Mire usted. No es el momento de huelgas y no pregunte por el momento adecuado porque no hay.
Un español de bien se queja en el bar, sin alterar la paz social. Un buen patriota sabe, desde hace siglos, que el pan hay que ganarlo con el sudor de la frente, el lomo y todo lo que sude, con dos cojones pero sin que se le vean.
Y es que en los trabajos hay que aguantar, eso es así, y si no lo tiene lo busca, que si está parado o le pagan cada vez menos, y peor, por algo será. Y no replique.
Los hombres, desesperanzados por la alteración de la paz social y el orden público , no querrán casarse y eso será consecuencia directa de que millones de niños mueran asesinados por blocheviques abortistas.
Mire usted, perderá un día de sueldo y eso no se lo puede permitir, el gobierno es el único facultado para decirle cuánto debe perder y cuándo es el momento para perderlo.
Olvide sus derechos, de lo que se trata de no hablar ni pensar en eso.
Para esto basta con que consulte a diario dos o tres portadas de esas octavillas humorísticas de opinión que aparecen en los quioscos y que se aprenda de memoria las coletillas que se oyen en los teatrillos carcas que se emiten en cualquiera de los vídeos comunitarios que ocupan toda la TDT.
Su obligación como ciudadano responsable es insistir en convencer a todo el que le rodea de que una huelga no crea empleos, que la humanidad, esa que ha intentado avanzar durante miles años puede verse destinada a su desaparición por la pausa reivindicativa de 24 horas de unos cuantos.
Vìa,fuente :
http://www.jrmora.com/blog/
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