llevó en su momento a la casa de salud unas medicinas, las cuales
rebasan la fecha de caducidad hoy en día. El TAPS no se presenta más a
Mini Numa desde hace mucho tiempo.
- 4 de enero de 2006: una petición que quedó sin respuesta
El delegado municipal y el comité de
salud de Mini Numa dirigieron una petición al doctor Aarón Nájera
Moctezuma, jefe de Jurisdicción Sanitaria 04 de la Montaña, dependiente
de la Secretaría de Salud del estado. En ella, solicitaban únicamente un
prestador de servicio médico que pudiera atender a la población de Mini
Numa de lunes a viernes. El doctor nunca contestó oficialmente, a pesar
de que se le mandaron varios oficios. Lo único que comentó fue que no
había recursos ni personal y que, por lo tanto, no tenía caso que la
comunidad siguiera adelante con su petición.
- 7 de mayo de 2007: solicitud de una unidad médica al gobernador del estado
Frente al rechazo de las autoridades
de atender su caso, las autoridades de Mini Numa se presentaron al
Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan para pedir un
apoyo en su lucha por el derecho a la salud. Se elaboró una nueva
solicitud dirigida al gobernador del estado, con copia al presidente de
la república, solicitando una unidad médica con personal capacitado y
cuadro básico de medicamentos, con el fin de evitar más muertes por
enfermedades curables.
A partir de esa fecha, el personal
de la Secretaría de Salud que visitaba Mini Numa de manera esporádica
para vacunar a los niños dejó de acudir a la comunidad. De la misma
manera, ya no regresaron las personas que impartían las pláticas en el
marco del programa asistencialista “Oportunidades” y que entregaban la
papilla nutricional para las mujeres embarazadas o que se encontraban
lactando. En vez de atender las demandas legítimas de la población de
Mini Numa, el gobierno la castiga, retirándole todo tipo de apoyo.
- 19 de julio de 2007: la respuesta burocrática de un gobierno indiferente
Más de dos meses y medio después, se
recibió vía fax una hoja firmada por el Secretario de Salud del estado,
el doctor Luis R. Barrera Ríos, en la que se señalaba lo siguiente:
“Informo a usted (que) de acuerdo a los lineamientos establecidos en el
Modelo Integrador de Atención a la Salud (MIDAS), para construir un
Centro de Salud la localidad sede deberá contar con una población de 2
mil 500 a 3 mil habitantes por núcleo básico a una distancia de 15
kilómetros, y un tiempo de 30 minutos de recorrido al Centro de Salud
más cercano. La localidad tiene una población de 271 habitantes que es
atendida por el centro de salud de Metlatónoc a una distancia de cuatro
kilómetros y un tiempo de 60 minutos”. De lo anterior se desprende que
se niega la instalación de una unidad médica con personal capacitado y
un cuadro básico de medicamentos en razón de lineamientos de un rango
inferior a los tratados, pactos y convenios internacionales de derechos
humanos e incluso de la misma Constitución.
Es de llamar la atención que se haga
referencia al centro de salud de Metlatónoc como opción para la
población de Mini Numa. Como se mencionó anteriormente, para llegar a la
clínica hay que caminar una hora y media (no hay transporte público
entre Mini Numa y Metlatónoc, y menos un servicio de ambulancia), pero
cuando se traslada a un enfermo, se tarda mucho más en llegar.
Aunado a eso, es importante precisar
que la clínica de Metlatónoc tiene que atender a una población de
alrededor de 15 mil personas repartidas entre la cabecera municipal y
unas 40 comunidades bastante alejadas unas de otras. Por la misma
condición de pobreza extrema de las comunidades, hay un gran número de
enfermos por atender. Sin embargo, esa clínica abre solamente de lunes a
viernes de nueve de la mañana a tres de la tarde (aunque a veces hasta
en esos horarios se encuentra cerrada) y no atiende a ningún paciente
fuera de dichos horarios, incluso si su estado de salud es muy grave.
Cuenta con un sólo doctor y unas cuantas enfermeras. Se distribuyen de
15 a 20 fichas por día, y quien no alcanza una tiene que regresar el día
siguiente. Quienes “tienen la fortuna” de ser atendidos, tienen que ir a
comprar sus medicinas a la ciudad de Tlapa (a unos 75 kilómetros), lo
que representa un gasto exorbitante, entre el traslado y las medicinas,
para la población de esas comunidades.
Por ese motivo, la respuesta del
gobierno al pueblo mixteco de Mini Numa es una clara muestra del
desprecio de las autoridades hacia las comunidades indígenas más
marginadas: en lugar de fomentar el dialogo y la búsqueda de soluciones a
un problema sumamente grave, el gobierno se esconde detrás de sus
lineamentos para dejar a los pueblos en el más profundo abandono.
- 10 de agosto de 2007: se interpuso un recurso de inconformidad
En respuesta al oficio del gobierno
del 19 de julio, se presentó un recurso de inconformidad en el que se
recordaba que el derecho a la salud es un derecho constitucional y,
sobre todo, uno de los derechos humanos más reconocidos en un gran
número de organismos internacionales. Por lo tanto, la Secretaría de
Salud del estado de Guerrero tiene la obligación de atender la demanda
de la comunidad de Mini Numa.
- 13 de agosto de 2007: formal queja y solicitud de medidas cautelares
Aunado al recurso de inconformidad,
se interpuso una formal queja y se solicitaron medidas cautelares ante
la Comisión Estatal de Derechos Humanos del Estado de Guerrero
(CODDEHUM) por “actos violatorios a nuestros derechos a la vida, a la
salud, a la no discriminación y al desarrollo de la comunidad de Mini
Numa” en contra del gobernador, el secretario de Salud de Guerrero y el
doctor de la Clínica de Metlatónoc, entre otras personas.
El 7 de septiembre de 2007, la CODDEHUM otorgó las medidas cautelares en las que se solicita lo siguiente:
1. Que el gobierno del estado
adopte todas las medidas administrativas, legislativas y de cualquier
índole necesarias para salvaguardar la vida y la salud de la población
de Mini Numa.
2. Que una brigada de salud atienda a
la población de Mini Numa de manera continua, en tanto se resuelve el
fondo del presente caso de violación a los DESC.
3. Que la Secretaría de Salud
opere con personal calificado las 24 horas del día y de lunes a domingo
en la clínica de Metatónoc y asegure contar con un cuadro básico de
medicamentos.
El secretario de Salud del Gobierno
del estado de Guerrero, doctor Luis R. Barrera Ríos, respondió el 21 de
septiembre de 2007 que la primera medida cautelar estaba garantizada con
el único personal que se encuentra laborando en el Centro de Salud de
Metlatónoc, quien brinda atención hasta después de las tres y media de
la tarde; que, además, a partir de esta fecha un técnico en atención
primara a la salud estaría comisionado permanentemente para atender la
comunidad de Mini Numa. Por último, informó que ha ordenado el abasto de
medicamentos.
Con esta respuesta, el secretario de
salud nuevamente minimizó la petición de Mini Numa, toda vez que estas
medidas resultan insuficientes para responder con seriedad a la demanda
de la comunidad.
La postura de la Secretaría de Salud
ameritó que se recurriera ante la justicia federal. El 9 de noviembre
de 2007, los indígenas mixtecos promovieron una solicitud de amparo ante
el Juzgado Séptimo de Distrito con sede en Chilpancingo, la cual quedó
radicada bajo el expediente 1157/2007-II. A pesar de que durante casi
cinco meses el juez pospuso la audiencia de pruebas y alegatos por
distintas causas, entre ellas el retraso en la entrega de informes
justificados que requirió al gobierno de Guerrero y la Secretaría de
Salud, finalmente el pasado 11 de julio el juez otorgó el amparo a Mini
Numa por violación a su derecho a la salud y la inadecuada prestación de
servicio público.
En agosto de 2008, el juez Séptimo
de Distrito radicado en Chilpancingo, Luís Almazán Barrera, concedió la
protección de la justicia federal a la comunidad na’savi (mixteca) de
Mini Numa, municipio de Metlatónoc, contra la negativa de la Secretaría
de Salud y del gobierno de Guerrero de garantizar su derecho de acceso a
la salud.
El juez no sólo reconoció que Mini
Numa no cuenta con médico, sino que el centro de salud de la cabecera
municipal de Metlatónoc no ofrece las condiciones mínimas establecidas
en el Modelo Integrador de Atención a la Salud (MIDAS) y demanda por
ello a las autoridades en materia de salud que construyan un inmueble
adecuado que cuente con personal, medicamentos y servicios básicos para
su buen funcionamiento.
Tres meses después de esta
sentencia, un médico acudió a prestar servicios a Mini Numa y la clínica
fue surtida con medicamentos.
http://desinformemonos.org
http://desinformemonos.org/2012/06/en-mini-numa-guerrero-donde-la-extrema-pobreza-lleva-a-la-muerte/Ligas Centro de Derechos Humanos Tlachinollan Guerrero: piden garantías a la salud de indígenas esterilizados Mini Numa, un caso inédito
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